Cuando llegaste

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Antes de subir al avión se giró para despedirse de su amiga Shakira, que estaba emocionada ante el nuevo reto que ambos tenían pero sobretodo por ver a su mejor amigo ir al fin con su amor.

— Trae al guapetón a España ¿Eh? Muero por conocer al famoso Guillermo —

Aquello provocó risa en el menor y le dio otro fuerte abrazo a la colombiana, ambos se miraban felices. — Vos sabes que si, te dejo todo y nos veremos en unos meses... ojalá vengas a verme — El vuelo fue anunciado por segunda vez, señal de irse.

Nueve horas de vuelo pero la emoción eran al doble, aunque no le había dicho a su pareja sobre la mudanza definitiva. Un largo suspiro salió de sus labios y sus piernas sintieron un gran nerviosismo al sentir como el avión aterrizaba al fin en Mérida — Joder... estoy muriéndome — susurró para si mismo.

Del otro lado Guillermo estaba en la recepción principal del aeropuerto, agradecía que fuera pequeño así solo existía un pasillo que conectaba con todos los vuelos. Ver a su novio sonriendo un poco tímido y detrás de él varias maletas provocó que alzara ambas cejas y cambiando su expresión a una de sorpresa y confusión — Se me olvidó decirte que... solo compré un boleto para venir... llegue para quedarme —

Aquello resonó varias veces en su mente que empezó a soltar varias lágrimas de felicidad mientras poco a poco se fue acercando al más bajo — No me importa que diga el destino, quédate conmigo — Y Guillermo lo beso con mucho cariño, abrazándolo con fuerza y disfrutando de cómo Lio se aferraba a él e iban ignorando al mundo.

Al fin estarían juntos.
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Lionel Messi miraba a su novio jugar con sus mascotas y joder, amaba aquella sonrisa que era inevitable soltar varios suspiros cargados de amor. Tanto tiempo deseando verlo, conocerlo que inclusive después enterarse por su abuelo acerca de la muerte de Andrés Guardado.

Su mundo se quebró

Sintió el dolor de perderlo por completo

Lloró por el pecado de su hermano ¿cómo era posible que sus manos se tiñeran de rojo? Una fuerte opresión sintió en su pecho, dos pérdidas en el mismo momento. Maradona trataba de consolar al menor pero sin éxito, lloraba todas las noches e incluso había dejado de asistir a los entrenamientos y la universidad.

Emiliano jamás sería el mismo

Guillermo jamas lo amaría nuevamente

¿Para que luchar por aquel amor? Cada vez que su alfa lo mirara, vería a su hermano reflejado en él y por más que jurara que no era como Emiliano ¡No le iba a creer! Abandonó todo esperanza de tener algún futuro con él e inclusive, de seguir viviendo.

Dos personas muy importante en su vida ya no estaban junto a él y siendo sincero consigo mismo, tampoco podía perdonar a su hermano. "Vos debes entender que tu hermano, no siente arrepentimiento por haber hecho eso... asesinar al pibe, pulga, jamás será el mismo"

Su cielo
Su sueño
Su amor

Ahora yacían en el infierno por solo compartir su sangre. Por obligación de su abuelo regreso a los entrenamientos, a la universidad aunque Rodrigo y Sergio no veían al mismo Lionel. Por más que preguntaran y le hicieran saber que jamás estaría solo, no eran motivos suficientes para contarles todo aquel dolor que cargaba.

Su abuelo inclusive había entrado en una pequeña depresión después de la situación de su nieto mayor, la condición que cargaba su pequeño era algo que lamentaba y provocó más enojo hacia su hija que había rechazado a su propio cachorro por el simple hecho de ser "diferente"

Emiliano no tenía culpa de nacer como omega gamma. Su inestabilidad era parte de su propio ser, tan volátil como sereno. Escondiéndose entre supresores para no dejar que su aroma afectará al resto o inclusive a su hermano, repudiado de su propia familia "Abu... ¿Por qué soy diferente?" Entre lágrimas era la pregunta donde cada noche le hacía a su abuelo y jamás tenía una respuesta.

Un subgénero desconocido y repudiado. (Y era el único secreto que jamás sabría Lionel Messi ¿O sí? Los secretos jamás son para siempre)

La esperanza llegó a él cuando Robert se comunicó y le hablo acerca de Guillermo. Era como si aquellas nubes oscuras se tornaran blancas, iban despejándose de su mente aunque para mala suerte de ambos... Lionel había preferido irse a España a tratar de olvidarlo. Es que todo se dio en automático, como un efecto dominó y así cómo llegó el amor, sin anticipación, todo empezaba a formarse para ambos. Aquello lo tomó por sorpresa y poco a poco ambos retomaron aquella comunicación, provocando que sus lobos internos se regocijaran de felicidad al escuchar su voz.

Guillermo amaba a Lionel

Lionel amaba a Guillermo

Y esta vez, ninguno quería separarse.

Ambos tenían miedo y por momentos no sabían a dónde ir, cuando ambos sentían que deseaban morir o inclusive cuando veían el camino perdido ambos se buscaban para ayudarse mutuamente a pesar de la distancia.

"Quédate conmigo Lio, hasta que hacernos pasitas"

Aquello siempre hacia reír al argentino y sus mejillas siempre estaban rojas estando con su novio. Amaba cada faceta de él, su lado enojon y caprichoso, aquella sonrisa sincera que siempre regalaba a todo aquel que lo mirara. Su parte formal, donde lo sorprendía con su trato o el informal o de barrio como siempre decía, su lado más humano y natural.

A pesar de ser fosforito, siempre buscaba calmar a todos.

Amaba con sinceridad, sin pedir nada a cambio.

Guillermo, para sus ojos, era una obra de arte.

Su risa lo sacó de sus pensamientos y dirigió su mirada hasta donde estaba sentado — Pinché Harry, ya tienes hambre ¿Acaso crees que tengo de querido al director general de los Whiskas o qué pedo? —

Y el gato maulló como respuesta provocando un leve miedo en ambos. Podrían jurar que la mayoría de las veces, ambos gatos entendían cada palabra que decían y se sentían vigilados.

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Messi al despertar no pida evitar sonreír al ver a Memo a lado suyo, llenándolo de besitos pequeños por todo el rostro, siempre era correspondido por aquellos labios deliciosos.

— Hey Guille, donde quieras que estés quiero que recuerdes lo que fue una vez y siempre será... mi amor hacia vos es tan real, tan especial y que solo a vos quiero como alfa. — Aquello sorprendió mucho al mexicano que se sentó entre las almohadas y jaló a Messi que no dejaba de mirarlo, sonriéndole feliz y provocándole miles de mariposas en el estómago.

Es como si ambos fueran nuevamente aquellos adolescentes nerviosos ante la primera llamada que realizaron y conocieron su voz — Cuando llegaste. Bailamos toda la noche, mi vida giró en un instante y todo se olvidó. Contigo me siento mejor — Le susurró el alfa a Lio, abrazándole con más fuerza y besando su cuello de forma tierna. Disfrutando de su aroma dulce, a dulce de leche que se combinaba al suyo, a mentol con eucalipto.

Dulcemente refrescante.

— Amor, tenés razón, hueles a Vip Vaporub — y Guillermo soltó un gruñido pequeño seguido de un leve puchero. — Vos pareces un pibe malcriado... pero así te amo... por cierto no hagas planes con los pibes que hoy serás mi asistente... —

— ¿Eh? ¿Y eso? Le iba a decir a la Banda que nos lancemos a una cena ahí. En mi viejo molino... ¿Asistente? —

— Es sorpresa boludo... en la noche lo sabrás — se levantó de la cama para ir a preparar el desayuno dejando a su novio solo. Tenía un chingo de curiosidad pero para su mala suerte, su pulga era paciente e ignoro olímpicamente las infinitas preguntas del rizado hasta que se fue al trabajo, así que aprovechado la soledad de la casa le marcó a Mauricio para terminar de cuadrar todo acerca del evento de esta noche.

Y Guillermo se fue a la oficina con dudas, si algo odiaba era estar en suspenso, Javier agradecía eso ya que lo estaría molestando toda la tarde por la ausencia Ronaldo.

WreckedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora