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Era de noche y los tres chicos junto a la demonio menor estaban durmiendo pero alguien le da una palmada en el cachete de Tanjiro al ver que no se despertaba le dio varios hasta despertarse.
— eh... oh Hana que se te ofrece — pregunto Tanjiro tallandose los ojos para verte con una sonrisa y sentarse.
— ¿hay un pueblo serca? — preguntaste sería mientras Tanjiro se quedaba con la duda.
— No lo se ¿por que? — volteaste a los dos lados un poco nerviosa para darle una pequeña sonrisa.
— Tengo que alimentarme — Tanjiro al entender te miro con una cara de asco — ¿que?
— vas a comer humanos.... No lo hagas — rodaste los ojos para pegarle en la frente y el se sobara.
— Es naturaleza tonto si no como humanos muero a si como ustedes si no comen arroz o otras cosas igual se mueren — Tanjiro al final aceptó y por suerte encontraron un pueblo serca fuiste corriendo rápido y con mucha felicidad mientras Tanjiro cerraba los ojos y se tapaba los oídos.
Cuando terminaste te sentiste sola, viste el brazo que comias siempre te sabia mejor con la compañia de los chicos, apretaste fuerte el brazo para comer con desesperación y volver con Tanjiro.
— Ya vámonos — Tanjiro al sentir tu tacto y verte caminando te siguió.
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— Muzan-sama aprobó mi idea a si que ustedes me ayudaran a hacer jarrones y pintarlos — Dijo gyokko mientras se movía de Jarrón a jarrón tomando todas las cosas necesarias mientras Hantengu y los clones lo veían raro.
— pero no sabemos hacer jarrones — comentó Karaku cruzando los brazos.
— eso no es problema les enseñare, recuerden esto es por Hana — los chicos asistieron para que gyokko los pusiera manos a la obra.
En un inicio el barro se les caía o volava y cuando ya tenían la forma se doblaba enojandolos y aplastandolo Aizetsu y Hantengu trataban de no perder la paciencia mientras gyokko con tanta facilidad. Pasaron los días y ya lo estaban dominando y gyokko los pintaba muzan género mucho dinero y las jarrones estaban por todos lados pero todavía no habia una que este en esa aldea.
— Gyokko ¿enserio haces todo esto? — pregunto Hantengu mientras ellos descansan y gyokko pinta.
— Si al ya dedicarme a esto es fácil y rápido — después de eso término el jarrón y lo puso a un lado con otros 6 jarrones más.
— esto va a ser difícil ya pasó un mes y ni un Herrero a comprado un jarrón y no sabemos nada de Hana — comentó Urogi tirado en el piso con los ojos cerrados.
— Hay que tener paciencia este plan se que si servirá — dijo gyokko mientras sonreía.
— ojalá y si — dijo sekido viendo su baston.
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— a si que llevas varios años siendo demonio — comentó zenitsu con una cara neutro mientras comían y el jabalí llamado inosuke comía como cerdo.
— sip y durante todos esos años fueron los mejores de mi vida. Disfrute libremente de la noche acompañada viendo las estrellas, me alimentaba muy bien todo perfecto con mi vida de demonio — Tanjiro y Zenitsu se sorprendieron mientras Inosuke les robaba comida y tu le sonreiste. Continuaron hablando para que después los tres se fueran a dormir, tu aprovechaste para salir un rato al bosque hasta llegar a un río y ver a los peces saltar.
Tu empezaste a recordar a los chicos ya había pasado un mes y no tenias ninguna señal de ellos y ellos de ti. Sabías que estarían haciendo algo para encontrarte, reflexionaste de lo tonta que eras te preguntabas ¿si soy fuerte por que me deje llevar? Claro que no fue intencional te pusieron esa flor y no soportaste olerla desmayandote pero fácilmente podías darles pelea.
Decidiste hacer un plan y cada noche alejarte cada vez más dejando rastro para llegar con los jovenes y tratar de buscar algo que te lleve a los chicos. Hiciste eso todo el tiempo que se quedaron los chicos en la finca y cuando hacían otras misiones e iban a otra finca hacías lo mismo, tristemente no llegaste a encontrar una pista de los chicos te enojabas y te golpeabas con el piso agarrandote el pelo para tirarte y ver el cielo lleno de estrellas.
— esto es muy difícil. — musitaste con angustia mientras cerrabas los ojos estirandote. — Chicos esto es muy dificil — después de eso te pagaste para ir con los chicos — les prometo que los encontraré no los voy a defraudar —
