cincuenta y tres

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Lisa's pov:

—Hey. ¿Dónde está? —pregunté y Taeyeon me señaló el coche de junto.— Hola, pou —murmuré tomando a Jay en brazos.—. ¿Cómo estás, amor?

Taeyeon siguió charlando por llamada mientras me extendía un sobre sellado.

—Debes enseñárselo a la de recepción y decirle que vienes por los resultados de ayer.

Asentí lentamente y obedecí mientras llevaba a mi bebé en brazos.

—Vengo por los resultados de ésto. —dije enseñándole el sobre. Ella lo abrió y leyó la ficha que venía dentro.

—Oh, sí —me entregó un sobre.—. Puede esperar veinte minutos al doctor para que él le de el resultado o leerlos usted.

Asentí lentamente.

—Los leeré yo. Gracias.

Me alejé mientras abría el sobre y Jay estaba sonriendo con los ojos cerrados.

Los papeles daban a conocer que el pequeño era absoluta y totalmente mi hijo. De cualquier forma lo sabía.

Caminé hasta Taeyeon y le extendí el sobre, ella lo dejó de lado y sonrió.

—¿Y bien? —preguntó.

—Era lo que esperábamos —murmuré acariciando el rostro de Jay.—. Lamento haberlo exigido.

—En tu caso también lo hubiese pedido, no te preocupes. Nosotras sólo fuimos... Amigas que tenían sexo, hubieses sido imbécil si no me lo pedías.

Sonreí.

—Siempre eres tan comprensiva.

—Te dije que éste bebé fue el mejor regalo del mundo, con eso me daba más que pagada por el universo. —insistió y le entregué al bebé.

Salimos del hospital para llegar a mi auto.

—¿Te llevo? —pregunté y ella asintió.

—Gracias.

Subimos el coche rápidamente y ella se sentó con el bebé en brazos.

—¿Y a dónde vas? ¿Tu casa? —pregunté y negó.

—Quería pedirte un favor —murmuró.—. Debo acompañar a Yeonjun a una entrega de premios, ¿podrías quedarte con Jay?

—Por supuesto —murmuré.—. Déjame pasar  a casa y luego te llevo a donde debes ir.

—Gracias. —murmuró sonriente.

[•••]

—Hey. Hola, hermoso. —murmuró Jennie besando el abdomen de mi pequeño.

Me acerqué a ellos y pude notar al bebé sonreír.

—Sonríe mucho —murmuró ella.—. Es lindo. Leo está arriba aún, quería esperar a que tu los presentaras.

Asentí mientras comenzaba a llamar a Leo. Lo vi bajar las escaleras corriendo y me puse de rodillas para abrazarlo. Él golpeó mi cuerpo con fuerza mientras yo lo levantaba.

—¡Te extrañé, mami! —gritó emocionado.— ¡¿Dónde estabas?!

—Estaba yendo a buscar a alguien.

—¿A quién? —insistió.— Mami pude dar una voltereta como un espía, ¿Puedo enseñarte luego? —preguntó y asentí lentamente.

—Leo, vas a romperte el cuello y yo voy a rompérselo a tu madre si ella lo permite.

—Aguafiestas —murmuramos.—. Ven aquí, Leo...

Lo dejé en el suelo y Jennie se levantó del sofá. Me puse de rodillas junto al sofá y Leo me acompañó.

—Él es tu hermanito.

—Jay —murmuró.—. Hola —tomó la mano del pequeño bebé que apretó su dedo rápidamente.—. Creo que le gusto.

Sonreí.

—¿Cómo no vas a gustarle? Está emocionado de que seas su hermano mayor.

—¡¿De verdad?! —dijo emocionado.— ¡Wow! Yo también estoy feliz de ser un hermano mayor.

Leo acarició el rostro de Jay con su manito y dejó un beso en la mejilla del menor.

Jennie se sentó en la alfombra y yo también. Le pedí que se siente en mi regazo y ella obedeció mientras veíamos a Leo charlar con el pequeño bebé.

—Me llamo Leo —murmuró.—. Mi mamá se llama Jennie, y nuestra mamá Lisa —comenzó a meditar que decir.—. Y yo tengo cinco años, voy a cumplir seis el otro año, y uh... Vamos a tener dos hermanitas, espero que seas rubio —hizo una mueca al oler al bebé.—. Oye no seas grosero, estoy hablando contigo. Mami creo que se ha hecho popó.

Hice una mueca de asco y Jennie soltó una risita poniéndose en pie. Comenzó a revisar al bebé y asintió.

—Todo tuyo, mamá. Voy a prepararme un sándwich.

Leo me observó y luego al bebé.

—Otra vez sólo somos tu y yo, mamá.

Joder...

[•••]

—Uh... —murmuré mientras le quitaba el pañal y comenzaba a limpiar con agua tibia su trasero.— Ésto es horrible.

—Sí —murmuró Leo.—. Huele a cuando me duele la panza.

Sonreí levemente.

—Algo así.

Terminé de limpiarlo y Leo subió a la escalera de junto para entregarme el pañal.

—Gracias, hijo —dije sonriente. Comencé a acomodar el pañal y un chorro de orina llegó directo a mi rostro.—. Oh, no. Joder.

Leo comenzó a reír y yo moví levemente al bebé mientras el chorro golpeaba a Leo y él caía al suelo.

—¡Ayuda, me ahogo! —gritó mi pequeño cubriendo su rostro.

Jennie llegó a la habitación y vio a Leo orinado, a mí también y al bebé terminando su obra maestra en nuestro techo de color blanco.

—Lalisa Manoban... Eres... —suspiró.— Ve a cambiar a Leo.

Tomé a Leo en brazos y me lo llevé de inmediato. Mamá osa se enojó.

[•••]

Jay y Leo descansan sobre mi pecho mientras Jennie peina su cabello a un par de metros. Leo está dormido hace unos veinte minutos mientras que Jay no ha dejado de dormir desde que Jennie le cantó una canción junto a Leo.

—Te ves sexy como mamá soltera —murmuró.—. Tal vez podría dejarte éstos y tomarme mis cinco años.

Giré los ojos.

—No es gracioso, Kim —murmuré.—. Aunque tú eres toda una milf... Kimilf me gusta. —bromeé y escuché un gruñido de su parte.

—Cállate o voy a golpearte.

—Golpeame cuando estemos en la cama. Eso me gustaría. —murmuré y sentí la mano de Leo sobre mi boca. El pequeño estaba somnoliento.

—Shh... —murmuró y volvió a roncar levemente.

—Cállate, Lisa. Deja a mi bebé dormir. —dijo Jennie.

Sonreí.

Nuestros bebés deberían nacer en abril, si tenemos suerte tal vez los últimos días de marzo. El embarazo es divertido, muy divertido, pero... Deseo que estén aquí y ver sus rostros. Quiero que tengan la sonrisa de Jennie y también su nariz...

—¿En qué piensas? —preguntó y sonreí.

—En que quiero ser tu chica favorita.

Ella sonrió y se acercó a besar mis labios.

—Ya lo eres, amor mío.

¿Disculpa? | Jenlisa G!P (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora