Pico

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Estaba cansado y solo quería llegar a dormir. Realmente odiaba todo el transcurso del viaje.

Su padre adoptivo era un policía que por cuestiones traumáticas decidió retirarse y cuando dicho suceso sucedió hizo ese mismo viaje que para el pelinaranja era absurdo, aunque le sirvió demasiado.

La volatilidad, estrés y ataques de ira que empezó a sufrir tras el tiroteo ahora eran más controlables y todo gracias a las enseñanzas de su padre.

Tankman, como lo habían apodado su ex compañeros de departamento, era un buen padre y eso no lo iba a negar jamás.

-Tengo hambre- le dijo mientras pegaba su cabeza en la ventana del auto.

-Tambien yo, deberíamos ir a comer algo en un restaurante cerca de casa. Ah y ten esto- dijo extendiendo el móvil del de ropas verdes -lo encontré en la guantera y le puse datos para que empieces de a poco a reconectarte con todo.

-Gracias, pa.

Mientras se encendía el dispositivo pensó en su mejor amigo.

-Probablemente ese tarado me mandó al diablo durante un tiempo y dejó unos cuantos mensajes por semana- pensó.

Cuando el sistema se inició del todo vio la fecha del día y no pudo evitar sentir tristeza, por primera vez en cinco años había faltado a su promesa, pero igual, sabía bien que él lo entendería.

Cuando los datos empezaron a funcionar una tonelada de mensajes empezaron a llegar y no paró en un buen rato. Con la mirada en el apartado de notificaciones y una sonrisita boba disimulada revisó el contacto que le había mandado tantos mensajes.

Taradito +99 mensajes

En las notificaciones también aparecían dos mensajes de Darnell y unos diez de Nene, a parte de ellos estaban los esperados mensajes de odio que le llegaron por lo sucedido.

-Cuando llegué a casa me dedicaré a leer esos mensajes.

[...]

-Recuerda que debemos limpiar un poco antes de ir a dormir.

-Sisi, ya sé.

Apenas entraron a su casa percibieron una fragancia a lavanda, cuando encendieron la electricidad y con ella volvieron las luces se dieron cuenta de que todo estaba impecable, nada estaba igual a esa apresurada tarde en la que partieron al remoto lugar en el que pasarían seis meses de sus vidas.

-Probablemente fue Keith- le dijo a su padre - ya sabes que tiene una llave de repuesto de la casa, aunque dudo que haya limpiado las habitaciones.

-Tienes un buen amigo, se merece el cielo- dijo para empezar a reír de manera escandalosa -toca invitarlo a comer algún día de estos.

-Si...

-Limpia tu cama, abre la ventana y trata de descansar bien. Han sido unos meses demasiado largos para ti, pequeñín.

Cuando abrió su habitación encontró su cama arreglada. El resto de sus cosa estaban llenas de polvo, probablemente porque Keith no las quiso limpiar para ahorrarse sus regaños.

Ahora que estaba solo podía soltar esa amplia sonrisa que se estuvo guardando y con unas pequeñas lágrimas tomó el portaretratos que descansaba en su escritorio.

-Maldito Keith idiota, siempre haces tonterías por mí pese a todo. Cómo no amarte, tarado minúsculo.

En la soledad de su sucia habitación por fin pudo llorar lo que necesitaba hace tanto.

Lloraba porque le preocupaba que los ojos oscuros que tanto amaba lo miraran con desprecio.

Lloraba porque tenía miedo que la única persona que estuvo para él en sus momentos tan frágiles lo tratara con repudio.

Tenía tanto miedo que el chico de cabello cian lo odiara por todo lo que pasó.

Y gracias al gran gesto que hizo por fin esa angustiada parte de su alma que no pudo calmar de ninguna manera pudo descansar.

Pese a la petición de su padre pasó la noche en vela leyendo cada uno de los mensajes enviados por su mejor amigo. Leyó de su tristeza, de su supuesto egoísmo, de su intento de cambio, de su aislamiento, de su nueva soledad, de los problemas en los que se metió por él, de sus malos días y leyó de los buenos días que volvía a tener.

En serio te quiero un montón, gracias por todo lo que hiciste por mí durante todos estos años que te conozco.
Esperaré por ti.  Adiós, imbécil.
18:36 ✓✓

23 de abril del 2023

Sé que ya no es 22, pero aún así en mi habitación, como cada día de la promesa, con 17 casi 18 te reafirmo la promesa que hicimos hace cinco años.
3:33 ✓✓

Y yo también tengo cosas atoradas que decirte. Algún día de estos tenemos que vernos y hablar. Todavía me debes el helado que me prometiste hace meses y el que te comiste ayer solito, maldito desgraciado del culo.
3:34 ✓✓

Mensajes Sin Responder ✿Pico x Keith (bf)✿Where stories live. Discover now