- Xiao Zhan va a casa de su tío Wang en sus vacaciones de verano, el joven Xiao no sólo descubre que su tío es el hombre más jodidamente apuesto, sino, que también descubre nuevas prácticas y le enseña el "mundo real".
Mientras uno en su inocencia...
Incluso si la vida es tu amiga el destino sigue siendo tu enemigo, eso pensaba Yibo justo ahora al ver a aquel joven frente a él.
Tan frágil como un jade, suaves labios color rosa, una bonita nariz, ojos avellana y largas pestañas, un cabello azabache algo largo y una tez perfectamente blanca y, oh, por supuesto que no ha dejado de lado aquel bello detalle simplemente está tan anonadó que no piensa con claridad, ese lunar, ese bonito y apetecible lunar cerca de sus labios, el simplemente podría acercarse tomarlo de la cintura y acorralarlo mientras lo aprieta fuertemente y toma ese bonito lunar entre los labios.
Luego podría subirlo desde sus muslos a algún modular y bajar lentamente por ese blanquecino cuello, dejando pequeñas marcas y desprendiendo su ropa de a uno, encontraría ese bonito botón marrón y... Mierda. Así es, encontró su perdición.
Maldigo la hora en que acepte esto.
— Zhan. — pronunció Wang Ziyi.
Está vez fue su madre quien lo llamo, ya que el bonito azabache estaba tan embelesado mirando a aquel hombre luego de perderse en su voz. Al instante dejando sus pensamientos obscenos de lado Yibo volvió a la realidad también.
Tomaré más duchas frías que un pez si sigo con estos pensamiento. Se decía Wang Yibo.
— lo lamento mami, estaba perdido en mis pensamientos — se levanta del sofá y hace una inclinación para luego mirar nerviosamente al mayor — gusto en volver a verte, tío Bo.
Tío Bo. Tío Bo. Tío Bo.
Esa voz, tan dulce.
— Mn, le diré a Mei que recoga tus maletas y te lleve a tu habitación. — dijo con voz suave pero gruesa y en porte firme.
— Muchas gracias en verdad, hermano. Sólo serán unos meses, Pei es muy gentil con él y no sería capaz de enseñarle nada al final, ya sabes que lo consentimos demasiado.
— Descuida, no será un problema. Ya verás que le enseñaré muchas cosas. Bastantes cosas si me lo permites, pensó.
— Muy bien, A-Zhan, mami debe irse, escucha al tío Bo y sé un buen niño como lo eres siempre, mami te ama — se acercó a su pequeño y le dio un fuerte abrazo, luego se separó un poco y tomando en sus manos su rostro se acercó lentamente a su cien y dejó un casto beso allí. Se alejó sonriéndole sutilmente a su hijo.
— Yo lo haré mami, A-Zhan es un bien chico, también te amo. — le sonrió dulcemente.
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Ya en la habitación, luego de que su madre se fuera, Zhan estaba acomodando sus cosas en el armario, no había traído tantas cosas, sólo lo necesario, ya que sólo serían unos meses después de todo.
Terminando de acomodar, se acercó a la cama y se acostó en ella, sólo tendría una pequeña siesta, estaba algo cansado luego del viaje.
Aunque, aún seguía pensando en su guapo tío, sus pensamientos son inocentes con respecto a su persona. Él sólo piensa que su tío es alguien muy bonito, eso no está mal ¿cierto? Reconocer la belleza de alguien no tiene porque ser malo ¿o sí?.
