Omega Love Story

1. Todo empieza mal.

Con esta historia de COMEDIA planeo hacerles pasar un buen momento sin embargo, también me gustaría que sirviera para cambiar un poco el omegaverse actual ¿Por que el omega no puede ser activo? ¿El alfa siempre tiene que estar con un omega y viceversa? ¿Un beta no puede tener una historia de amor con un alfa o un omega? ¿Es necesario que todos los omegas sean femeninos? Creo que todos tendemos a caer en este tipo de clichés y sería interesante empezar a ver el omegaverse de otra forma.

Draco Lucius "Jodido" Malfoy no podía decir que no estaba terriblemente enojado, celoso, frustrado y algo decepcionado. Tom Marvolo Riddle era el hijo de la madrina de su padre Lucius, conocido por ser el alfa más hermoso de su generación, un genio maravilloso, candidato a ministro de magia y claro... prometido de Harry James "Nacido para joderle la vida a Malfoy" Potter, aquel omega estúpido pero sensual que era hijo del mejor amigo de su padre.

Tom y él habían crecido juntos, Marvolo era casi como un hermano mayor para Draco y lo sabía casi todo sobre él. Los hermanitos menores de Draco adoraban a Marvolo por supuesto, Marvolo era quien ayudaba a su padre a espantarle prometidos desde su posición de profesor en Hogwarts, era Marvolo quien le hacía de chaperon en las pocas citas que había llegado a tener (una mierda todas pero esa es otra historia). En síntesis, Marvolo era una de las personas más importantes en su vida, sin embargo Tom había cometido un grave error que Draco ni con todo el chocolate y manzanas verdes del mundo podría perdonarle, Tom Marvolo Riddle se había comprometido con Potter. Potter le pertenecía a Draco, era SU rival, su enamoramiento secreto totalmente prohibido, el tipo con el que competía por la atención del tío Sirius desde que tenía uso de razón, aquel chico con el que sí bien siempre había guerra, a momentos podían tener sus secretos momentos de amistad. Pero Tom, su querido primo postizo había tenido que arruinarlo todo al ir con Lilian Evans y James Charlus Potter (se habían divorciado, James volvió a casarse y ahora Lilian estaba felizmente soltera siendo mejor amiga del castaño que alguna vez fue su esposo) para pedir la mano del precioso Harry con las mejores intenciones. Putas mejores intenciones.

Toda esa reflexión la estaba teniendo mientras dormía en las piernas de su Nott camino a Hogwarts, Theo solo le acariciaba los cabellos acostumbrado oliéndolos en un gesto divertido. Theo era su mejor amigo, un alfa de los más codiciados que solo tenía ojos para las locuras en las que los dos omegas de su vida (Draco y Blaise) lo arrastraban constantemente. La mayoría de las personas era capaz de entender su relación, empezando por Pansy quien era otra alfa. Había dos alfas y dos omegas en un mismo grupo, sin embargo no existía alguna relación romántica, ni la habría, aunque claro que explicarle eso a sus padres, profesores y compañeros parecía ser toda una ciencia dado que no entendían. Era algo que funcionaba para ellos, ser amigos unidos como hermanos sin nada de romance de por medio. Además que asco tener algo con Pansy.

-Harry~

El omega se encontraba acostado de cabeza en la silla del tren mientras Ron comía como cerdo una rana de chocolate y Mione dibujaba escenas obscenas para el cómic que publicaba junto con Luna Lovegood el cual trataba de una extraña historia de amor entre dos alfas que luchaban para estar juntos... además de follar más que conejos, por supuesto.

—Creo que Baz debería tenerlo más grande... pero entonces sería algo que podría acomplejar a Simon.—Murmuró mientras hacía cuidadosamente sus trazos.—¿Que opinas Harry?

—Que deberías darle un tamaño normal porque a Simon le dolerá el culo después.—Se limitó a responder con expresión sumamente neutral ya acostumbrado a... Mione.—Ron, si sigues comiendo eso así voy a vomitar y te juro que será sobre ti.—Se quejo con expresión molesta.

—Ya, ya, que gruñón.—Murmuró Ron guardando la figura y acabando con su rana para no ser bañado en vomito.—Voy a revisar a mis hermanos, no quiero a ese alfa idiota cerca de Ginny.—Gruñó como hermano posesivo el beta.

—Me avisas como se encuentra Draco y pregúntale si le gustaron los chocolates.—Pidió Harry con simpleza provocando que Ron rodara los ojos.

—Deberías hacerlo tú, seguirás arruinándolo.—Le dijo el beta a su amigo antes de salir del vagón.

Ron y Mione eran los únicos que lo sabían, de ese ligeramente fugaz beso que había compartido con el rubio el último día de Hogwarts que lo había hecho ver estrellas sin embargo también sabían cómo el rubio simplemente ya no respondía a sus cartas, le regresaba los chocolates junto con las manzanas verdes además de haberle pedido por favor a Dobby que no lo dejara acercarse a la casa. Todo estaba relacionado con un solo suceso, el anuncio de su compromiso con Riddle, Harry estaba seguro de que amaba a Thom y realmente no deseaba perder a Draco, uno de sus mejores amigos, por algo tan inútil como lo era un tonto beso, Draco realmente no debió pensar que significaba algo.

Porque eran omegas y su lugar era bajo un alfa.

Ron^^

Harry era un idiota con todas las letras, realmente no entendía como había llegado a la conclusión de que no lastimaría a Draco con sus tonterías o de que Draco solo olvidaría todo y lo perdonaría. Ron sabía que su enamoramiento por Draco no sería correspondido, el rubio solo tenía ojos para Harry pero... era tan injusto, Ron realmente amaba a la fiera rubia pero debía verlo sufrir por el egoísmo obsesivo de su amigo tan incapaz de notar el mundo que lo rodeaba aunque extrañamente dispuesto a sacrificarse por él. Ron no podía odiar a Harry, su amigo seguramente ni en trescientos años se daría cuenta del amor de Draco si nadie se lo decía en la cara, sumando eso a la tradicional educación que había recibido de sus abuelos, la causa estaba perdida.