22

1.1K 166 40
                                    


-  ¡Pulgoso! ¡Pulgoso!

– ¡Se llama Toto! – Grito Kai cerca de su oído.

Afortunadamente para el peli rosa, Chan detuvo al pálido antes de que lo asesinara.

– Llevamos horas buscando a ese perro – Se quejo Seungmin – Digamos que Donhyun se lo llevo y punto.

– ¡No Seungmin! – Volvió a gritar Kai – Pobre perrito, debe estar perdido y... tenemos que encontrarlo.

– ¿Dónde puede estar? – El alfa miro por todas partes dejando en segundo plano la pelea entre los dos omegas – Ya casi anochece.

– Llama a Jisung, tal vez tengan noticias – Chan asintió tomando su teléfono, sin embargo, antes de que llamara a su amigo.

Yeonjun llamo.

Miro el teléfono como si de un fantasma se tratara.

– ¿Qué? – Miro a Seungmin y le entrego el teléfono, el omega contesto sin más – ¿Quién habla?

– ¡¿Dónde esta Toto?! – Retiro el aparato de su oído al escuchar el grito del mas joven, sin duda terminaría sordo.

– Es Yeonjun – Le dijo Chan después, Seungmin le lanzo el teléfono al peli rosa en cuanto tuvo la oportunidad.

Kai suspiro pesadamente pegando el teléfono a su oreja.

– Hola, ¿Cómo te va? – Contesto calmado.

– ¡¿Dónde mierda esta Toto?!

– ¿Quién?

– ¡Kai! – Gruño – Llevo mas de cuatro horas ladrando – Kai comenzó a reír por la imagen mental que su cabeza proyecto – ¿Lo tienen? ¿Lo encontraron?

– Estamos en eso Yeon – Miro a los otros dos y subió los hombros – Decidimos separarnos, llegaremos en cinco.

– ¿En cinco qué?

– O en diez – Rasco su nuca – Llamare a Jisung y veremos si tienen respuestas.

– Kai – mascullo – ¡Kai! – El peli rosa alejo el teléfono de su oreja y colgó discretamente.

Era inútil, llevaban mas de cuatro horas buscando al perro de Beomgyu y nada, era como si la tierra se lo hubiera tragado.

– Tengo los pies hinchados, ¿Podemos irnos ahora? – Tanto Kai como Chan miraron al omega de pelo negro.

La misión había fallado.

( . . . )

– ¡Yeonjun! – El alfa golpeo su frente con la puerta del baño – ¡Tengo sed!

Se había encerrado ahí cuando se canso de ladrar y andar a cuatro patas. Abrió la puerta lentamente y se apresuro a ir hacia la cocina.

Ahí estaba el rubio, en su silla de ruedas, con los ojos vendados y con uno de los juguetes del perro en su mano.

Yeonjun agradecía que fuera tan distraído como para no darse cuenta que algo malo pasaba a su alrededor. Solo le había dicho que le tenia una sorpresa y que no podía abrir los ojos hasta el día siguiente.

Beomgyu le creyó sin dudarlo.

– Toma – Le dijo tranquilo extendiéndole el vaso con agua – ¿No tienes sueño?

– Esperare por mi sorpresa – Sonrió enormemente después de beber – Está tardando mucho.

– Si, lo esta – Tomo el vaso de vuelta y miro al omega.

𝘿𝙚́𝙗𝙞𝙡 | Yeongyu | omegaverseWhere stories live. Discover now