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Minji se da cuenta, días después, de que Hanni a memorizado su pedido en la cafetería. Minji llega ese día a la cafetería por la tarde, con las nubes negras sobre el cielo y con una sonrisa cansada en sus labios.

── Hola. ── Saluda a Hanni, quien aprieta los labios al verla.

── Hola. ── Murmura rápidamente. ── ¿Un té?

La golpea como la brisa más fría de invierno bailando sobre su piel, y se siente un tanto estupida por no haberse dado cuenta antes. Cuando llega a la cafetería por la noche, Hanni sabe que quiere un café, y por las tardes, un té. Es algo simple, pero hace que Minji se sienta especial.

── Sí, por favor.

── ¿Grande? ── Hanni pregunta, levantado una ceja a lo que la castaña asiente.

── Eso dicen. ── Responde con una sonrisa divertida.

Y hacer la misma estupida broma no tendría que hacer que Hanni suelte una pequeña risa, enseñando sus dientes mientras su rostro se enrojece. Pero lo hace, y el rostro de Minji parece iluminarse con ello, algo vibra en su pecho al escuchar la risa de Hanni.

── Eres una idiota. ── Hanni entonces dice, mirándola mientras aprieta los labios en un intento de retener su sonrisa.

── Pero te he hecho reír. ── Dice encogiéndose de hombros, completamente genuina con sus palabras.

Y Hanni solo aparta la mirada, apuntando el nombre de la castaña en el vaso y ocultando la apenas visible sonrisa que quedaba en sus labios.

──Serán cinco mil trescientos cuarenta y siete wones. ── Dice en un murmuro cuando vuelve a mirarla.

Y Minji sabe que lo está haciendo bien, que si hacer estupidas bromas con doble sentido hace que la bonita chica sonría, lo está haciendo bien.

La tormenta llega más fuerte de lo que se esperaba, y con ella, Minji se siente un tanto asfixiada. Resulta que debido al fuerte viento y la inmensa lluvia que cada vez parecía caer con más fuerza, Minji ve un poco imposible salir de su apartamento.

Se encuentra pasando las horas dibujando, diseñando algunos pedidos de varios clientes y suspirando de vez en cuando ante el aburrimiento. Pero es entonces, cuando se deja caer sobre el sofá, que se da cuenta del suave sonido de la música que proviene del apartamento de Hanni.

No puede evitar sonreír al reconocer la canción. "Beautiful Christmas" está sonando y puede escuchar la voz de Hanni cantar suavemente debajo de la música.

Y Minji solo puede soltar una pequeña risa al darse cuenta. Están a diez de diciembre y su vecina está escuchando y cantando villancicos, y no debería sorprenderle, pero lo hace. Y quiere tomar una almohada y enterrar su rostro en ella, gritarle al universo por ponerle a una vecina malditamente atractiva y encantadora.

Es entonces, que Minji no puede aguantarlo más.

Se levanta del sofá con una sonrisa, aún escuchando la leve voz de Hanni cantando despreocupadamente mientras camina hasta la cocina.
La idea que retumba en su cabeza la hace sonreír ampliamente, sintiendo que había encontrado la forma de al menos, ver durante unos segundos a la castaña.

No hay forma en la que Minji pueda intentar acercarse a Hanni con esto, más bien, Hanni se reirá antes de cerrarle la puerta en la cara.

Aún así, Minji se ha pasado dos horas preparando aquellas extrañas galletas, y se niega no llevar su plan a cabo. Las guarda en un plato con una mueca y intenta que se vean lo más normal posible.

Y segundos después, se encuentra delante de la puerta de Hanni, escuchando como "Forever" comienza a sonar al otro lado de la puerta. Eso la hace sonreír, mientras se muerde el labio varías veces en busca de la valentía para tocar a la puerta.

Y cuando finalmente lo hace, se arrepiente. Cuando finalmente lo hace, quiere salir corriendo y esconderse en la cálida y segura soledad de su propio apartamento.

Pero es demasiado tarde, y antes de que pueda darse cuenta, Hanni se encuentra abriendo la puerta.

── Hanni, hola. ── La saluda amablemente, intentando sonar lo más despreocupada posible.

── Hola. ── Hanni parece confundida al verla, con su ceño fruncido y sus labios apretados en una pequeña mueca.

Minji la mira de arriba a abajo, sin poder evitar sonríe al verla. Hanni viste un pijama navideño, su cabello está suelto y unos mechones se encuentran recogidos detrás de su oreja.

Y Minji lo encuentra completamente injusto, lo bonito que una chica de unos dieciocho años podía verse tan bonita en un pijama navideño.

── Em, esto es para ti. ── Dice finalmente, entregándole el plato repleto de galletas.

── ¿Para mi? ── Hanni pregunta confundida, a lo que Minji asiente ── ¿Por qué?

── Bueno, estaba cocinando ¿Sabes? El espíritu de la navidad y eso, y me han sobrado unas pocas galletas y... ── Se encoge de hombros con una sonrisa tranquila. ── Quería compartirlas contigo.

Las palabras parecen tomar por sorpresa a la chica, quien aún con el ceño levemente fruncido, sonríe. Es una sonrisa pequeña, casi invisible, pero consigue hacer que Minji se sienta satisfecha.

── Gracias. ── Hanni dice, tomando el plato de galletas.

Por unos segundos, las manos de ambos se rozan, los anillos fríos de Hanni tocan la piel de Minji y la castaña jura que puede sentir un cosquilleo en la punta de sus dedos.

── No hay de que. ── Minji esconde sus manos ahora libres en los bolsillos de su pantalón deportivo, sonriendo. ── No esperes que sean muy buenas, soy una mierda con esto de la repostería.

Aquello saca una pequeña risa en la de cabello liso, quien asiente.

── Estoy seguro de que estarán bien.

── Eso espero.

Entonces el silencio las invade, todo lo que se escucha es la suave música que proviene de dentro del apartamento de Hanni. Minji aprieta los labios, y intenta buscar algo más que decir, algo que haga que Hanni se quede ahí por unos segundos más.

Algo, cualquier excusa para admirarla por unos pocos segundos más.

Pero para su sorpresa, es Hanni quien habla.

── ¿Nos vemos pronto?

Minji sonríe ampliamente y asiente repetidas veces.

── Espero una reseña sincera de las galletas para entonces. ── Aunque es mentira, Minji sabe que las galletas son una mierda y realmente no le importa. Son tan solo la excusa para tocar en la puerta de Hanni y verla por al menos unos segundos.

La castaña baja la cabeza mientras sonríe, y un pequeño mechón de cabello se sale de detrás de su oreja, haciendo que Minji quiera acercarse y colocarlo en su lugar de nuevo.

Cuando se da cuenta, cuando nota los latidos de su corazón acelerarse levemente ante sus propios deseos, se asusta.

𓆩 ♡ 𓆪

tendría que haber adaptado
esta historia en navidad para
que quede mejor, pucha

⠀❛ㅤSWEET AND SOUR, HEART DEVOUREDㅤ( 天 )ㅤbbangsazWhere stories live. Discover now