THE CARIBBEAN MEANS SAGA PRESENTES: Mini stories of the duology "Your Song".
11:11 | "Donde Evaluna aprende a vivir una etapa donde el amor le parece que lo ha pérdido o donde Ben Barnes le puede ayudar inconsientemente a volver a amar".
E.L.S. | "D...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
📍 22 de Noviembre de 2019 | Budapest, Hungría.
Evaluna P.O.V.:
Julieta se había ido, o bueno yo lo había mandado a irse ya que no era necesario quedarse estancada conmigo. Además tenía la excusa de que necesitaba unos segundos de respiro y organizacion, pero la realidad es que ahora no le encontraba sentido al tiempo y a los números que complementaban el dia a día.
Era un asco.
Aunque con la invitación de Sara a ir a dónde sea que se encontrara para acción de gracias, la soledad se disminuiria un poco, pero aún seguía el dolor emocional. Y aún más me afectaría al ver a la morena que tenía tanto de él.
Sacudi mi cabeza para alejar ese pensamiento y centrarme en la libreta abierta que tenia al frente. Algunas ideas, anotaciones regadas y planos que ahora no les veía sentido. Reposé mi lápiz en el medio del corte del objeto y me dejé acomodar en el asiento, ya que solo veía eso y me daba una sensación de...nada.
¿Será que ya había pérdido la magía?
¿El gusto por ello?
—Hey—volteé al llamado y la morena me sonrió, haciéndo una seña que me acercara—¿Quieres ver la siguiente película conmigo?
Asentí, ¿por qué no?. Dejé todo en orden y quite la mesa plegable con mis cosas que las guardé en mi cartera. Agarré uno de los audífonos que me dió Vega y me sumergí con ella en otra historia.
Agradecí desde primera plana cuando vi que la presencia de Vega me acompañaría en esta aventura a Hungría para ver a Sara y pasar con ella unas festividades, porque no me sentía muy bien irme yo sola hacia el país frio donde hasta las pestañas se te congelaban. En un viaje de al menos 2 horas, convivimos un momento de distracción o era yo disimular mi tristeza con la convicción de que este viaje sería de no recordar algún evento de esa vez.
Pero siempre era lo contrario.
Bajarnos de aquel avión, el trámite, el ajetreo y la gente hablando por doquier me recordaba a esos viajes que hacíamos para visitar a su familia en Los Ángeles mientras vivíamos entre Miami y Ciudad de México. Un total y divertido caos.
Quedándome detras de Vega, para seguirle sus pasos mientras buscaba a Sara con la mirada, salimos a la multitud que esperaba con ansias a sus familiares recibirlos. Aparté rápidamente mi vista de la escena que cristalizó mi corazón en trocitos, donde el chico castaño tenía unas flores en su mano fue abrazado por una castaña con una fuerza energizante y se reían de la felicidad o de...estar enamorados.
—¡Vega, Eva! ¡Aqui estoy!—gritó una voz reconocida para ambas, a lo que nos dirigimos hasta ella y encontrarnos el oro en nuestra búsqueda del tesoro—¡Vega!
Sonreí al ver aquella morena, que salió a abrazar efusivamente a su hermana que se quejó por su emoción, pero luego recibió su abrazo con cariño. Una escena que siempre adoraba verla, porque solo veía a dos niñas pequeñas amorosas e inocentes de todo mal, cómo si nada hubiera pasado y cómo si todo siguiera igual.
