Indicó con autoridad, el asiático odiaba tener que tomar baños en su forma gatuna, pero Colombia insistió hasta que baño a el felino.
–haz estado todo el día tirado en esa caja, si la gente te ve, va a pensar que estás loco...bueno, lo estás, pero no quiero tener que lidiar con las viejas chismosas de mi barrio.
–¡¿Y que?! !No me importa lo que digan los demás!- Colombia se cruzó de brazos, los dos se miraron fijamente- No pienses que con esa mirada me intimidas, asqueroso mortal.
–Pues vives conmigo ahora...- el imperio no dijo nada e ignoro a el chico, Colombia suspiró agotado- toca aplicarte lo que me decía mi mamá.
Agarro de la oreja a el japonés.
–¡Ay! ¡Oye! ¡Suéltame!
–¡¡Mientras usted viva bajo mi techo hace lo que yo le diga!!-de la nada, saco una chancleta.
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–...¿Estás bien?
–No- respondió el colombiano, Imperio japonés se acercó y toco la cabeza del chico– Necesito que vayas a la tienda a comprar dos acetaminofén.
–¿Ace que?
–Acetaminofen.
–...¿Dónde queda la tienda?
Narra imperio japonés.
Esto no me está gustando ¡Toda la maldita calle está llena de agua! ¿¡COMO SE SUPONE QUE PASARE SIN MOJARME!?
–¡Mira! ¡Un gato!
Una estorbosa niña se me acercó...¡que ni se atreva a tocarme! Derrepente me sentí en el aire, la niña me cargo y comenzó a pasar la calle junto...¿su madre?...bueno al menos me sirve de algo, mire la tienda y de las malas me separé de la molestias niña, me escondí detrás del árbol y retome mi forma original, me acerque y mire fijamente a la chica que atendía, la mujer abrió sus ojos y note un sentimiento de nerviosismo en su ser, ignore eso y hablé.
–necesito una ace...aceta...una pastilla para el dolor de cabeza.
Mierda, esto es tan embarazoso ¿Cómo es posible que no sepa pronunciar esa maldita pastilla?
–¿Quiere un dolex?
–No, una acetamir...usted me entiende- sonreí lo más falso que podía.
–ahh...¿Un dolex?
Coloque mis manos encima del vidrio con fuerza.
–No quiero esa porquería, quiero una acetamirfien.
–...¿Y si mejor se lleva el dolex? es que le servirá para el dolor muscular, la fiebre...
–QUE NO! O ME VENDES LA MALDITA ACETA O TE MANDO A LAS PROFUNDIDADES DEL INFIERNO MALDITA HUMANA BRUTA!!
