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El tenía razón

Correr. Eso era todo lo que podía hacer.

El viento soplaba tan fuertemente que las pocas de los árboles se movían sin parar.

—¡Eres un hijo del diablo!

—¡Atrapenlo!

—¡Ese niño debe ser quemado ahora mimos!

¿Por qué le decían eso? ¡El no había hecho nada malo! No podía parar de llorar, tenía mucho miedo. El fuego de las antorchas y los trinchos lo tenían muy asustado.

¿Dónde estaba bipper? ¿Por qué no fue con el?

Se tropezó con una roca y ese tiempo fue suficiente para ser atrapado.

«¿Cómo llegué a esto?» Se preguntaba dipper.

No debí haber pedido eso.

¿Cuál fue su error? Si tan solo no hubiera querido conocer el exterior.

¿O tal vez su error fue cuando les enseño su marca? Tal vez incluso cuando les dijo de dónde provenía.

Nada había salido como imaginaba.

—¡Por favor, sueltenme! ¡Amo Bill! ¡Amo Bill!

—¡Esta llamando a su líder, el diablo! ¡Debemos exorcisar a esta pobre alma que ha caído en la desgracia!

—¿Exorcisar? ¿¡De que habían?!

Dipper fue llevado a rastras a la catedral, donde lo amarraron a una camilla.

—¡No, por favor! ¡¿Que hacen?! Solo quería que fuéramos amigos…

Dipper seguía llorando, no podía parar.

—¡Bipper! ¡Bipper! 

¡Tengo que ayudarlo!

Esa voz…

¡Pero está sufriendo!

¿Bipper?

¡Ya basta, por favor!

¡Era bipper!

Las voces de los aldeanos se disipaban en su mente, se estaba desmayando. Quería que todo esto fuera un sueño, quería volver a su hogar, jugar con bipper, hablar con su amo. Soloq quería volver a eso.

Se sentía asfixiado. Le costaba respirar. Cómo siempre estuviera en un lugar lleno de agua y cerrado, un lugar de dónde quería salir.

¡Solo tiene 6 años!

Su corta vida paso rápidamente por su mente como una película: Bill, dipper, Phyronica, los aliados, y también, una niña de cabellos castaños pero con la cara borrosa que pronunciaba su nombre con torpeza.

Lo último que pudo decir antes de caer en la inconsciencia fue:

—Papá tenía razón…

(…)

—¡¿Por qué hizo eso!? ¡Es solo un niño!

—Tu misma lo dijiste ¿No? Tiene que aprender a vivir por si solo.

Respondió Bill, observando con atención la burbuja de pensamiento azul con forma de pino. Era un tanto traslúcida y dejaba ver lo que el pequeño estaba experimentando.

—¡No me refería a esto! ¡Sácalo de ahí!

Bipper lloraba. Quería ayudar pero ¿Que más podía hacer? Solo era un niño…

—Tienes razón. Ya ha experimentado todo lo que necesitaba.

Bill chasqueo los dedos y la burbuja explotó soltando lo que parecía ser agua y dejando caer a dipper sin cuidado. Sin embargo, Bill uso sus largos brazos para enrrollar al niño y mantenerlo a salvo.

—Ahora nadie me va a separar de mi pequeño humano…y lo mantendré a salvo.

Bipper salió corriendo hacia dipper y lo abrazó. Se sentía tan inútil por no protegerlo, era su única misión para poder permanecer en la torre.

"Tu deber es cuidarlo"

Pero…¿Cómo podría cuidarlo si al verdadero enemigo lo llamaba papá?

(…)

—¡¿Ese es tu gran plan!? ¿Matarlo de miedo para que no quiera experimentar nada nuevo otra vez?

—Yo no hice eso. Solo le mostré la realidad.

—¡No! Creaste una realidad que tú crees que es verdad. El no es uno de nosotros, Bill. Los humanos le temen a lo desconocido, no se temen entre ellos.

—Claro que lo hacen. Se matan unos a otros por poder y territorio. No son tan diferentes a nosotros.

—Lo que haces está mal…

Bill se volteo hacia ella y le advirtió.

—Cuida tus palabras, te permito muchas cosas pero sabes que no me gusta que me digas que es lo que tengo que hacer.

Phyronica lo miro, sin apartarle la mirada, tenía miedo, si. Pero jamás iba a demostrárselo y si tenía que ser convertida en piedra para dejarle ver a ese demonio que no sería otra lamezuelas como los demás. Estaba dispuesta.

Un Futuro Distinto [Mi Amo Bill Cipher]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora