YO SIEMPRE CONSIGO LO QUE QUIERO

Capítulo 42

LA DECISIÓN

+------------+

Muchas decisiones son difíciles de tomar. No siempre sabemos que camino correr. Somos imperfectos y nadie tiene el poder para hacer todo bien. Hoy acepto que soy responsable de lo que me pase. He decidido liberarme.

Estoy lista para que me odies.

¿Me siento preparada para tomar éste riesgo?

No lo sabía, de lo único que estaba segura es que debemos sobrevivir.

Reconozco que si fallo seré la única responsable de ésto.

Diría que posiblemente me suicidaría si algo le llegara a pasar al bebé pero es más probable que él me mate antes.

Así que tengo dos opciones, escapar y que todo salga bien, o huir que me atrapen y esperar que me maten.

No estaba dispuesta a aceptar la segunda por lo tanto tiene que salir bien sí o sí.

Estoy cansada de ser la débil. Desde que él llegó a mi vida no ha hecho otra cosa que controlarla.

Es como si le hubiera vendido mi alma al diablo, se supone que uno obtienes algo a cambio. Yo no obtuve nada. Solo tuve que aceptarlo sin más.

Cansada de la lucha, los secuestros, las muertes, enemigos, riquezas.

Yo nunca quise ésto. Ni siquiera me hubiera imaginado algo así.

"Él los va a proteger con su propia vida si es necesario."

Las palabras de María resonaba en mi mente.

¿Cómo podía creerle? ¿A él? Quien era capaz de mentir sin tener una pizca de remordimiento.

María. En el medio de todo éste dolor hizo que mi carga simulara ser más ligera con su cuidado. Pero a qué costo.

Él era el jefe de todos. Todos tenían que serle fiel a él.

Todo eran sus peones.

Yo confíe en ella, me había demostrado que aunque Dmetry era el manda más ella haría lo correcto.

¿Cómo se atrevió a mentirme? ¿Cómo fue capaz de hacerme creer que iba abortar cuando no lo haría? Él sabía todo.

Sabía cada unos de mis pasos.

¿Cómo pude volver a confiar después de saber que hasta mi propia madre se puso a su favor en contra mía?

Dmetry convirtió mi vida en lo que quiso.

Con su dinero compró a cada persona que tuviera a mi alrededor.

Mi padre, ese que nunca estuvo para mí había hecho algo, y no sabía si alegrarme por lastimarlo o llorar porque ahora mi bebé y yo corremos el riesgo de morir.

"Ese bueno para nada, lo único que sabe es ser un parásito."

Lo que siempre decía mi madre de él.