18 - Extra

235 27 6
                                    



Alejandra se encontraba muy nerviosa, mientras Joaquín tomaba las prendas de bebé elegida, habían encontrado una pequeña pañalera que tenía el símbolo de un equipo de futbol, habían decidido guardarla en una pequeña caja de madera y había otras tres, en esas contenían pequeños overoles sin estampado, una para Emilio, otra para Eduardo y también otra para Nikolás, así es ellos también recibirían la noticia.

Todos irían a la cena, para nadie era extraño, pues era lo que acostumbraban siempre, la relación entre los 6 era realmente de admirar, amistad pura en su máxima expresión.

Joaquín se encontraba salteando camarones en mantequilla con ajo mientras esperaba a que la pasta estuviese lista.

- Amor, por favor pon la mesa, los chicos no tardan en llegar, Alejandra por favor ya coloca las cajas en la mesa de la sala

- Si mamá - contestaron los hermanos al unísono les gustaba esa broma, porque si bien, todos sabían que Joaquín era cómo la madre de todos.

- ¿Qué contienen las cajas? – preguntó el rizado un tanto curioso

- Nada que te interese - contestó su hermana

- Nada importante por ahora cariño - dijo el ojimiel

- Mhm - finalizó el rizado

Mientras Emilio colocaba los 6 puestos en la mesa, Joaquín terminaba de cocinar y Alejandra yacía sentada en un sillón, viendo fijamente un punto, tenía las manos sobre sus piernas y una de ellas subía y bajaba continuamente, estaba muy nerviosa, no sabía cómo reaccionaría Albert y mucho menos su hermano mayor, le daba miedo la reacción de Emilio.

Emilio se adentró a la cocina y Joaquín leía un tarro de salsa de tomate en busca de la caducidad, por la mente del rizado cruzó el pensamiento ¨Cuándo por fin estemos en nuestra casa y tenga que cocinar para los cachorros¨, sonrió para sí mismo ante su pensamiento y se dirigió hasta el omega y lo abrazó por la cintura, dejando un beso en el hombro y otro en la oreja – Hueles tan bien - dijo mientras respiraba profundamente el rizado – Tu olor es tan dulce, tan hipnotizante, tan tuyo - comenzó a besar detrás de la oreja, bajando hasta el cuello, puso sus grandes manos sobre la cintura del ojimiel y éste se deleitaba ante la sensación, la situación se estaba volviendo un tanto calurosa, últimamente al rizado se le daba por estar más apegado al ojimiel, siempre respirando en su fuente de olor y llevando sus manos directamente de la cintura al trasero del omega.

Al omega le sorprendía que después de tantos años de noviazgo últimamente fuera más ¨hormonal¨ eso le recordó a cuándo por primera vez se habían entregado y por lo menos el primer año, no terminaban de saciarse el uno del otro.

Salió de sus pensamientos cuándo escuchó a Alejandra gritar

- Voy con los chicos al otro apartamento... les diré que aún falta para que la cena esté lista ¡¡TIENEN 1 HORA ME OYERON!!

A Joaquín se le olvidaba que Alejandra con el embarazo el olfato se le había agudizado, así que, si antes Alejandra no era capaz de detectar las feromonas a más de 5 metros, ahora las detectaba a kilómetros de distancia.

Joaquín y Emilio no se inmutaron y soltaron una melodiosa carcajada, de pronto el rizado tomó al omega estilo nupcial y lo llevó hasta su recámara.

Recostó al pequeño sobre la cama, bajó hasta sus pies y retiró las pantuflas y dejó unos cuántos besos sobre sus piecitos, subió hasta encontrarse con sus pantalones, lo desabotonó y lo retiró y ahí dejó sobre sus muslos unos cuántos besos - Mi omega tan hermoso, mi dulce y hermoso omega - subió por el pequeño abdomen abultado.

¿A Dónde Vá Uno Cuándo Tiene El Corazón Roto? // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora