CAPÍTULO CINCO

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Teniendo en consideración que ahora JiMin conocía los sentimientos que tenía YoonGi por él, en retrospectiva, era mucho más obvio los mensajes (no tan) escondidos que había en sus pequeñas interacciones pasadas. Entre sus recuerdos, JiMin tiene aquella vez que todos salieron a comer juntos y YoonGi se sentó a su lado, su brazo apoyado sobre el respaldo de su silla, rodeando a JiMin por la espalda mientras hablaba con total naturalidad sobre su día.

Esa noche YoonGi había estado particularmente contento porque había acabado de aprobar un final que le había estado jodiendo el mes, así que invitó una cena para todos. YoonGi se mantuvo sentado a su lado toda la velada, se rió con él, le sonrió y lo miró con ojos encantados. Se veía más brillante que de costumbre, pero JiMin supuso que había sido por la buena nota que consiguió.

Ellos bebieron, comieron, rieron y se organizaron para salir de nuevo.

Cuando regresaron a casa, él y YoonGi caminaron hacia la parada de autobús junto a TaeHyung, quien se encontraba demasiado borracho en ese momento. Los tres se sumieron en una conversación hasta que se subieron al autobús y ayudaron a TaeHyung a entrar a su casa cuando llegaron a su parada. De regreso a sus casas, subidos una vez más al autobús, JiMin y YoonGi se encontraban sentados al lado del otro, continuando con la conversación de la que JiMin realmente ya no se acuerda, pero sí recuerda haber dicho que tenía sueño y que YoonGi ofreció su hombro para que se recostara.

Con los ojos medio cerrados por el sueño, JiMin observó cómo YoonGi tomaba su rodilla más lejana y la apretaba hacia él, manteniéndolo cerca quizás para que no se cayera, acariciando la zona con su pulgar, delicado en su toque mientras veía la ventana del autobús como si esto fuera algo de todo los días, un toque común entre los dos, siendo tan gentil y amoroso que JiMin tuvo el impulso de levantar la cabeza y besar su mejilla.

Ahora, a pesar de que podía hacerlo libremente, todavía no se acostumbraba a ello.

—YoonGi.

—¿Hm? —zumbó contra su rostro, sus labios pegados a su mejilla mientras sonreía. Ni siquiera estaba repartiendo besos, sólo estaba ahí con los ojos cerrados, disfrutando del contacto de sus labios contra la piel del otro.

—No me quejo, realmente me gusta estar así contigo —admitió, un poco encogido en su lugar mientras YoonGi acariciaba su cintura con parsimonia—, pero en cualquier momento alguien va a abrir la puerta...

—Cinco minutos más —pidió aún sobre su cara.

—¿De qué? Ni siquiera me estás besando —dijo a modo de chiste.

—¿Esa sí es una queja la que escucho?

JiMin chasqueó la lengua, alejando su rostro del otro para huir de su bochorno y YoonGi sólo se rió.

Ellos habían despertado esa mañana mucho más temprano que el resto y se quedaron en la comodidad de la cama. Se sintió tan natural como si hubiera sido destinado a ser. Las incomodidades fueron dejadas de lado y YoonGi aprovechó esta oleada de confianza para besar la cara de JiMin con lentitud, disfrutando del toque mientras el contrario simplemente apretaba los labios con la cara roja y se dejaba hacer como siempre había hecho.

—Me sorprende que seas tan tímido ahora, considerando que fuiste quien inició nuestro primer beso —molestó con una sonrisa traviesa en su rostro y JiMin se hizo más pequeño en su lugar—. ¡Ah! Qué lindo eres —lo abrazó entre risas.

—Eres un tonto, no sé por qué me gustas —se quejó, a pesar de que no estaba haciendo fuerza en lo absoluto para huir del abrazo.

—Porque soy encantador —molestó, encimándose una vez más.

NOCHES HELADAS, BESOS CÁLIDOS ☆ MYG + PJMWhere stories live. Discover now