Shizu; Tensura

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Rimuru sintió un intenso poder mágico que emanaba del bosque cercano. Inmediatamente supo que era el poder del señor de los demonios que lo había estado llamando y había esclavizado a su amigo Shizu.

Con determinación en su corazón, Rimuru cargó hacia el bosque, sus ojos brillando con fuego azul mientras invocaba sus poderes como un señor demonio. Cuando entró en el bosque, vio que Shizu estaba bajo el control del Maestro de Invocación. Su cuerpo ya no era el suyo, y sus ojos estaban desprovistos de cualquier emoción. Ella era simplemente una marioneta bajo el control total del poderoso demonio.

Rimuru apretó los puños, su rabia hirviendo al ver a su amigo siendo controlado como un títere. Sabía que tenía que actuar rápido si quería salvarla.

Con todo su poder, Rimuru se abalanzó hacia el Maestro de Invocación, sus manos chisporroteando con energía azul. El demonio respondió con un feroz ataque propio, enviando una ola de energía oscura hacia Rimuru.

Las dos fuerzas se enfrentaron, enviando ondas de choque por todo el bosque. Rimuru apretó los dientes, decidido a no dejar que Shizu se perdiera para siempre.

A pesar del inmenso poder del Maestro de Invocación, la determinación y el poder de Rimuru demostraron ser demasiado para él. En un empujón final, Rimuru desató un ataque devastador, destrozando el control que el demonio tenía sobre Shizu.

Shizu cayó al suelo, su cuerpo temblaba mientras recuperaba el control. Cuando sus ojos se aclararon, vio a Rimuru de pie junto a ella, su mano extendida para ayudarla a levantarse.

"Rimuru... viniste por mí", susurró, con lágrimas corriendo por su rostro.

Rimuru sonrió cálidamente, sintiendo una sensación de alivio inundarlo ante sus palabras. "Por supuesto que lo hice. Te prometí que te protegería, ¿recuerdas?"

Shizu asintió, una pequeña sonrisa formándose en sus labios. "Gracias, Rimuru. Sabía que podía contar contigo".

Con Shizu sana y salva, Rimuru sabía que sus aventuras estaban lejos de terminar. Siempre habría enemigos a los que luchar y amigos a los que proteger. Pero mientras estuvieran juntos, podrían superar cualquier cosa.

Y con ese pensamiento, Rimuru y Shizu partieron, listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.


Mientras viajaban por el bosque, Shizu compartió con Rimuru los detalles de cómo había quedado bajo el control del Maestro de Invocación. Estaba en una misión para investigar una actividad extraña en el área cuando se topó con una trampa. El Maestro de Invocaciones había logrado capturarla y había usado su magia oscura para tomar el control de su mente.

Shizu se sintió culpable por caer en la trampa, pero Rimuru le aseguró que no era su culpa. Mientras regresaban a su aldea, discutieron su próximo curso de acción para evitar que el Maestro de invocaciones causara más daño.

Al llegar a su pueblo, Rimuru y Shizu fueron recibidos con los brazos abiertos por sus amigos y aliados. Rápidamente compartieron lo que había sucedido y obtuvieron el apoyo de la aldea para lanzar un ataque a la guarida del Maestro de Invocación.

El viaje a la guarida fue traicionero, lleno de trampas y demonios que intentaban detener su avance. Pero con las habilidades únicas de Rimuru y la fuerza de Shizu, finalmente llegaron a la guarida.

La batalla fue intensa, ambos bandos desatando todo su poder para ganar ventaja. Rimuru se enfrentó con el Maestro de Invocación en una pelea uno a uno, decidido a poner fin a sus malas acciones.

Fue una lucha feroz, con ambos combatientes intercambiando golpes y hechizos. Sin embargo, el poder de Rimuru resultó ser demasiado para el Maestro de Invocación, y finalmente cayó al suelo derrotado.

Sin el Maestro de invocaciones, el control sobre la mente de Shizu se liberó para siempre. Sintió una sensación de alivio, libre de las garras del demonio.

Mientras el pueblo celebraba su victoria, Rimuru y Shizu se sentaron juntos, reflexionando sobre los eventos que acababan de ocurrir. Shizu se sintió en deuda con Rimuru por salvarle la vida una vez más y le agradeció su apoyo incondicional.

Rimuru sonrió, feliz de tener a su amigo de vuelta con él. Su aventura puede haber sido peligrosa, pero con el apoyo mutuo, podrían superar cualquier cosa que se interpusiera en su camino.

Y así, los dos amigos continuaron su viaje, listos para enfrentar los nuevos desafíos que les esperaban en el futuro.

Historias hechas por I.AWhere stories live. Discover now