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Se convierte en casi una tortura, realmente. Durante navidad y año nuevo, Minji apenas tiene tiempo para hablar con Hanni o aparecer por la cafetería. Apenas tan siquiera la ve.

Es como si todo se hubiera puesto en su contra de repente.

El trabajo la tiene demasiado agotada y ocupada como para hacer nada, pero constante piensa en la menor. Piensa en que estaría haciendo en aquel momento, en sí quizás está pensando en ella, en sí los besos que compartieron semanas atrás se reproducen en su cabeza una y otra vez...

En si en cada pequeño momento del día, piensa en ella de la misma forma en la que Minji lo hace.

Y cuando finalmente consigue salir del trabajo un poco más pronto de lo habitual, Minji siente que puede gritar de alegría.

Sonríe mientras camina hasta la cafetería, sus manos en los bolsillos de su chaqueta y su corazón latiendo alegremente en su pecho porque finalmente iba a verla, finalmente iba a disfrutar de su sonrisa y ojos marrones.

Realmente no había sido mucho tiempo, pero para Minji se había sentido como una eternidad.

Y mentiría si dijera que no la extrañaba.

Así que sonríe ampliamente cuando entra en la cafetería y sus ojos se clavan en la australiana, quien se encuentra atendiendo a una chica alta.

El olor a café y el aire cálido del local le hace sentir tan reconfortada, y malditamente lo había extrañado.

Pero cualquier rastro de sonrisa desaparece en cuanto se acerca hasta la barra.

──¿Y puedo tener tu número?──La desconocida frente a ella dice, haciendo que Minji frunza el ceño.

──¿Quieres mi número?──Hanni pregunta con una sonrisa divertida.

La chica suelta una pequeña risa y asiente.

──Claro ¿Quien no lo querría? Posiblemente seas la chica más bonita de Seúl.

Las palabras son como cuchillos clavándose en Minji, son como gasolina en mitad de un incendio. La castaña tiene que apretar la mandíbula con molestia y retener las inmensas ganas de acercarse y decirle que se puede ir a la mierda, que la chica bonita era suya.

Pero se contiene, porque realmente no lo era. Al menos no todavía.

Así que todo lo que hace es contener el aire y esperar a que Hanni se niegue, a que rechace amablemente a aquella idiota y poder finalmente acercarse y hablar, para decirle lo muchísimo que la había extrañado en aquellas casi dos semanas.

──Claro, supongo que podría dártelo.

Minji no puede evitar fruncir el ceño, y al principio está seguro de que ha debido de escuchar mal, de que es imposible que Hanni haya aceptado.

Pero lo había hecho, porque se encontraba escribiendo los dígitos en un pequeño trozo de papel para seguidamente entregárselo con aquella sonrisa que Minji tanto adoraba causar.

Minji ni siquiera tenía el número de Hanni y la conocía desde hacía más de un mes.

──Gracias Hanni, te hablaré.

──Estaré esperándolo.──Hanni sonríe.

Supone que así de sencillo era hacer lo que ella no había tenido el valor de hacer. Así de rápido alguien mejor que ella puede aparecer para quitarle un lugar que ni tan siquiera le pertenecía.

Cuando la chica por fin se marcha, Minji tarda unos cortos segundos en reaccionar, en hacer que sus piernas funcionen y se muevan.

──Minji.──Hanni casi parece sorprendida al verla.

──Hola.

──Hola.──Murmura.

Minji guarda sus manos en los bolsillos de su chaqueta, apretando los labios mientras piensa en que decir.
En cualquier cosa que alivie todas las emociones que está sintiendo, algo que haga que la tensión en su cuerpo desaparezca.

──Así que...──Comienza, con una mueca.──¿Quien era la afortunada?

──Haewon.──Hanni responde como si nada, encogiéndose de hombros.

──Ya veo.──Susurra.──¿Te gusta?

Hanni sonríe, una sonrisa que casi parece divertida que hace que Minji frunza todavía más el ceño.

──La acabo de conocer, Minji.

La castaña asiente, y por algún motivo la sonrisa en el rostro de la chica le molesta. Minji definitivamente no le ve nada de divertido a la situación.

──Parecías muy interesada.──Murmura.

──Ya te digo, no la conozco todavía.

"Todavía" Las palabras se graban a fuego en la mente de Minji.

Asiente, porque realmente no hay nada más que pueda decir, no sin acabar delatando lo realmente molesta y dolida que se encontraba por algo que no debería. Hanni estaba en su derecho de salir con quien quisiera, pero eso no quitaba que Minji deseara que solo quisiera salir con ella.

──Quiero un té.──Termina diciendo, a lo que Hanni aprieta los labios en una pequeña sonrisa mientras asiente.

──Enseguida.

La castaña se mueve para ir hasta el final de la barra, con la cabeza baja y su corazón un tanto herido. Pero es detenido rápidamente por la voz de Hanni.

──Minji.──La llama, haciendo que esta se dé la vuelta para mírarla.──Te he echado de menos.

Lo dice con timidez, pareciendo casi avergonzada. Lo dice con tanta sinceridad, pareciendo completamente honesta y Minji solo quiere aferrarse a esas palabras.

Porque quizás aún hay esperanza, quizás Minji no estaba tan equivocada como pensaba.

──Y yo a ti.──Dice mientras finge una sonrisa.

♡♡♡

Es pasada la media noche, días después, cuando Minji recibe una llamada de Haerin mientras se encontraba terminando su taza de té y un boceto de un cliente.

──¿Haerin?──Pregunta, colocando el teléfono en su oreja.

El sonido fuerte al otro lado de la línea hace que Minji frunza el ceño levemente. Supone entonces que Haerin debe estar en el local en el que trabaja.

──Minji, hey.──Haerin dice, sonando un tanto preocupada.

──¿Qué ocurre?

Hay un silencio al otro lado de la línea, y lo único que Minji puede escuchar es el sonido de la gente hablando sobre la ruidosa música.

──No quiero molestarte con esto pero Hanni está aquí y no parece estar muy bien...

──¿Qué le pasa?

──Está con otro chico, uno rubio, y creo que está incómoda y algo borracha.──Haerin explica, chasqueando la lengua con algo de molestia.──No deja de venir a por bebidas y creo que está intentado soportar a este imbecil.

Minji tiene que detenerse unos segundos para analizar cada palabra que Haerin le ha dicho, para procesar lo que realmente está pasando.

Y cuando lo hace, cuando cada palabra de Haerin retumba en su cabeza, Minji siente la urgencia de sacar a Hanni de allí. De llevar a la menor a un lugar seguro y alejarlo de aquel imbecil que le estaba haciendo pasar un mal momento.

Que le estaba haciendo beber para tener que soportar una cita con él.

──Estaré allí en quince minutos.

⠀❛ㅤSWEET AND SOUR, HEART DEVOUREDㅤ( 天 )ㅤbbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora