XIV

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En la casa de nuestro joven matrimonio había música y celebración en el jardín trasero.

La familia y amigos de ambos estaban felices en el baby shower de Spreen, algunos charlando, otros bailando y Quackity fue delegado al trabajo de entregar bocadillos.

— Pinche Rubius, culero— Quackity se quejó— Y todo por andar de mamador con su chamaco—

Más allá de Quackity y su charola de salchichas cocteleras, Spreen estaba pegado a Rubius, abrazándolo bastante.

— Te quiero mucho, pá— Dijo Spreen, llegando su cara al pecho del omega mayor.

— Oh Spreen, también te amo, mi niño— Rubius respondió, acariciando la cabellera de su hijo.

Algo lejos de ahí, en la piscina estaban Roier, Aldo y Mariana, el primero estaba sentado en la orilla junto a Mariana, ambos con las piernas en el agua y Aldo estaba sobre un gran cisne inflable flotando sobre el agua.

— Nunca había visto a Spreen tan meloso con ninguno de sus papás— Dijo Aldo.

— Él nada más está aprovechando los últimos momentos siendo el consentido— Roier respondió, comiendo de su gelatina.

— Ah chinga, ¿Y por qué?— Preguntó Mariana.

— Por eso— Roier señaló hacia la entrada al jardín trasero.

— Ugligli—

— ¡Titi!— Rubius gritó, alejándose rápidamente de Spreen para luego correr y tomar al niño de peculiar cabello verde, levantándolo— Mi niño consentido—

El niño soltó una risita mientras Rubius le hacía cosquillas con su barba.

— ¿Qué onda, Titi?— Spreen sonrió saludando a su pequeño primo.

— Saurio— El pequeño niño extendió sus manitas, mostrando dos dinosaurios de juguete.

— ¿Son para los bebés?— Preguntó Spreen, tomando los juguetes.

— Du— Titi asintió.

— Gracias—

— Tan lindo ni niño, ¿Quieres caramelos?— Rubius preguntó y Titi asintió varias veces— Vamos por caramelos—

Spreen solamente se rio al verlos irse.

— Juro que quiere a Titi más que a mí— Spreen dijo y soltó un suspiro empezando a caminar lentamente.

— ¿Ocupas ayuda?— Preguntó Karl, acercándose a él y ofreciendo su brazo.

— Por favor— Spreen tomó el brazo del otro omega— A la pileta por favor—

Karl ayudó a Spreen a acercarse poco a poco a la alberca.

— Hola, mi amor— Roier saludó— ¿Necesitas algo?—

— No— Spreen negó— Solo quería acercarme al Sol un poco antes de abrir los regalos—

Karl ayudó a Spreen a sentarse en una de las sillas y el omega embarazado pudo descansar al fin.

— Tus papás se la rifaron con la fiesta, Spreen— Aldo dijo, levantando su bebida.

— Simón, ya quisiera yo que mis jefes me hicieran fiestas así, pero al menos mi novio sí me consiente— Mariana dijo y volteó a su izquierda— ¿Y Foolish?—

— Dónde crees— Dijo Aldo en respuesta.

— ¡Ayuda!— Gritó Foolish.

— ¡Otra vez en el puto árbol!— Mariana se levantó para después irse caminando al árbol del patio— ¡Foolish! Cabrón, ¿Cuántas veces debemos tener esta plática?—

Spreen y Karl empezaron a reírse, recibiendo también a Robleis y Carre quienes acababan de llegar.

Mientras eso pasaba, Roier dirigió una mirada a Spreen y su sonrisa se fue borrando gradualmente, luego miró el agua.

Spreen está esperando gemelos, pero su barriga no es del tamaño de gemelos. Roier se la pasó leyendo del tema, el vientre de Spreen era muy pequeño para tener gemelos.

Y Roier se preocupaba por eso, solo espera que sus hijos estén bien.

Continuará...

Teen DadsWhere stories live. Discover now