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Minji esta jodida.

Esta jodida y lo sabe, y no puede dejar de repetírselo a sí misma.

Se da cuenta cuando por las mañanas sonríe al escuchar a Hanni cantar suavemente, cuando se decepciona al no verla en la cafetería, cuando se encuentran en los pasillos y Hanni sonríe levemente antes de entrar rápidamente en su apartamento.

Se da cuenta cuando comienza a pensar en ella, cuando miles de preguntas sobre Hanni se crean en su cabeza, todas ellas sin respuesta.

Se pregunta que estaría haciendo Hanni en aquel momento, se pregunta si le gusta el café o si tan solo beber un sorbo la hace sentirse de alguna manera un tanto enferma, si una taza de té la ayuda a dormir por las noches, cual sería su comida favorita y su película favorita...

Está jodida, y no puede hacer nada para evitarlo.

Y bueno, Hanni todavía seguía repartiendo postres a Haerin, Danielle y Hyein, a todos, menos a ella.

Pero intenta no darle mucha importancia a eso, intenta no sobre pensarlo más de lo que debe. Porque si no, estará perdida. No, ella puede conformarse con las sonrisas de la castaña, con hacerla reír de vez en cuando con estúpidas bromas y verla ciertas veces en los pasillos del edificio.

Aquella tarde, llega a la cafetería un tanto más tarde de lo habitual. El cielo oscuro se encuentra repleto de nubes negras que aún sueltan agua de vez en cuando, el aire en las calles de Seúl huele a lluvia fresca y tierra mojada, y quizás es el olor favorito de Minji. Después de un largo día de trabajo, no hay nada como aire fresco y un café caliente.

Al entrar, no puede evitar sonreír cuando ve a la chica en la caja, hablando alegremente con una de sus compañeras.

Se guarda las manos en los bolsillos de su chaqueta cuando el aire caliente la recibe y comienza a caminar hasta la barra con una pequeña sonrisa.

── Hola, Hanni.

── Hola. ── La castaña le sonríe, una sonrisa pequeña y amable que hace que Minji se sienta satisfecha.

Estamos progresando.

── ¿Tienes la reseña de mis galletas o las tiraste a la basura nada más cerrar la puerta?

── Mierda, me has pillado. ── Minji no puede evitar soltar una pequeña risa.

La pilla por sorpresa la forma en la que Hanni le sonríe sin miedo y le sigue la broma con confianza.

Se miran por varios segundos, donde las dos se sonríen y cuando el color en las mejillas de Hanni aparece, marea un poco a la castaña.

¿Como podía existir alguien así? ¿Alguien tan malditamente bonita?

── Estaban deliciosas. ── Hanni finalmente dice.

── Eres una mentirosa. ── Minji niega lentamente, sonriendo.

── ¿Por qué? ── Hanni pregunta aún sonriente, frunciendo el ceño levemente.

── Las dos sabemos que no estaban buenas.

── ¿Sabias que no estaban buenas y aún así las compartiste conmigo?

── Que no estuvieran buenas no quiere decir que no me haya esforzado

"Esforzado en hacerlas para ti" Es lo que Minji no se permite decir.

── No eran exactamente bonitas, pero estaban buenas.

Minji tan solo puede sonreír, asintiendo como si no supiera que realmente aquello era mentira. Entonces se pregunta si de algún modo aquello podría ser verdad, si tal vez a pesar de la apariencia estaban comestibles, o si tal vez, Hanni es demasiado amable para su propio bien.

⠀❛ㅤSWEET AND SOUR, HEART DEVOUREDㅤ( 天 )ㅤbbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora