Capítulo 28

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  Tomó una bocanada de aire y sintió como presionaban con fuerza una de sus manos, acción que lo hizo volver a la realidad y abrir sus ojos con desesperación. El pecho le subía y bajaba con brusquedad al mismo tiempo que miraba todo a su alrededor, alarmado y atento a lo que se encontraba a su alrededor. Isabella lo miró asustada al verlo en tal estado, usualmente el Taehyung que ella conocía no le tenía miedo a nada, pero en esos momentos, él estaba mucho más que asustado.

—Tae... —murmuró ella y él volteó a verla al instante, viendo como su expresión se relajaba en cuanto cruzaron miradas. —, tus ojos están... sangrando.

  Él soltó su mano al igual que la de Mandy y se llevó las manos al rostro, teniendo recuerdos de lo que acababa de revivir hace tan solo segundos.
  Con el pasar de los años el sentimiento de la neblina dentro de él se había disipado, pero en esos momentos, lo sentía como si la situación hubiera sucedido de nuevo.

  Al alejar las manos de su rostro vio el líquido rojizo y el temblor de sus manos que lo hicieron casi entrar en pánico. Miró a su alrededor una vez más, teniendo demencia en cuanto vio el vestido rosa detrás de Isabella, aún más cuando subió los ojos lentamente hasta chocar con esos marrones.

  Mismo vestido de esa noche.

  Ruby, parada detrás de la morocha le sonreía feliz. Miró sus delgados labios los cuales le susurraban "te amo", y cuando parpadeó ella ya no estaba allí, pero desesperado comenzó a buscarla a través de la habitación. Tomó pie y miró en cada rincón, esperanzado de poder encontrarla, pero sin resultados positivos. Ni siquiera se percataba que las lágrimas seguían cayendo de sus ojos, aún siendo rojas.

—Taehyung.

  Miró a la anciana y ésta negó con su cabeza.

—Ella no está aquí Taehyung, y lo sabes perfectamente.

  El asiático soltó un suspiro y en cuanto se miró en el reflejo del espejo colgado en la pared volvió a caer en la realidad. Se limpió las mejillas y se tomó unos minutos para tranquilizarse. Por mientras, las tres mujeres se mantenían en completo silencio; Mandy analizando lo que acababa de ver, Isabella preocupada por la actitud de Tae, y Tamara sin entender nada.

—Necesitamos contactarnos con ella. —murmuró la mayor.

—No, no hará eso. —sentenció Taehyung.

—Debemos.

—¡No!, ¡Ella me hizo esto!

—¡Y por eso mismo debemos contactarla!, ¿Acaso no quieres librarte de sus cadenas?

  El asiático la miró con desesperación, porque ella tenía razón, quería soltarse de su pasado, de todo lo que tenía que ver con esa mujer, incluso si eso significaba lo peor.

  Tomó otra bocanada de aire y volvió a tomar asiento en su lugar, sin percatarse de los ojos de Isabella sobre él. Mandy, quien disimuladamente iba encajando todas las piezas, solo se dignó a responderle.

—De acuerdo, ella solo quiere venganza, y por más que haya dado su alma por ello, sigue estando atada a ti —comenzó a explicar. —. Las brujas somos codiciosas y muy rencorosas, estoy segura que te ha estado siguiendo todo este tiempo y observando cada mínima cosa que hagas.

  Isa se estremeció a su costado, y cuando volvió a mirar hacia arriba, se topó con el ceño fruncido de Taehyung, sin comprender su comportamiento dejó que él tomara una de sus manos con fuerza antes de seguir escuchando atento las palabras de Mandy.

—No se cansará de seguirte Taehyung, debes eliminarla.

—¿Te refieres a matarla?

—Ella murió cuando te maldijo, me refiero a eliminar su ente, el mismo que te sigue cargando con esos hilos negros.

𝒯𝑒𝒹𝒹𝓎 𝒷𝑒𝒶𝓇  | 𝐊. 𝐓𝐇 Where stories live. Discover now