Wrecked

Incomodidad

Guillermo sentía la mirada asesina del jefe mayor y se volvió más intensa cuando le entregó el contrato ya fijo, ese día soltó un gran suspiro para luego abrazar a Javier que lo felicitaba feliz por ese hecho, aunque al salir de la oficina, sintió un fuerte olor provocando que su mente uniera todo, absolutamente todo.

L: Entonces ¿Crees que esta enamorado de Chicharito y tiene celos de ti?

G: Es lo único que se me ocurre Lio, neta.

L: Debería preocuparme entonces....

G: NO PULGA, NO PULGAAAAAAA ¡En verdad no hay nada! Te lo juro por las zucaritas de chocolate.

L: ¡Es broma boluda! Es broma, además quiero decirte algo muy importante.

G: Suelta la sopa, suéltala

L: Tendré mi primera presentación en las noticias de aquí en España, así que...

G: Wow, Wow pulga... ¡Estoy feliz por ti! Te dije que serías un gran Chef...

L: Ojalá estuvieras aquí, quisiera celebrarlo contigo, aunque igual puedo ir

G: Amor, mi pulga... estas iniciando con tu proyecto, deja que madure y podremos vernos ¿Está bien? Así me das tiempo para ahorrar e irte a ver amor.

L: ¿En verdad lo dices? ¿En verdad?

G: Jamás te mentiría con ese sueño nuestro amor, te lo juro, maduremos un poco nuestro trabajo y pronto nos veremos.

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6 meses desde que entró a trabajar en OXXO y estar en el área de recursos humanos no era nada fácil, más bien, no tenía la paciencia para estar entrevistado personas donde podía conocer a detalles a la sociedad. Siempre se terminaba enterando de algunos problemas que tenían algunos candidatos ¡Inclusive iba el esposo celoso a encararlo y exigir en que tienda trabaja tal empleado! -- No puedo decirle, por seguridad del colaborador. Mejor vaya a casa y dialogue con su pareja – Soltó un largo suspiro mientras dejaba los documentos sobre la mesa, cansado de los días estresantes, aunque de la nada, un compañero le asentó un frappé.

Lo que le sorprendió es que era su favorito, moka, con jarabe de menta y leche deslactosado.

– Le pregunté a Javier, espero no te incomode –

– No, solo me has sorprendido Manuel... –

Guillermo no dijo nada más y se tardó en tomarlo ya que le resultó un tanto extraño aquella situación ni siquiera se hablaban o conversaban cuando estaban juntos, desde que se enteró que había platicado con Javier para que no le dieran el contrato fijo o de como inclusive llegó a decir que era demasiado novato para estar en la empresa prefirió marcar distancia con él. El día transcurrió con normalidad para él ni siquiera se percató que por lapsos el alemán Manuel Neuer se le queda observando; miles de reportes al fin entregados ese día que fue el último en irse de la oficina o al menos se creyó al notar a Manuel apoyando en la puerta de la salida.

– Te invito a cenar ¿Qué dices?

– Lo siento Manuel, tengo un compromiso. – Mintió Guillermo.

– Vamos Guille, te espere solo para invitarte a cenar... – Sonreía coqueto y Guillermo solo soltó un suspiro, no quería ser mal educado ni mucho que esto le diera algún tipo de problema que tensó su mandíbula al sentir aquella mirada, la reconocía perfectamente.