Soy Rido Kuran [Vampire Knight] [Yaoi, Yuri y más]

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La oscuridad reinaba en el bosque de nombre ya olvidado por los humanos, los altos y frondosos arboles se movían junto al viento fuerte de ese día de tormenta cruel, donde las gotas de lluvia caían cuales rocas sobre las pieles de los incautos que estaban afuera de sus casas esa noche sin luna ni estrellas, los animales sabios se encondían en sus refugios, mirando con sus ojos carentes de sentimiento a los tontos que salían esa noche de tormenta, echa de la ira de Dios como decían aquellos seres de dos patas.

En medio de ese bosque que llamaban hogar de miles de años de antigüedad, en una mansión que parece no tener fin, un laberinto con múltiples pisos, habitaciones y donde los intrusos se pueden perder, una mujer gritaba de dolor en una de las habitaciones de su hogar, siendo rodeada por sirvientes y nobles que la atendían.

La mujer de largos y rizados cabellos negros sudaba y apretaba con una de sus manos las sabanas de su cama, la mujer a su lado limpiaba el sudor de su frente con un pañuelo y tomaba la otra mano para darle fuerzas, los sirvientes iban de un lado a otro, saliendo y entrando de la habitación con toallas junto a jaras con agua caliente.

Sus piernas temblaban, su respiración era entrecortada y el dolor en su vientre era inmenso, pero pujaba con fuerza cuando se lo decían, sus ojos azul glacial estaban bañados en una mezcla de dolor y esperanza por lo que venia a su vida esa noche.

Mientras en una oficina, escuchando los gritos de su mujer que eran inútilmente opacados por la lluvia de esa noche, un hombre caminaba de un lado al otro, impaciente y preocupado por el resultado de tres años de espera.

Su mirada borgoña brillaba junto a la chimenea que le brindaba calor a su oficina, sus manos estaban detrás de su espalda firmemente sujetadas, a pesar de sus sentimientos de angustia su rostro se mantenía sereno y su andar era elegante.

El sonido de alguien golpeando su puerta hizo que dejara de respirar un momento, aclaro su voz y dio el pase, un sirviente entro con el rostro iluminado de la emoción.

Y le dio la ansiada noticia.

Rápidamente salió de su oficina, siendo seguido por el sirviente, el olor a sangre llego a sus fosas nasales fuertemente mientras se acercaba a la habitación de su mujer, la puerta fue abierta para él y entro al lugar con una sonrisa en su rostro. 

La mirada aliviada de su esposa fue lo primero que vio, antes de voltearse a la matrona que llevaba un pequeño bulto envuelto en blancas mantas algo ensangrentadas, no dudo en tomarlo en sus brazos.

Hombre: -¿Que es?- pregunto mirando al bebé que intentaba abrir sus ojos

Matrona: -es un varón, Yutaka-Sama- dijo con una sonrisa en su cara

Mujer: -u-un varón Yutaka-Oniisama, tenemos un varón- dijo la mujer aliviada mientras intentaba recuperarse

Yutaka, el hombre, sonrió a la mujer mientras iba a su lado con su hijo en brazos, la pelinegra estiro la mano para apartar la tela que le impedía ver a su hijo, que en ese momento abrió finalmente los ojos, sorprendiendo a sus padres.

Mujer: -su-sus ojos Yutaka-Oniisama- dijo sorprendida mientras tocaba un cachete de su hijo

Esos ojos eran tan.... tan hermoso, como si fueran la representación misma del cielo y el infierno en la misma mirada.

Yutaka: -así es Yuri.... son hermoso- dijo con una sonrisa mientras abrazaba a la mujer con uno de sus brazos

Yuri, la mujer, sonrió también mientras se recargaba en el cuerpo de Yutaka, acariciando ahora el escaso cabello marrón rojizo heredado de su esposo, ignorando la mirada de su primogénito.

Yutaka: -hola Rido- dijo con amor, ese era el nombre que habían elegido con anterioridad si era varón

Los sirvientes y demás personas en la habitación celebraron el nacimiento del esperado primogénito, dejando sola a la pareja donde, bajo la mirada aterrorizada del pequeño, la mujer para recuperar su fuerza mordió el cuello de su esposo fuertemente para comenzar a beber.

Ninguno de los dos se dio cuenta de la mirada de su hijo, ninguno de los dos noto nada raro cuando este dejo de moverse al ver los colmillos de su progenitora y no se dieron cuenta de lo más importante.

La mirada de su hijo carecía completamente de algún brillo infantil.

Rido: -(¿Soy.......... Rido Kuran?)- se pregunto mentalmente el pequeño mientras miraba la sangre escapar de la boca de su madre y bajar por el cuello de su padre

Así es, ese pobre hombre asesinado por un camión descontrolado mientras iba caminando al trabajo, había reencarnado en Rido Kuran......... ¿Qué le espera a esta pobre alma en desgracia?

Solo yo lo se.

¿Les ha gustado el cap?, yo espero que si