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Wyatt Langford.

Julia.

No me concentro en la partida de fútbol que juego en el Play Station, por lo que decido parar dejando el control de lado y apagando la consola.

Son muchas preguntas las que pasan por mi mente. Es esa curiosidad que me carcome y algo de estrés por no saber cómo solucionarlo y ayudar.

Salgo de mi habitación y bajo las escaleras yendo a la cocina donde encuentro a mis padres muy amorosos el uno con el otro mientras entre los dos preparan algún postre.

Ambos me ven entrar y sentarme en la encimera y no dicen nada, más que ofrecerme una galleta.

Mi padre es psicólogo, sé que fácilmente puedo preguntarle a él, por lo que pienso bien como soltarle la pregunta.

-¿Cómo te fue en el examen del viernes, Wyatt? - pregunta mi papá con la intención de hacerme parte de la conversación.

-Supongo que mal, era mates. -respondo.

Ambos dejan de hacer lo que hacen para mirarme. Mi madre con una mano en la cintura y una mirada retadora y mi papá, bien sabiendo que bromeó, con una sonrisa y negando con la cabeza.

Jalo a mi mamá hacia mí y la abrazo mientras dejo besos en su mejilla.

»¿Que preparan? — pregunto curioso.

—Pie de limón. Nos va a quedar buenísimo ya verás. —ambos se dan un beso en los labios.

Siempre he admirado su relación, es sana y basada en el respeto, la confianza, la comunicación y la comprensión. He tenido el mejor ejemplo de como se debe tratar a una mujer y de como debo de ser tratado.

—Que asco, respetenme la cara.

—Eso te diré cuando te vea dándote besos con tu futura novia. —dice mamá.

—¿La vecina no es su novia ya? Los he visto juntos. —alega papá.

Ojalá.

—No son novios, cariño, son amigos. —explica mamá.

—Aún. —aclaro.

—¿Y ya se han besado?— inquiere papá.

—¿Por qué? —inquiero.

—Si ya se besaron son novios, en mis tiempos era así.

—Esta generación no es como la nuestra mi amor, además, eso no es muy psicológico de tu parte. —mamá acaricia su mejilla.

—Justo ahora soy papá, no psicólogo, hay tiempo para todo.

—Te necesito en modo psicólogo, tengo una pregunta.

Él me da su atención mientras mamá sigue con la preparación del postre.

—Habla.

—¿Por qué una persona permanece en una relación tóxica? ¿Cuál es la necesidad de permanecer con quién solo te hace daño?

Mamá, a pesar de que sus manos continúan en el postre, coloca sus ojos en papá, quien permanece en silencio unos segundos mientras a su vez respira profundo.

Espero paciente y él toma asiento frente a mi.

—Existen muchas razones, Wyatt. Cada persona puede tener razones diferentes, puede ser baja autoestima, falta de afecto o vacío emocional que intenta cubrir con otras personas. — Lo escucho atento— Una persona con falta de cariño o amor, intentará encontrarlo dónde sea,  y dónde reciba la más mínima pizca de esos sentimientos tan deseados ahí permanecerá.

Por toda la eternidad.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang