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── Me odia, definitivamente me odia. ── Minji dice, dejándose caer sobre el sofá del apartamento de su mejor amiga.

── Estas exagerando. ── Danielle dice desde la cocina, colocando las galletas que la castaña acababa de regalarle.

── ¡No lo hago! ── Minji exclama. ── Le ha regalado esos malditos dulces a todos menos a mi.

── Y siento decir que están deliciosos. ── Haerin dice con una sonrisa, dándole un mordisco a la galleta que tenia en su mano.

── No ayudas, Haerin. ── Hyein le dice rodando los ojos.

── La chica es nueva en el edificio, tan solo está siendo amable. ── Danielle explica, volviendo a la sala.

── ¿Con todos menos conmigo?

── Es una tontería Minji. ── Hyein dice, como si nada. ── ¿Lo sabes?

Puede que sí, puede que sea una tontería y Minji realmente este exagerando. Pero realmente a Minji no le importa.

── Me da igual, ¿Qué he hecho para no recibir postres gratis?

── Debe ser por tu cara cuando sales a por tu café todas las mañanas.

La castaña fulmina a Haerin con la mirada, que parece demasiado concentrada en buscar la película que ver en Netflix mientras come una de las galletas que la joven vecina había traído.

── ¿Por qué la idiota de Haerin si y yo no? ── Suspira dramáticamente.

── Hanni dice que soy genial. ── Haerin la mira con una sonrisa.

── Estupendo. ── Murmura entre dientes, cruzándose de brazos.

── Dale unos días, estoy segura de que tu también tendrás sus deliciosos dulces. ── Danielle sentencia, y Minji asiente no muy convencida.

Pasan unos días, y Minji sigue sin aquellos deliciosos postres.

Y definitivamente Minji no ha comenzado a espiar a la nueva vecina, en lo absoluto. Tal vez, y sólo tal vez, abre la puerta de su apartamento medio minuto después de escuchar como la de la castaña se abre, tan solo para seguidamente ver a escondidas como toca en las puertas de los demás vecinos para ofrecerles los postres que habían sobrado.

Para seguidamente escuchar la molesta voz de su amiga gritando un "¡Gracias, amiga! Esto que haces está delicioso".

Es injusto, completamente injusto. Minji quiere salir al pasillo y protestar, encarar a la chica y preguntarle qué había hecho para no merecer aquellos postres que realmente parecían deliciosos.

Y sabe que es una tontería, que quizás esta exagerando, pero ser la única que no recibe postres en diciembre le hace sentirse un poco como el Grinch.

Y Minji ama la navidad.

── ¿Ves? Sabía que esto te subiría el ánimo. ── Haerin dice con una sonrisa, caminando al lado de Minji por las frías calles de Seul.

La castaña rueda los ojos pero sonríe, feliz de haber salido con una de sus mejores amigas. Haerin podría ser el ser más irritante del planeta a veces, pero Minji la adoraba desde el primer día que se conocieron en la universidad.

── Sabes que un té caliente siempre lo arregla todo.

── Exacto. ── Haerin asiente, pasando su brazo por encima de los hombros de Minji. ── Además, que le den a Hanni y a sus postres.

Minji suelta una pequeña risa, negando suavemente.

── Te encantan sus postres, Hae.

── Mucho ¿Como los hará? Están demasiado buenos.

Minji pone los ojos en blanco, y a pesar de que sus amigas le han ofrecido probar los postres que Hanni les ha dado, la castaña siempre se niega. Tan solo quiere probarlos cuando la chica se los dé a ella directamente, quizás incluso entonces sabrán mucho mejor.

── Sigo sin entender porque te los da siempre a ti y a mi no.

── Creo que soy su favorita. ── Haerin dice encogiéndose de hombros.

── Eres lo peor. ── Pero la sonrisa en sus labios la delata. Si Haerin era la favorita de Hanni, Minji realmente no podía culparla.

Llegan a la cafetería cercana al edificio en el que viven, y al entrar, la sonrisa en los labios de la castaña desaparece por completo.

Allí, con una sudadera negra y sus mechones despeinados, se encuentra Hanni con un delantal verde atado al cuello. Al parecer, Hanni ahora también trabajaba en su cafetería favorita.

── Igual también te quedas sin té. ── Haerin le dice divertida.

── No me lo puedo creer. ── Es todo lo que Minji puede decir.

Haerin, quien parece divertida con la situación, camina alegremente hasta la barra donde Hanni se encuentra.

── Hola, Hanni.

── Haerin, hola. ── La muchacha clava su mirada en la menor mientras sonríe amablemente.

Y bueno, es hermosa. Por primera vez desde que llegó la chica al edificio casi dos semanas atrás, Minji la tiene lo suficientemente cerca como para observarla. Y es completamente injusto, tenerla cerca y no poder apreciar lo realmente atractiva que era.

Haerin y Hanni se sonríen mientras hablan, y Minji esta demasiado concentrada en admirar a la chica que ni siquiera puede prestar atención a la conversación. Las mangas de la sudadera de la chica se encuentran a la altura de sus codos, dejando a la vista varios tatuajes que Minji no puede evitar observar con asombro.

Siendo tatuadora, nadie podía culparla por apreciarlos.

── Ella es Minji, vive en la puerta enfrente de la tuya. ── Haerin dice, captando de nuevo la atención de la castaña, quien finalmente aparta la mirada de los brazos de Hanni.

—Hola. ── Minji dice en un murmuro.

Pero no recibe nada a cambio, los ojos marrones de la joven se posan en ella por lo que parece un rápido segundo y asiente levemente antes de volver a mirar a Haerin.

── Enseguida tendrán su pedido. ── Es todo lo que dice en respuesta.

── Gracias. ── Haerin dice con una pequeña sonrisa.

Ambas caminan hasta el final de la barra, donde una chica se encontraba preparando las bebidas. Y para ser justos, Minji y Haerin se encuentran un tanto confundidas.

── ¿Qué mierda le has hecho a la chica, Minji?

── ¡Nada! ── Exclama con el ceño fruncido. ── No entiendo cuál es su jodido problema.

── Quizás simplemente no le gustas.

── ¿Pero por qué?

── Quien sabe. ── La menor se encoge de hombros. ── A veces no tiene que haber un porqué.

Minji suspira, sin querer seguir hablando del tema. Segundos después sus bebidas ya están listas y ambas salen de la cafetería mientras la menor habla sin cesar de algo a lo que realmente Minji no le está poniendo mucha atención, demasiado concentrada en pensar en cómo acercarse a su vecina.

Porque Minji se niega a dejar las cosas como están, se niega a quedarse de brazos cruzados sin saber que es lo que realmente le ocurre a Hanni con ella.

⠀❛ㅤSWEET AND SOUR, HEART DEVOUREDㅤ( 天 )ㅤbbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora