Pasaron los días y tenias una gran amistad con los clones, hantengu y gyokko, por fin gyokko se llevó bien con los demás, pero extrañamente empezaste a sentirte nerviosa cuando estaban muy pegada a ellos y ahora te sonrojas más y siempre estabas distraída por que no podías sacartelos de la cabeza.
— ¡HANAA ! — reaccionaste cuando Urogi te grito volteaste a verlo y los demás te vieron preocupada.
— ¿que pasó? — preguntaste acercándote a ellos, estaban en un bosque cazando pero tu te quedaste parada viendo el piso.
— estas muy distraída no has matado a nadie a ti te gusta mucho lo que se trate de comida— miraste a gyokko y le diste una sonrisa ligera.
— no es nada — volviste a ver el piso no sabías que te pasaba que te daba nervios verlos pero sientes unas manos en tus mejillas y volteas a ver quién era y era Aizestu.
— Nos preocupas Hana últimamente no nos haces tanto caso y siempre corres ¿que te pasa? — miraste a Aizestu y le dedicaste una sonrisa .
— no es nada de verdad creo que es hora de ir a casa — bajas las manos de Aizestu para dar la vuelta e irte caminado dejándolos confundidos.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Estabas en unas aguas termales lejos de la finca para tratar de relajarte pero no podrías y empezaste a llorar de la desesperación.
— por que me pasa esto, por que ahora no los puedo ni ver — tapaste tu cara con tus manos para dejar de llorar pero te era imposible. — me gustan mucho sus cariños, sus formas de ser, sus voces.... — Hay fue cuando entendiste todo, estabas enamorada nunca en tu vida habías sentido eso y más con ellos que son demonios.
— entonces... Estoy enamorada... — te quedaste atónita para pasar una mano en tu pecho y sentir latir con velocidad tu corazón al entender que pasa diste una pequeña sonrisa liviana.