11

2.4K 292 28
                                    

El cine es... No hay palabras para describirlo, simplemente asombroso.

Draco se asustó, se impresionó, se maravillo, tantas emociones que cuando los tres salieron de esa sala oscura dónde pudieron ver explosiones, que Harry tuvo que explicar no eran reales, tantas armas muggle que Harry tuvo que explicar nuevamente, escenas de besos, de abrazos. Honestamente se divirtió.

Por un segundo pensó que Harry no, por la cantidad de cosas que le preguntaron tanto él como su madre, pero no parecía molesto, tenía una sonrisa y su mano extendida hacia él en cuanto las luces se prendieron, Draco por su puesto que se la dió.

Ahora están en la planta más alta de la "plaza" escuchando atentamente a la explicación de su prometido sobre que es la comida rápida y como se pide, para poder comer algo, Harry dijo que la comida del cine era demasiado cara y no valía la pena.

En ese momento Narcissa volteo a ver a su hijo, preguntando con su mirada si había escuchado bien, Draco le devolvió la misma mirada. Iban a decirlo, a recordarle a Harry que son ricos, que cambiaron una cantidad bastante grande de dinero a libras como para que les diga eso, pero Harry ya había avanzado a la sala esa antes de poder decirlo.

En fin, después de pedir comida que su prometido juraba era muy buena se sentaron a platicar en una mesa por ahí, Draco se sentía a gusto, completamente feliz, ya podía imaginarse salidas así todos los fines de semana, quería que se llevarán bien, después de todo serán familia en cuanto se casen.

"¿Cuáles son tus flores favoritas? Y porque son los lirios"

Harry se ríe. "Tú sabes porque"

Narcissa los ve jugar, platicar mientras que con frecuencia se toman de las manos, está seguro que ni siquiera notan que lo están haciendo.

Se siente muy feliz por ver a su niño así, lleno de amor, sonriendo con tanta frecuencia.
Eso cambio cuando en una pantalla, saben lo que es una pantalla, después de llevarse el susto de su vida cuando vieron una por primera vez, se anunciaba sobre la fuga de un "muggle" peligroso de la cárcel.

Pero esos ojos grises son inconfundibles, ella los ve cada mañana que despierta mientras se arregla en el baño, en cada momento que habla con su hijo y cada sábado que ven las fotos de su propia infancia y la de Lucius para satisfacer la curiosidad de su niño.

Los ojos Black.

Grises y profundos, capaces del amor más puro o de la crueldad más desgarradora.

Harry nota como la mujer deja de verlos y voltea a ver la tele, pensando que está hipnotizada con la belleza de algo que ahí se muestra.

Pero ve las noticias en su lugar.

Tal vez, tiene miedo, es entendible, después de la película que acaban de ver, vieron el daño que las armas pueden hacer, está a punto de intentar calmarla, decirle que no se preocupe, que después de todo las autoridades muggles se harán cargo cuando Narcissa levanta la mano en una manera muy fina, casi precisa, eso distrae a Draco de su comida, quien se para de inmediato y empieza a guardar la comida.

"Tenemos que irnos, por favor Harry, si fueras tan amable de ayudar a Draco" la mujer va a pedir algo a la barra, cuando volteo a ayudar a su prometido el ya tiene la mayor parte de las cosas guardadas.

"¿Qué pasa?"

"No tengo idea, pero se que tengo que obedecer"

"¿Listo? Terminamos de comer en casa, lo siento niños" extiende su mano, Draco la toma de inmediato, ofreciendo la otra a Harry, la comida en manos de Harry ya Narcissa.

La mujer camina rápido, los niños casi tienen que correr para llevarle el paso, llegan a un callejón alejado, oculto de los ojos chismosos, desaparecen.

El chico de la falda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora