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La escandalosa risa de Hyein retumba por los pasillos del edificio, haciendo que Minji sonría por ello. Danielle y Haerin se disponen a entrar en su apartamento deseándoles una buenas noches a Hanni y a Minji con movimiento de cejas incluido.

Minji tiene que rodar los ojos ante eso.

──Ha sido divertido, gracias por invitarme.──Hanni dice, con una sonrisa y ojos brillantes mientras se apoya contra la pared del pasillo.

Minji la mira y sonríe. No sabe si es el alcohol, el cansancio o el sentimiento de todavía estar en una nube por haber besado a Hanni. Es un poco de todo mezclado, el hecho de haber pasado toda la noche con sus mejores amigas, riendo, bailando y besando de vez en cuando a su bonita vecina.

Y Minji no quiere decirlo en voz alta, no quiere admitirse así misma lo que realmente ya sabe, pero cree que no podrá retenerlo por mucho más tiempo. Cree que si sigue así, acabará explotando.

Porque tiene a Hanni ahí, mirándola de esa forma que Minji no entiende todavía, sus ojos brillan y su sonrisa es tan grande y bonita que quizás la castaña tiene que retener la respiración unos segundos al verla.

Así que, bueno, si tiene que perder la cabeza por ella, que así sea.

──Ciertamente lo ha sido.──Murmura acercándose a ella, colocando sus manos en la cintura de la australiana.

Hanni se muerde el labio, y Minji vuelve a ser rodeada por el increíble olor a perfume de Hanni. Su corazón late con fuerza y solo quiere hacer durar el momento, retrasar el momento de alejarse de ella lo máximo posible, porque no sabe cuándo se volverá a repetir.

──Minji...──Susurra, mirando por un corto segundo a los labios de la mayor antes de volver a levantar la mirada.

──¿Mhmm...?

──Estamos en mitad del pasillo.──Dice divertida, y a Minji realmente no podría importarle menos.

Mantiene firme el agarre en la cintura de Hanni, y están tan cerca que sus respiraciones podrían convertirse en una sola.

──¿Puedo preguntarte algo?──Susurra, a lo que Hanni asiente.

──Ya lo estás haciendo.──Dice de igual forma.

Minji desea con todas sus fuerzas que el corazón de la menor esté volviéndose tan loco como el suyo.

──¿Puedo besarte o estas demasiado cansada?

──Dios, no, nunca.──Suspira.──Bésame.

Minji junta sus labios con los de la chica, y en aquel momento tan solo puede pensar en lo bien que aquello se sentía, en lo natural y correcto que era besar a Hanni como si hubieran nacido para ello. Y tal vez así era, tal vez estaban destinadas a hacerlo, a estar juntas.

Quizás todo aquello de las almas gemelas existía, quizás Hanni siempre había sido la suya.

──Buenas noches, lindura.──Susurra cuando finalmente se apartan.

──Buenas noches, Min.

★★★

Minji despierta a la mañana siguiente con el fuerte sonido de la lluvia chocando contra la ventana de su habitación. Siente el fuerte dolor de cabeza y el solo pensamiento de levantarse de la cama le hace querer volver a dormir para el resto del día.

Pero el sonido del timbre la obliga a hacerlo, soltando un gruñido mientras camina hasta la puerta principal.

Cuando la abre, su corazón parece detenerse. Hanni se encuentra ahí, con su cabello un tanto despeinado y un vaso de café para llevar en una de sus manos. Viste una sudadera roja y unos jeans grandes junto a unas converses blancas, y Minji no entiende como puede verse tan bien después de una noche de fiesta.

⠀❛ㅤSWEET AND SOUR, HEART DEVOUREDㅤ( 天 )ㅤbbangsazWhere stories live. Discover now