5. Decisiones y Errores.

73 7 5
                                    

Aviso: Este capitulo contiene smut, no es bueno pero avisados quedan.

Lol, esto debería ser un drarry y ni salen en este cap.

Omnisciente.

A Sirius Black dolía la cabeza, sabía que era la maldita resaca después de haberse terminado la reserva de whisky en la mansión de los Malfoy, le sorprendía un poco que Lucius no lo hubiera corrido por robarle el alcohol y la atención de su esposo pero tal vez esta fuera una muestra extraña del cariño que su primo sentía por él.

—Por favor dime que traes una poción para la resaca o más alcohol.

—Paddy, no voy a darte una sola gota más de alcohol, ayer tomaste suficiente para el resto de tu vida.—La voz de Remus era gentil como siempre, tomando la mano de Sirius mientras lo ayudaba a tomar la poción y luego alimentándolo en la boca con avena recién hecha como si fuera un niño pequeño.—Esto es un nuevo comienzo, eres libre de ese monstruo... Ahora puedes hacer lo que quieras y ser quien quieras.

—Es raro ser libre, me siento completamente perdido... Antes al menos tenía mi enojo y mi deseo de venganza, las ganas de regresarle tods las humillaciones y hacerlo rogar por mi, ahora solo tengo demasiados años para resultar atractivo o tener mis propios cachorros y un miedo creciente a confiar nuevamente.

—Es cierto, sin embargo sé que confías en Reg, en Prongs y en mi, sabes que te vamos a proteger de lo que sea, además ¡no eres nada viejo! Todavía tienes años de sobra por delante, sigues siendo el joven y sexy Sirius de siempre, incluso te ves más guapo.

—Sin ustedes ya estaría muerto, también creo que confío en tu esposo teñido, obviamente en los cachorros y en el peculiar Tom que ha sido como un sobrino extra, todos son mi familia.

Remus acarició el rostro de Sirius con delicadeza, para James que apenas llegaba tras recibir un mensaje sobre la situación, sería imposible no notar que los ojos con los que Lupin miraba al sangre pura no eran los que uno usaba para sus amigos o familiares, el hombre lobo amaba a su amigo y Sirius ni siquiera se podía imaginar esa posibilidad, ¿por qué sería que Lucius Malfoy permitía que su amado esposo se hiciera cargo del omega azabache cuando sus sentimientos eran tan obvios? Arrugó un poco la frente, recordando la forma discreta en la que los ojos de Lucius se llenaban de deseo por el mayor de los hermanos Black, por lo visto los esposos compartían el mismo sentimiento y habían llegado a un acuerdo. James sabía que Remus amaba a Sirius desde que comenzaron su amistad, era imposible no notarlo al menos que fueras tan idiota como nuestro querido Black, sin embargo hasta ese momento no se le había pasado por la cabeza la posibilidad de que Sirius tal vez le correspondiera sin ser consciente de ello, la forma en que ambos se sonreían era bastante especial y familiar para el Potter que conocía de primera mano las caras de idiotas enamorados porque tenía que lidiar con las de su hijo cada vez que estaban cerca de cierto Malfoy.

—Oigan, ¿adivinen quien llegó y trajo brownies especiales? Mi receta secreta con mucho amor.

—James, por favor dime que no trajiste brownies de marihuana... Sirius, aléjate de esos brownies.

—¡No son de marihuana! ¡Son de hongos mágicos recién traídos de Malasia y polvo de hada extra refinado!

—¡James! ¡Las drogas no son la solución!

—¡Pero son divertidas! ¡Trae al rubio teñido y yo llamo a mi hijastro para una fiesta!

James dejó sus brownies sobre la mesa, corriendo a lanzar un patronus para invocar a Regulus (lol, en esta historia Sirius y Regulus deberían decirle mami a James) mientras Remus llamaba a su esposo a que se uniera y Sirius se comía uno de los brownies con una sonrisa de niño pequeño haciendo una travesura. La verdad es que esos brownies no tenían nada aparte de chocolate, huevo, leche, azúcar, extracto de vainilla, harina, mantequilla y chispas de colores pero James pensó que darles a sus amigos la idea equivocada podría mejorar sus ánimos, tal vez darles fuerza con ese efecto placebo para desahogarse un poco y confesar sus secretos.

Tom Marvolo. (6 horas antes)

Se encontraba sobre un hermoso cuerpo desnudo, lamiendo la piel expuesta del cuello y jugueteando con sus dedos alrededor de la entrada del omega. No recordaba el nombre de su compañero de cama, era un omega de su aproximadamente su edad, un sangre pura y lo suficientemente parecido a Sirius como para fantasear con que era su adorado mayor en lugar de un reemplazo. Había estado muy emocionado esa tarde cuando le llegó la noticia de que Sirius era finalmente soltero y libre para ser cortejado, sin embargo a pesar de que lo fue a buscar a su vivienda, le fue imposible dar con el paradero de su Black predilecto, en su lugar había terminado perdiendo su valioso tiempo por lo que se terminó yendo a un bar bastante exclusivo a buscar un desahogo apropiado.

—¿Ya estás así de mojado, conejito? Ni siquiera hemos comenzado.

El lord de la oscuridad introdujo fácilmente un dedo, asombrándose por la facilidad con la que podía entrar a un espacio tan estrecho que succionaba golosamente pidiendo ser llenado.

—¿Eres virgen? Una sorpresa agradable, tendré que asegurarme que lo disfrutes tanto que jamás puedas olvidarme.

—Deja de hablar y comienza a follar, espero que sepas al menos usar tu boca para algo útil.

Un segundo dedo, los movió como tijeras en busca de expandir un poco para que fuera más fácil hacerlo suyo sin lastimarlo. Normalmente no sería tan considerado pero ese pequeño omega se parecía tanto a Sirius que no podía soportar la idea de lastimarlo, sería como herir a su amado.

—¿No te enseñé en el bar lo que mi boca puede hacer? Resultaste bastante goloso.

—¡Ngh~! ¡Ca-callate!

El tercer dedo, el cuerpo del chico rebelde comenzó a temblar un poco, Tom sonrió con satisfacción al oír los preciosos gemidos que el omega no podía contener, su alfa interior estaba satisfecho e impaciente por lo que sacó sus dedos con cuidado, lamiendo el dulce lubricante natural del omega y lo tomó de la cadera, jalando un poco para que estuviera en la mejor posición posible para que no fuera doloroso.

—¡IMBÉCIL! ¡Ah~! ¡MI-MIERDA! ¿POR QUÉ ES TAN GRANDE!

Tom simplemente sonrió satisfecho, viendo como apenas la mitad de su falo había entrado y el omega ya parecía al borde de un orgasmo, era adorable. Se tuvo que contener para no tomarlo de golpe, introduciéndose poco a poco y notando con satisfacción que en efecto era el primero de esa preciosidad bajo su cuerpo.

Regulus.

A la mañana siguiente el omega despertó, le dolían las caderas y su cabeza daba vueltas, recordaba la noche anterior pero no podía creer lo que sus memorias le estaban mostrando, ¡se había acostado con Tom! Su maldito crush de cuando iba en Hogwarts, ¡lo estuvieron haciendo como tres horas hasta que se desmayó! Tocó su entrada que había sido rellenada con el semen del mayor, en efecto con solo abrirla un poco pudo sentir algo de la espesa semilla de Tom comenzando a salir y empapando las sábanas de la cama.

—No lo dejes salir, quiero que huelas a mi.

Cierto alfa lo abrazó por la cintura y tomó sus manos para restringir su movimiento, besando su cuello de forma en que le hacía cosquillas antes de dejar una mordida algo visible como si quisiera que todos supieran que Regulus era suyo, el gesto posesivo provocó que el Black menor temblara de deseo, pegándose al pecho de Tom.

—¿Con energía desde tan temprano? Supongo que es mi deber atenderte ahora.

—Ya te dije ayer, menos hablar y más follar.

Y así, Regulus se entregó al placer en los brazos de ese hombre, gimiendo por el alfa y recibiendo las maravillas del nudo profundo en su interior, por desgracia ninguno de los dos se percató del Patronus en la ventana, estaban bastante ocupados en ese momento el uno con el otro para recordar que había un mundo fuera de la pasión entre las sábanas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 11, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Omega Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora