Primera Vez

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Akaza estaba impaciente, ya había pasado un poco más del mes que le había dicho Kyojuro. Ya quería verlo.

Estaba esperando en ese denso bosque, en lo alto de unos árboles para poder sentir su presencia.
Y así fue, poco a poco sentía como se iba acercando a el, parecía que igual podía olerlo.
Decidió ir a alcanzarlo pues no quería que subiera hasta allá, tenia que ser algo caballeroso e Irlo a recoger.
Cuando lo alcanzó pudo notar el esfuerzo por mantener su cordura y seguir en pie.

A-Akaza... Yo, necesito que...- No pudo hablar más, el calor lo dominaba, empezó a cerrar sus ojos.

Kyojuro, no duermas todavía, ni si quiera hemos empezado.- Le habló para mantenerlo despierto.
Lo cargó en sus brazos hasta llevarlo a un lugar que había tomado hace tiempo podríamos llamarlo su "casa".

Todo huele a ti.- Dijo Kyojuro cuando llegaron.
Aunque no lo supiera, se le salían comentarios que al otro solo lo prendían más.

Era tan lindo verlo así, empezó a besarlo lento para que no se espantara.
Había prometido no ser duro con el, era un virgen después de todo.
Se ve que se había preparado para el, venía bañado olía bien.
Sus feromonas lo estaban embriagando, no eran tan dulces para empalagarlo ni ácidas para asquearlo. Era un olor relajante una toque de frescura y un poco a melocoton.

Siguió con su pequeño juego, iba abriendo el kimono qué traía puesto tocando el pecho y sus pezones, esta acción hizo qué el otro se quejara. Tenía que hacerlo más suave. Así que empezó a lamerlos mientras bajaba su mano para tocar el sitio qué le interesaba.
Su camino a la felicidad estaba tan cerca.

M-más, Akaza más. - Dijo casi suplicando, quería más contacto, la ropa sentía que le picaba.
No lo hizo esperar y terminó por dejarlo como había llegado al mundo.
Siguió su trabajo para prepararlo, tocaba su pene con cuidado acariciando la cabeza y aplicando presión poco a poco, el rubio solo podía gemir y gritar un poco.
Bajó un poco más a su entrada qué ya se estaba lubricando por la excitacion y el celo ayudaba demasiado. Metió un dedo para que se acostumbrara a la presión.
Se sentía extraño, nunca había tenido nada dentro de el. Empezó a morderse los labios haciendo qué sangrara.

Hey, no hagas eso, me dan ganas de comerte.- Le dijo el demonio relamiendose los labios.
Esto hizo qué se espantara un poco el Pilar. Casi se le bajaba la ereccion.

Pff es broma, es broma, no tengas miedo.- Siguió mordiendo su cuello, lo que hizo que saltara de susto.
Le daría un servicio especial por haberlo asustado.
Empezó en el cuello y siguió bajando con su lengua por el pecho y abdomen.
Finalizó dando besos en su pubis para hacerlo estremecer para después llevarlo al cielo. Empezó a dar besos en su cabeza, lamiendo todo el falo para después meterlo completo.
Hizo una garganta profunda como un experto, el rubio solo gritaba su nombre, que tierno.
Empezó a moverse más rápido subiendo y bajando, la saliva empezaba a humedecer a su lindo amiguito y el pre semen salía goteando. Parecía que ya casi llegaba.

No lo iba a dejar, así que lo sacó de su boca recibiendo un quejido del otro.

No puedo dejar qué te vengas sin mi, apenas empezamos.- Siguió metiendo sus dedos, está vez entraron dos, estaba buscando ese lugar especial. Supo que lo encontró cuando el Pilar empezó a gritar y gemir tan fuerte, sacando palabras sin ningún sentido.

A-Aka, no ¡Aah! Eso ¡Mmph!- Se escuchaba desesperado, no sabía que estaba pasando. Primero sentía un placer por la mamada qué le habían dado y ahora todo se multiplicó por lo que pasó atrás. Empezó a llorar por las sensaciones desconocidas qué estaba sintiendo, no sabía si era demasiado placer o si era dolor.
Definitivamente era lo primero, el dolor lo podía soportar mucho mejor.

JAJA Kyojuro eres tan lindo, me encanta todo de ti, tu olor, tu cuerpo.- Enterró sus uñas en el abdomen del otro y clavaba sus colmillos en el hombro derecho.
Esto le sacó un grito de dolor.

¡D-Detente! eso duele. - se quejó Rengoku.

Ya tenía casi los cuatro dedos adentro y el otro no mostró ninguna queja, ya era hora de empezar.
Le dio la vuelta forzando qué levantara el trasero y sosteniendo su cuello para que no se moviera.
Empezó a colocarse atrás de él, rozando su pene contra las nalgas del Pilar.
Este se tenso, sabia lo que venía estaba demasiado nervioso, esperaba que no doliera tanto.
Sintió como el demonio enteraba poco a poco, para su fortuna no sentía dolor. Realmente estaba siendo suave con el.
Sintió qué entro todo, no podía respirar bien, estaba intentando acostumbrarse a su tamaño. Akaza se quedó quieto por un momento para que lo aceptara.

¿Puedo moverme? Kyojuro.-Le susurro en el oído espantando al nombrado, no esperaba eso.

S-si, puedes hacerlo.- Respondiendo mientras giraba un poco la cabeza para darle un beso al pelirosa, también lo tomó por sorpresa.
Siguió moviéndose lentamente hasta que sintió qué ya era buena idea hacerlo más rápido.

¡A-Akaza! ¡Aaah! Ma-más despacio... - Se sentía muy lleno, era algo que nunca pensó necesitar.
Estaba a nada de venirse, sintió como el demonio daba estocadas certeras a ese lugar que lo hacía ver estrellas, no sabía que era eso pero le encantaba.

Kyojuro, hagamos lo juntos, correte conmigo.- Le dijo mientras mordía su oreja, cuello y espalda. Esas marcas estarían por días, algunas podían es ocultadas fácilmente, otras no.

¡Yo voy a-! ¡Aah! ¡Mmph! -Los dos lo hicieron al mismo tiempo, Akaza empezó empezó a salir lentamente de el, se desbordaba un poco el semen qué había dejado dentro.

No te preocupes, yo te limpio.- Le dijo para que no se moviera de su sitio, así que se acostó haciéndose bolita. Se tapo con las cobijas qué encontró.-Hey, espera hasta que te haya limpiado, sino te arrepentirás mañana.

Hazlo rápido... Quiero dormir. - respondió somnoliento, estaba terriblemente cansado. Aunque el no se había movido para nada.

Exigente estaba el mocoso, bueno, fue el quien dijo que lo haría.
Fue por un poco de agua tibia y unos trapos, cuidar de una persona así se le hacía extrañamente familiar, era algo estúpido.
El Pilar ya se estaba durmiendo, parecía que se estaba aguantando. Tal vez tenia miedo de que en verdad lo devorara.

Duerme tranquilo, no pienso comerte, me gustas más vivo. - a veces se le salían comentarios demás, pero parece que había funcionado pues el rubio quedó profundamente dormido. Terminó cubriendolo bien pues en esa casa nunca entraba la luz del sol por lo que estaba totalmente fría.

El no podía dormir por la noche, así que estaría haciendo guardia mientras lo veía dormir. Eso le causaba una sensación extraña en el pecho, algo que nunca había sentido. Prefería no pensar en eso, solo lo haría dudar.

Buenas noches, Kyojuro, descansa tranquilo. - Terminó dándole un beso en la frente.

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Hasta el atardecer Akaza x Rengoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora