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Our sensual boy | hj x mnchn

Omegaverse

Hyunjin omega con olor a rosas y pasto / pelinegro
Minho alfa dominante con olor a libro y café / castaño
Chan alfa purasangre con olor a vino y lluvia / rubio

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Los días en la casa de la pequeña manada se habían vuelto tensos para Hyunjin, hacía bastante que Chris y Minho, líder y mano derecha le habían puesto el ojo luego de su más reciente celo. Fue inesperado, el pelinegro había estado siendo irregular los últimos meses y por su torpeza olvidaba tomarse los supresores, obviamente esa vez no fue la excepción.

Ambos alfas, uno purasangre y el otro uno relativamente normal, aunque controlador y salvaje cual purasangre, se les dificultaba mantenerse alejados de los que eran omegas en su manada, así que se encargaban de avisarse entre sí cuando eran sus celos para no estar presentes en la casa y no provocar un problema. En especial con Chris, al ser purasangre era un total salvaje en su celo y el único que lo soportaba de todos, era Minho. Y aunque fuera una "aberración" que un alfa esté con otro, era la única forma de mantenerlo a raya.

Aunque sinceramente, a nadie le importaba si era o no una aberración, era su propia manada, podían hacer lo que les plazca, en especial cuando prácticamente controlaban Seoul y gran parte de Corea del Sur y Australia.

Su manada constaba de ocho chicos, cuatro alfas y cuatro omegas. Chris, Minho, Jisung y Félix, alfas multimillonarios, le proveen todo a los cuatro omegas, Changbin, Hyunjin, Jeongin y Seungmin, al ser ellos los herederos de las empresas más grandes. Chris y Felix, hermanos, heredaron las empresas de sus padres y hacían negocios por todo Corea y la mayoría de Australia, teniendo de aliados a Minho y Jisung, otros herederos de empresas poderosas de Corea del Sur.

Si esas empresas caían, el país también.

Hyunjin intento no alertar a ninguno en la casa, pero no le resultó mucho, la casa estaba inundada del olor a rosas y pasto y el olor de su celo, lo que era peligroso ya que, solo ambos alfas estaban en casa. Sabiendo que una de las reglas era no trancar la puerta, se apresuró a tomar un supresor pero ya ambos estaban tocando su puerta, y segundos después entrando al no recibir respuesta.

Por suerte o desgracia, Jisung apareció antes de que pudieran acercarse a él, sacándolos de la casa y encargándose de darle un supresor a Hyunjin antes de que el mismo perdiera el control. Desde entonces, los coqueteos e indirectas sutiles estaban presentes, algunas eran tan notables que por las noches no podía dormir pensando en que pretendían esos dos.

Después de una buena charla con una de sus amigas de la universidad, Yeji, quiso darle un final a todo. Averiguar que era lo que querían y si estaba en lo cierto, también ganar la batalla mental que tenía.

Ese día, cuando se dio cuenta de que de nuevo en la casa no había nadie más que ellos tres, empezó. Se dio una buena ducha y se vistió y maquilló para la ocasión. Caminó por la casa hasta la oficina de Chris, antes de entrar tomo aire, inhalando el olor de ambos alfas, siempre eran imponentes y le causaban intimidación, pero ahora solo sentía nervios, aún así, entró tras dar dos golpes, con el corazón en la garganta y las manos temblando.

Si salía mal podían echarlo de la manada, y se quedaría solo.

Ambos hombres lo miraron por encima de sus pestañas, incorporándose en sus sitios para observarlo mejor. El mayor estaba sentado en su silla y Minho a su lado, de pie y con los brazos cruzados en su pecho. Vestían sus habituales trajes caros y pulcros, dándoles un aura más dominante.

—¿Necesitas algo, Hyune?—pregunto el mayor.

—Mm, si, de hecho—dijo en voz baja, haciéndolo ver tímido—Tengo una nueva coreografía, pero necesito opiniones.