Mein himmel

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México ganaba 3-1, un rayo de luz dando leves destellos allá por el horizonte. El seleccionado tricolor podía olvidarse por un instante del caos que tras salir del vestidor los esperaba, retrasaron lo más posible el sentir colectivo de estarse ahogando, de ser arrojados a mar abierto con una especie de atadura a los pies que negaba toda posibilidad de brazar y llevar un poco de oxígeno al interior, nada estaba bien por más que se negaran a aceptar ese hecho.

Un triunfo totalmente envuelto en un solo nombre, Guillermo Ochoa, la gran cruz de la selección. Él y Andrés Guardado, cortados por la misma tijera, seres consumidos por el egoísmo puro. Quiere alguien, de favor, decirles que han sido ellos los grandes culpables del fracaso que este deporte tan bello tiene a los ojos del mundo. No hay mieles que sus nombres despierten, solo eso, fracaso.

Fracaso.

Con un gol en el agregado, México se hacía presente en el marcador de la mano de Factor, Diego Lainez se reencontraba con el gol, nuevamente estaba ahí esa joven promesa. La afición, por esos segundos, dejaba de ser injusta con él y abrazaba ese renacer, poco importa su pasado azulcrema.

Dicen que las alegrías son más cuando son compartidas. Un equipo donde los resultados pesan por el amor que se tiene a la camiseta, pero no más que el tener firme que para alcanzar aquello deseado deba de pasarse sobre la familia. No, no hay forma.

Cada miembro de ésta importa, importa su sentir, importa ser el escudo impenetrable a corazones latiendo por un mismo sueño, juntos, siempre juntos.

Podrán haber diferencias, lo normal, nadie dijo que una familia deba caminar por un mismo sendero ya trazado, por el contrario, cada uno es libre de tomar el camino que no se encuentre peleado con sus ideales. Al final, la certeza de que atrás, al frente o al lado, una mano dispuesta a tomarte cuando tus pasos no puedan más.

Es la unión la que te acerca a la gloria. Los momentos de silencio, la gran oportunidad de reconectar con lo que nos hizo dar ese primer paso.

Ahí en el fondo, el guardián que da seguridad a su familia, y a la nación también. El arco con un daño mínimo, siquiera un rasguño más bien una leve caricia que hizo despertar a quien dormía por escuchar voces que no eran la propia.

Luis Malagón, Antonio Rodríguez, sabedores de que la competencia apenas  está por iniciar.

¿Y el corazón de la selección?

Ahí en la cancha, no hay forma alguna de que Guillermo sea quien de muerte a los suyos.



Caía el minuto 37 cuando un tiro desde media cancha hacía estragos en las redes enemigas, el responsable, nadie más que el Principito, quien comenzara una carrera a su arco como celebración, mirada al cielo, puño en el corazón. En el camino quedaba aquel inolvidable dorsal 18 para dar paso al 13,

Guardado
13

Un cambio intrascendente para muchos, no para él ni para quien ha de estarlo mirando en este momento, posiblemente con los ojos llenos de lágrimas, de dolor sí, pero también de inmenso amor. 18 y 13, la unión de dos almas más allá de lo romántico.



Minuto 93, a uno de que acabe el encuentro, otra vez Andrés Guardado.

Dos televisoras, una más que otra, a las que ese hecho no iba a hacer cambiar el sentir general; el triunfo debe venir de la mano de un cambio generacional, no así. Una victoria completamente eclipsada, nada que hacer.



Allianz Arena, Múnich, Alemania, 2011

Tres cabelleras rizadas siendo espectadores de un encuentro por demás cardíaco, con un resultado final que hacía caer varios apuestas.

Bayern de Múnich vs Borussia Mönchengladbach, 0-1, favor Borussia.

¿Cómo llegaron ahí? Ni ellos mismos sabían, suponen que de una noche de copas donde el alcohol cruzó su límite y entre videos por demás vergonzosos colgados en sus redes, una compra a un partido al que por nada del mundo iban a faltar, no estaban para andar desperdiciando el poco dinero que tenían, bueno más de lo que ya habían hecho. Tampoco saben cómo fue que obtuvieron acceso a los vestidores, acaso Dios se apiadó de sus pobres almas y les dijo, dejen de andar llorando y andén a codearse con grandes futbolistas, no es que ellos no lo sean, pero ustedes entenderán.

Guillermo y Andrés esperando a Gio para ir rumbo a su hotel cuando de la nada los   planes nuevamente cambiaban, otro saqueo a sus bolsillos y ellos como si nada. A ver si después pueden volver a sus países, tontos.

Y ahí en la pista, tres mexicanos siendo el alma de la fiesta, esta vez con un consumo de alcohol más medido, o al menos esa fue la intención inicial, puede que en el camino no haya sido tan fácil cumplir con sus palabras.

Desde la barra, Francisco con la mirada sobre sus amigos, quienes coqueteaban descaradamente con las bellas chicas, quién diría que ese par podía tener un nivel competente con el inglés, nunca tan perfecto como ahora.

Tan ensimismado estaba en su tarea que no era capaz de sentir esa mirada que llevaba bastante tiempo disfrutando de sus bellas facciones, y de ese cuerpo tan trabajado que tenía, Dios, un ángel terrenal.

Y de hecho, esto no iba a cambiar, de no ser porque aquel bello joven de gran porte, armado de valor tras varias rondas de alcohol tocaba sutilmente su hombro buscando entablar conversación, no estaba dispuesto a dejar que los minutos pasarán y no poder saber más de aquel lindo extranjero.

Era un lástima que no tuvieran el tiempo a su favor mas esa pequeña interacción de unos minutos solamente se sintió tan correcta que fue inevitable no intercambiar números.

Tan jóvenes e inexpertos.

Tan jóvenes queriéndose comer al mundo.

Tan inexpertos olvidando que el corazón está conectándose con nuevos sentimientos, el amor entre ellos.

Dos jóvenes escribiendo su propia historia. Una historia con algo en común.

Ya después sabrían qué.

Uno de ellos más consciente de no ser porque realmente era malo con los rostros, otro que por ver sin detenerse a mirar los detalles de la vida pasaba por alto situaciones que bien pudieran marcarlo.

Pero así es la vida, toca escribir cada capítulo un paso a la vez y el de ellos, con su reencuentro dentro de unos años.



Rusia, 2018




Tears | Ochoa x Ter StegenWhere stories live. Discover now