VI

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New se despertó sobresaltado por los repentinos ruidos en su habitación. Entre la neblina del sueño y la oscuridad de la noche pudo distinguir dos figuras vestidas completamente de negro, una de ellas cerca de su ventana y la otra al lado de Nat quién se notaba sorprendido de verlo despierto, pero en aparente calma ante los intrusos.

Movió su cabeza de un lado a otro tratando de despejar el sueño y ser capaz de entender lo que sucedía.

"Nat, ¿qué...?" sus palabras murieron en su boca al notar la pila de objetos a los pies de Nat. Libros, cobijas, accesorios varios... Todos los artículos carecían de valor monetario, sólo eran regalos que le había hecho su madre, artesanías y baratijas por las cuales no conseguiría más que unas pocas monedas.

"New, no es lo que parece, este es el hombre del que te hablé, el que conocí en el mercado, vino..." Nat se apresuró en hablar, tratando de explicarle, pero fue interrumpido.

"¿Me estás robando, Nat? ¿Vas a tomar las pocas cosas que poseo y te vas a escapar con él?" gruesas lágrimas corrían por el rostro del chico, se sentía traicionado por su mejor y único amigo. "Sé que no tenemos mucho Nat, y entiendo si te quieres escapar, no te lo voy a impedir, pero no te puedes llevar mis cosas. ¡Son mías! Son los regalos que mi madre hizo para mí, es lo único que me queda de ella, ¡No te los puedes llevar!" mientras más hablaba New más alto sonaba su voz, lo cual puso a los demás en la habitación en alerta.

El primero en moverse fue el capitán. Quién se acercó rápidamente a la cama mientras sacaba algo de su bolsillo.

"Max, no hay tiempo para explicaciones, recojan lo necesario y vámonos" ordenó. Estando ya cerca del chico acercó a su nariz el frasco que había sacado de su bolsillo, contenía un somnífero que lo incapacitaría en menos de un minuto.

"¡Aléjate de mí! ¡No me toques! Nat, detén esto... Por f..." los gritos del chico pronto fueron perdiendo fuerza conforme el somnífero hacía efecto.

Zee se dió la vuelta para mirar a los otros dos ocupantes en la habitación.

"Max, ¿qué diablos haces ahí parado? ¡Vamos, muévete! Ayúdame a sacarlo por la ventana. Me adelantaré con él y ustedes encarguense de coger sus pertenencias". Hablaba mientras se encargaba de liberar el cuerpo del chico del lío de sábanas, pero al ver el ligero camisón que llevaba puesto decidió usar una de las mantas para cubrirlo un poco del frío aire nocturno.

Cargó al chico en sus brazos y se dirigió a la ventana por la que había entrado, donde su primer oficial lo ayudó a sacarlo.

"Nat" dijo sorprendiendo al rubio, "toma solo lo estrictamente necesario. No te preocupes por la ropa o mantas, nos encargaremos de eso más adelante. Solo asegúrate de traer cualquier objeto que sea importante para él, ¿entendido?" Zee escuchó la respuesta de parte del rubio y se alejó de la casa por el único camino de acceso que tenía la propiedad. Al ser un islote, una sección de tierra separada del resto de la isla, su única conexión con el resto de la ciudad era un puente.

La ciudad estaba plagada de este tipo de propiedades unidas entre sí y a la isla, por puentes. Aunque eso ahora mismo era una desventaja para sus propósitos, cualquiera que lo viera caminando por el puente sabría que venía o iba a Crow's Nest. Esperaba que Trelene siguiera favoreciendo su camino y evitara que se fuera a encontrar con algún soldado Luminatii.

❁❁❁

Al cruzar el puente se alejó lo más rápido que pudo del camino a Nido de Cuervos. Manteniéndose por calles secundarias y callejones. Para su suerte, la propiedad de Crow's Nest estaba relativamente cerca de la Bahía de carniceros y por tanto cerca de donde estaba atracado su barco. Unos cuantos metros más y podría dejar al chico en su camarote a pasar lo que resta de la noche y hasta que hubieran zarpado.

Se detuvo a punto de salir del resguardo de un callejón para tomar el amplio camino que lo llevaría al puerto, cuando escuchó el inconfundible trotar de los soldados.

"¡Maldita sea!" juró en voz baja pensó mientras bajaba el cuerpo inconsciente de New apoyándolo en la pared mientras usaba la manta para cubillo un poco. Enterró el rostro en el cuello del chico y llevó los flácidos brazos a su cuello, simulando ser dos amantes desesperados en el fuego de su pasión. Toda la escena estaba acompañada de gemidos y respiraciones profundas y movimientos obscenos.

"¿Quien anda ahí?" gritó uno de los soldados al ver las figuras que se movían en la oscuridad del callejón. Zee levantó el rostro luciendo su mejor gesto de confusión y sorpresa.

"Oh, buenas noches oficial" dijo Zee con voz ronca. "Me disculpo, estábamos de camino al puerto.... pero nos detuvimos un momento. Ya sabe como es..."

"¿Quién te acompaña?" preguntó el soldado, acercándose a Zee con su antorcha en manos.

"Oow, mmm. No sé su nombre, es un dulce chico que tomé en la taberna de Mercurio, íbamos a pasar la noche en el cuarto que renté, pero algunos borrachos armaron alboroto y decidí que lo mejor era regresar al barco."

"¿Estuvo usted involucrado en la pelea?" inquirió el soldado.

"No señor, nosotros ya estábamos en la habitación cuando sucedió" la mente de Zee funcionaba a mil por horas, tratando de buscar una forma de librarse de los oficiales, lo más rápido posible.

Risas se escucharon al otro lado del callejón, donde dos figuras tambaleantes se acercaban a ellos, mientras reían y cuchicheaban.

"¡Oiii, Josh! Mira lo que conseguí, un dulce chico para que me acompañe en el viaje de regreso" Zee reconoció la voz de Max, aunque sonaba aletargada, como si estuviera borracho, lo cual él sabía no era el caso, pero los soldados no tenían tal conocimiento. "Oww, buenas noches oficiales" dijo fingiendo no haberlos visto hasta ahora. "¿Está mi amigo en problemas, oficial?"

"No". Contestó Zee, aprovechando la oportunidad para poner a su amigo en contexto. "Solo le decía a los oficiales que nos dirigíamos de vuelta al barco a pasar la noche luego del alboroto que se hizo en la taberna."

"¿Y cuál es exactamente al barco al que pertenecen?" preguntó el oficial mirándolos con sospecha.

"El Cursed Manta, señor. Atracamos hace unos días y mañana zarparemos rumbo a Blackbridge" respondió más rápidamente. Con esa información nadie los relacionaría con el Tetera del Mar.

"Bien, pueden irse. Para una próxima ocasión, asegúrese de mantener sus asuntos en la privacidad de sus habitaciones o las barracas de sus barcos" dijo el oficial, dándose la vuelta sin esperar respuesta por parte de los cuatro hombres. El desdén palpable en su voz.

Max y Zee se miraron brevemente antes de retomar su andar y llegar a su destino, asegurándose de que no hubiera cerca ningún soldado que los viera subir al Tetera del Mar.

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⏰ Last updated: Apr 17, 2023 ⏰

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