Prólogo: El caído.

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     En un alejado rincón del universo, en un asteroide se está librando una gran batalla. El dios Arkhavon se encuentra herido y sangrado. Su ala derecha fue amputada completamente.
— ¿Cómo es que un simple asesino es tan poderoso? — Se pregunta mientras invoca una espada sagrada.
    El asesino es una figura encapuchada. Por eso a Arkhavon le resulta difícil ver su rostro. El asesino invoca una espada maldita.
— Esta talvez sea mi última batalla — se prepara para luchar con sus últimas fuerzas —... Si he de morir, ¡entonces moriré con honor!—  Corre apuntando su espada directamente al corazón del asesino, este también apunta la suya al corazón del guerrero.
    Ambos chocan levantando una nube de polvo. Pero ninguna espada atravesó el corazón de nadie, en su lugar atravesaron las manos de un guerrero que llegó para detenerlos en el último segundo. Solomon, un guerrero shagai al servicio del dios Darkest detuvo a ambos hombres. Logrando liberar una mano prende el cigarrillo que tenía en la boca.
— ¿Solomon qué haces aquí? —Pregunta el guerrero totalmente anonadado—
— No podía dejar que lo mataras —. Decía mientras exhala una bocanada de humo y se despoja de la espada del asesino.
— ¿Que significa esto Solomon, conoces a este asesino? — pregunta Arkhavon totalmente confundido. Sin embargo Solomon lo ignora y se dirige al asesino.
— ¿En verdad creíste que podrías mantenerme encerrado en ese calabozo? Jajaja... Acaso te estás quedando sin imaginación  —aspira su cigarro y suelta otra bocanada de humo—, verdad Darkest?
Mientras que Arkhavon estaba totalmente impactado ante las declaraciones de Solomon, el asesino solo río y se quitó la capa, en efecto, era el dios Darkest, el dios Arkhavon estubo luchando contra su hermano todo este tiempo.
— Eres más listo de lo que pensaba Solomon. Por algo eres mi mano derecha, o más bien eras —ambos intercambian miradas agresivas
— Hermano... ¿Por qué tú? ¿Por qué quieres matarme, si yo te amo con todo mi corazón? — pregunta Arkhavon totalmente confundido porque no podía entender el por qué su hermano quiere matarlo.
— ¿Qué no es obvio? Si tú mueres, entonces yo seré el dios más poderoso que existe después de los Primigenios. Si te mato ahora, ¡Nada, no nadie será capaz de hacerme frente! —. Habiendo dicho eso, Darkest invoca un centenar de espadas hechas de una energía maligna, casi demoníaca, las cuales van directamente hacia Arkhavon pero Solomon bloquea la mayoría y le dice al dios que escape; pero cuando Arkhavon estaba abriendo un portal para huir del lugar una de las espadas se clava en su espalda, rápidamente otras espadas se incrustan en otras partes de su cuerpo, la última de éstas se incrusta en su cabeza. Arkhavon cae y deja un gran charco de sangre cuando toca el suelo. Solomon se sintió impotente, había fallado en proteger a Arkhavon.
— Supongo que ya estarás contento. Mataste a tu propio hermano a sangre fría —. Le dice a Darkest mientras lo mira con desprecio.
— No, mi hermano es el primero de muchos, dentro de poco habré asesinado a la gran mayoría de dioses que existen en el universo, seré tan poderoso que los demás deberán arrodillarse y servirme si no desean morir — decía mientras Solomon arrojaba el cadáver de Arkhavon a la infinita marea cósmica mientras le canta una canción shagai que se usa para despedirse cuando un buen amigo, rival o hermano de armas muere.
— Nunca te importaron las otras personas, solo piensas en tí mismo... No es verdad, Guti — Solomon es interrumpido cuando una espada se clava en su vientre.
A pesar de que sus ojos entrenados pueden ver cuándo algo pasa a una velocidad que normalmente sería imperceptible para el ojo humano, no pudo ver cuándo Darkest se abalanzó hacia el para enterrarle el cuchillo.
— Shhhhhhh... Si hablas ahora —clava más cuchillos en el abdomen y pecho de Solomon provocando que este vomite sangre —... No habría historia que contar...
Arroja a Solomon a un agujero negro. Y este usa su último aliento para maldecir a Darkest. Su visón se oscurece y deja de respirar y sentir todo a su alrededor.

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