Chanmin | finger's💋

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Todo el mundo creía que Kim Seungmin era alguien muy tranquilo. No era una mentira en lo que respectaba su personalidad, pero cuando estaba a puerta cerrada, de noche y con su celular todo cambiaba.

Hacía tiempo que estaba sintiendo una atracción muy grande hacia su líder, BangChan. El problema no era ese, sino en que había llegado al punto que no podía contenerse por mucho tiempo, siempre que tenía tiempo buscaba alguna foto o esos audios editados que hacían sus fans en twitter y se daba placer a si mismo.

Había estado logrando ocultarlo bastante bien desde entonces, eso hasta que vio esa foto. Era simple, Chan recostado en una silla, ocultando un poco su rostro con su celular, el vestuario del stage y unas esposas en forma de corazón a color rojo. El problema había sido ver sus brazos, la pose, y sus manos. Esas manos venosas y grandes con las que había fantaseado tantas veces, con tocarlo y llevarlo al límite.

Como era de noche, quiso tocarse a sí mismo cuando sintió el calor corporal subir descomunalmente. Pero se le ocurrió algo mejor, ¿por que no ir y exigirle que se hiciera cargo de lo que causó? porque no era poco, el dolor en su entrepierna era grande y no sabía si iba a poder aguantar mucho.

Seungmin no lo pensó demasiado, se puso unos shorts muy cortos y una camiseta blanca. Hace tiempo Chan le había dicho que le quedaban bien, así que lo usaría a su favor. Salió de su habitación para ir a la de Chan, sabía que todos estaban dormidos pero no podía arriesgarse a que los escucharán, así que ni siquiera toco la puerta y entro a la habitación.

No sabía si agradecer o maldecir al universo por lo que estaba viendo.

Christopher estaba de pie a un lado de la cama, con shorts y sin camiseta, además del cabello mojado, seguramente por haberse bañado a esa hora. Él subió la mirada de su celular para mirar a Seungmin, que se había quedado embobado mirando sus abdominales.

—Min, ¿esta todo bien? es muy tarde—le pregunto Chan con voz ronca, sin tener idea de lo que estaba causando.

Seungmin salió de su trance, mirándolo a los ojos, Chan se dio cuenta de que estaba dilatados. Cerró la puerta con seguro y se acercó a Chan a pasos lentos. Cuando estuvo enfrente a él, lo escaneo con la mirada, sin tener ni un poco de pudor o disimulo.

—Vi la foto que subiste.—le dijo en voz baja, intentando que no se le cortara.

—Ah, eso, le dije a Stay que iba a subirla así que...

—¿Tienes idea de lo que provocaste?—lo interrumpió alzando más la voz, lamió sus labios y se acercó más, chocando sus pechos—¿Lo que me provocaste?

Para ese punto Chan no se había dado cuenta del bulto en los shorts de Seungmin, hasta que se presionó contra el y pudo sentirlo en su vientre bajo. Se dio cuenta de inmediato de sus intenciones. Pensó un poco si sería buena idea o no, pero solo hay una vida y si no la vivías como querías, entonces ¿para que vivir?

—¿En serio quieres hacer esto?—le susurro Chan cerca de los labios—Porque si lo hago no tendré piedad por ti.

—¿Te pedí que la tuvieras?

Seungmin apenas reaccionó cuando Chan lo tomó de las caderas y lo besó. Lo hizo sin medias tintas ni rodeos, le metió la lengua a la boca apenas pudo y le mordió los labios, bajo las manos a su trasero y lo apretó cual bola antiestrés. Seung subió sus manos hasta su cabeza y lo jalo del cabello, obteniendo un gruñido por su parte y que lo calentó más.

Chan lo alzó, enredando sus piernas en su cintura y lo acostó en la cama, poniendo una mano para apoyarse y no aplastarlo. Bajo los besos hasta su cuello, dejando chupetones y mordidas por donde pasará, a este punto Seungmin era un manojo de nervios y soltaba gemidos y jadeos. Chan le saco la camiseta, deleitándose con el torso delgado y un poco trabajado del chico. Conectó su boca con los pezones del menor apenas los vio, chupando y mordiendo a su antojo, mientras su mano libre pellizcaba el otro.

Seungmin solo arañaba su espalda y se concentraba en disfrutar todo lo que le provocaba el mayor, gimiendo cada vez más fuerte, sin importarle nada si los escuchaban o no. Chan bajó hasta sus shorts y se los quitó de un tirón junto al bóxer, liberando la dolorosa erección del menor. Le dio una mirada a Min cuando dejó un beso en el glande, y sin quitar el contacto visual, se lo metió todo a la boca.

El menor soltó un gemido fuerte, arqueó la espalda, y colocó una mano en la cabeza de Chan para que no se apartará, mientras se le llenaban los ojos de lágrimas. La sensación era indescriptible, la boca de Christopher moviéndose de arriba a abajo, succionando y lamiendo con su caliente lengua. Se sentía en el paraíso mismo. Por desgracia, no le duró mucho, ya que Chan se había apartado. Lloriqueo debajo suyo por la falta de tacto, Chris soltó una risa.

—Te ves tan patético, llorando para que te folle,—se burló, metiendo dos dedos en su boca de golpe,—Chupa.

El chico obedeció con ganas, dando todo de sí para que quedaran bien lubricados. La saliva le chorreaba por los lados de la boca y tenía la intensa mirada de Chan puesta encima. Le sacó los dedos y los llevo directamente a su estrecho agujero e introdujo uno sin aviso, escuchando como volvía a gemir fuerte.

—Guarda silencio, nos escucharán si sigues gimiendo como una puta.

Seungmin trato lo mejor que pudo para callarse y obedecer, poniendo una mano en su boca y con la otra apretando las sábanas. Chan siguió con su trabajo, estimulándolo y preparándolo para follarselo. Metió otro dedo, y luego otro, tres dedos entraban y salían de seung con rapidez. A Chan le dolía ya la entrepierna, necesitaba liberarse o se volvería loco.

Saco los dedos del chico y se quito las prendas restantes, mostrando su erecto pene. Se levantó de la cama y camino hasta su mesa de noche, sacando del último cajón un condón, cuando iba a devolverse, se le ocurrió una idea al ver un objeto. Lo tomó sin que Seungmin se diera cuenta volvió al lugar de antes, se inclinó y besó de nuevo al menor, esta vez llendo más lento, disfrutando el roce de sus lenguas y labios y el sonido que provocaba. Claro que, solo era una estrategia.

Subió las manos del otro chico hasta ponerlas encima de su cabeza, las junto y le puso las esposas de corazón rojo. Seungmin se separo de él para ver hacia arriba, notando las esposas. Trago saliva con fuerza y quiso bajarlas, pero Chan puso una mano en su brazo y no se lo permitió.

—Déjalas arriba, no puedes bajarlas—ordenó y mordió su labio con fuerza, sacándole un gemido—Si lo haces, te dejaré de follar, me masturbare frente a ti y te dejaré aquí, ¿entendido?

Seungmin asintió rápidamente.

—Hazlo ya.

Chris sonrío de lado, incorporándose para ponerse el condón. Lo hizo lentamente, jugando con la poca paciencia del chico debajo suyo. Volvió a inclinarse y posicionó su pene en la entrada de Seungmin, pero nunca entró, desesperándolo mucho más.

—Chan, por favor.

—¿Por favor que? dilo.

—Follame ya, necesito que me destruyas.

Luego de una sonrisa burlona, entro de golpe y sin esperar a que se acostumbrara empezó a embestirlo. Seung trataba de no gritar, pero se le hacía imposible, los movimientos de Chris cada vez eran mejores y más rápidos.

Chan vio como los ojos de cachorro de Seungmin comenzaban a soltar lágrimas, eso lo excito más. Tenerlo de esa forma, gimiendo, retorciéndose en su lugar y pidiendo más lo prendía. Su mente se nublo y lo embistió con más fuerza, apretando sus caderas y subiendo sus piernas a sus hombros para tener un mejor acceso.

Pronto ambos sintieron el remolino crearse en su vientre bajo, indicando que iban a correrse. El primero fue Seungmin que no pudo contener el fuerte gemido, Chan siguió penetrándolo con fuerza, disfrutando como el menor decía incoherencias por la sobre estimulación. Cuando por fin se corrío, se dejó caer encima del chico, le quito las esposas y lo miro, ambos regulando sus respiraciones.

—No sabes en lo que acabas de meterte, Kim Seungmin.

—Mientras sigas follandome como ahora, no me importa, Bang Chan.

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