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El aliento del alfa se mezclaba con el dulce olor del omega, su corazón comenzaba a latir más rápido de lo normal, sus manos comenzaron a sudar y la piel comenzó a erizarse... era su lobo, pedía con desesperación tomar al omega, pero no podía permitirse eso, lo asustaría...

Se quedó estático, la decisión dependería del omega, sin importar lo mucho que deseara besar esos dulces labios rojos, no forzaría nada.

- Emmm, yo... yo... gra- gracias - dijo el ojimiel mientras tomaba el lápiz y se separaba un tanto nervioso

- Es un placer - respondió el rizado mientras regresaba a su lugar sin dejar de verlo a los ojos – y bueno ¿de dónde vienes?

- De... de Toluca

- Yo también...- se dió cuenta que Joaquín lo observaba curioso - bueno no de Toluca cómo tal, soy de Cuernavaca.

La tarde pasó entre una cómoda y amena conversación, mientras comenzaban su proyecto, Joaquín observaba curiosamente al alfa, le parecía fascinante la forma en que arrugaba la nariz y cómo los hoyuelos emergían cuándo el alfa sonreía.

Emilio observaba de manera descarada al omega, no quería perderse ni un sólo detalle de él, lo mucho que movía las manos al hablar y la manera en que enchinaba los ojos y un par de pequeñas arruguitas se formaba al final de ellos cuándo sonreía – es hermoso, es tan perfecto - pensó el alfa...




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- A ver Joaco, tuvo la oportunidad de besarte ¿y no lo hizo? ¿estás seguro de que me estás hablando de un alfa?, porque tú sabes que esos trogloditas no se controlan y muchas veces hacen lo que les dá la gana sin nuestro permiso - Nikolás estaba muy confundido con lo que el ojimiel le acababa de contar

- Si Niko, lo sé por eso es por lo que me asombro tanto, se notaba que su alfa quería hacerlo, pero él lo contuvo - dijo recordando ese momento tan íntimo entre ellos

- ¿Su alfa? ¿cómo podrías saber eso tú, si no te ha marcado? - pregunto Nikolás con cierta confusión

- Porque mi omega también lo quería, lo sentí, sentí cómo si quisiera salir de mí, te dije que él es mi alfa y sabes que no es necesario estar marcado

- Lo sé, pero eso sólo sucede con los destinados - dijo el rubio algo confundido con la situación de su amigo - y no creo que sean destinados Joaco, apenas y se conocen.

- Te digo que lo siento aquí - dijo poniendo su mano en su pecho - mi omega lo siente, él es mi destinado.

Nikolás se quedó pasmado ante la confesión del ojimiel, se cuestionaba ¿porqué un alfa se iba a contener con un omega? Y ¿cómo su amigo sabía que ese alfa que apenas conocía era su destinado?

La respuesta a su primera interrogante era muy sencilla...

Emilio tiene una hermana omega, una omega hermosa y delicada, cuándo tenía alrededor de 13 años, un alfa intentó abuzar de ella, era un alfa conocido, amigo de ellos, todas las tardes iba a su casa y jugaban los tres, sino que el alfa creyó que Alejandra por ser una omega ya era automáticamente de su propiedad.

¿A Dónde Vá Uno Cuándo Tiene El Corazón Roto? // Adaptación Emiliaco Omegaverseحيث تعيش القصص. اكتشف الآن