La razón de Eva.

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En la actualidad donde pocos creen en el verdadero amor y cada día se extingue la empatía hay una chica que aún cree en este tan… casi extinto sentimiento, 

Su nombre es Eva Mcgraw, una adolescente soñadora e inteligente que al igual que las demás a su edad anhela vivir un amor bonito. Si bien es cierto que ella quería enamorarse también ha sido una testigo de los dramas de amor de sus amigas; cosa que no quería en su vida.

Eva y sus amigas, Grecia y Antonella, se encontraban reunidas en una heladería, pues era un día muy caluroso y que mejor plan que comer un frío y delicioso helado.

—Eva ¿Cuándo será que te consigues a alguien? ¿Acaso no estás cansada de estar soltera? —Comento Grecia. 

Un silencio se hizo presente, Antonella se percata e interviene hábilmente.

—Grecia no te olvides que estar soltera está de moda. —Comenta con gracia.

—No arruines el momento, y deja que Eva responda.

—Si ella no quiere no tiene porque hacerlo.

Eva no quería responder, no porque estuviera incómoda, pues se sentía en confianza con sus amigas, el problema era que no estaba segura de si la entenderían.

—Ustedes dos, no empiecen una discusión por esta bobada, parece que siempre buscan una excusa para pelearse. —Dice Eva mientras sigue saboreando su helado. —Mejor sigan disfrutando de la tarde y está delicia creada por los dioses.

Grecia estaba inconforme, ella no le gustaba que la dejarán con dudas, por otra parte Antonella no presionaba a su amiga aunque en el fondo las ganas de saber su respuesta le carcomian por dentro. 

Siguieron comiendo y platicando de otros temas, al terminar salieron del local a recorrer las calles. En el camino se toparon con varias situaciones:

La primera de ellas fue ver a una pareja discutir y luego reconciliarse.

La segunda, vieron de lejos a dos hombres de la calle, uno de ellos se encontraba maldiciendo por su situación, por otra parte el otro era amable con los animales que estaban en las mismas condiciones que ellos, es decir en la calle, abandonados a su suerte.

Y la tercera fue ver a una familia la cual se veía feliz.

Eva estuvo siempre atenta a cada detalle de manera minuciosa, y según lo que pudo ver efectivamente era una familia muy funcional, sin fingir, si aparentar, y en sus acciones e interacción entre sí se podía notar el amor, el respeto y que no todo es perfecto, pero siempre existe la perfección en la imperfección humana, el crecer a manera personal.

Las tres jovencitas continuaron con su día de amigas y sus actividades programadas; Al finalizar el día cada una regreso a su casa, pero la noche aún es joven, según las chicas y lo que menos querían era irse a dormir e implementaron la tecnología, es decir realizaron una videollamada grupal para continuar con su conversación.

Antonella les contaba a las chicas sobre algunos chicos guapos que vieron en medio de su pequeño paseo por el centro comercia mientras se ponía una mascarilla facial.

Grecia acotaba y afirmaba la hermosura de hombres que eran el par de muchachos que menciono Antonella anteriormente, lo hacía con gran emoción.

Eva solo reconoció que eran atractivos pero no eran su tipo, esto activo nuevamente dudas en sus amigas, había confianza entre ellas así que era algo natural que se preguntarán sobre la orientación sexual de su amiga luego de su respuesta.

—Eva sabes que te queremos y te vamos a seguir queriendo por siempre ¿verdad? —Comenta Grecia tanteando el terreno para continuar —Si te gustan los chicos o no, eso no es un impedimento para nuestra amistad.

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