A la Cuarta División le falta un Teniente, un Vice-Capitán que sea digno de llevar tal título, pero Kazutora ni siquiera se molesta en buscar uno y nadie objeta nada. Sin embargo, un día Mikey se harta y le reclama que busque uno, teniendo a sus dos...
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"I want a pet tiger"
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A las ocho de la noche, en punto. A esa hora tendría que estar en el puente para ver de nuevo a Baji después de dos días, y son las siete con treinta minutos, haciendo que Kairi se coloque el buzo negro de mangas cortas y salga con emoción de su cuarto. Bajó las escaleras de dos en dos, llegando inmediatamente a la salida de la casa.
-¿Kairi? -una voz femenina viniendo de la entrada de la cocina lo detuvo-. ¿Vas a salir?
-Mh -Kairi afirmó mientras habría la puerta.
-¿Llevas tu teléfono?
-No.
-Deberías llevarlo -la mujer se acercó un poco más al menor-, así puedo saber dónde y cómo est-
Kairi salió de la residencia y le cerró la puerta en la cara, dejándola a mitad de la oración. Fue crudo, hasta el mismo lo reconoce, pero tuvo buenas razones; si hubiera seguido ahí, habría una discusión de la que no podría tomar el control, y si bien detestaba a esa mujer, prefería no tener comunicación con el nivel de enojo demasiado elevado, porque siendo sincero consigo mismo, el enojo le provocaba llanto, y no quisiera que ella la viera así.
Caminó con rapidez hacía adelante por unos minutos porque, diablos, el puente sí que quedaba algo lejos yendo a pie. Podría haber aceptado el ofrecimiento de Baji en ir a buscarlo directamente a su casa, pero... es complicado, tanto que apenas puede entenderlo, pero no así aceptarlo.
Y no es lo mismo entender que aceptar.
-Sí que tardaste -comentó Baji apoyado en su moto al verlo llegar hasta su lado-... Mierda, ¿qué te pasó? -preguntó al verlo tan demacrado.
-¡Ahhhhh! -Kairi suspiró con exageración mientras apoyaba su espalda en Baji para que lo sostuviera-. Definitivamente prefiero correr que caminar... Es más fácil.
-Quítate -Baji lo empuja hacia adelante y se endereza para luego voltearse y subirse en la motocicleta-. ¿Por qué no atendiste mis llamadas? Creí que te habías arrepentido de venir.
