Capitulo VI: El rey del mar.

2 0 0
                                    

Winter y Asami consiguen llegar a la estatua con el corazón en la garganta, a pesar que la distancia no era mucha, ellas corrieron como nunca han corrido en sus vidas, y sumando el hecho de que tuvieron que subir un buen número de escaleras, se tomaron unos minutos para recuperar el aliento.
Después de haber descansado unos minutos, ambas se disponen a ofrecerle los corazones al rey del mar, con lo que no contaban era que éste haría acto de presencia.
El suelo se agrietó solo un poco, y de las grietas comenzó a salir agua salada, grata fue la sorpresa de las señoritas al beber esa agua. Casi de inmediato comenzó a salir mucha más agua, ésta vez era dulce, pero no pasó mucho tiempo para que se mezclara con el agua salada, el agua ahora era salobre. Por cada quince segundos comenzaba a salir más y más agua, hasta que ésta comenzó a subir, cómo si algo o alguien la manipulara, ésta empezó a tomar forma, y luego de unos segundos había tomado la forma de un hombre adulto de 1.87, con una larga cabellera y largas barbas. Las dos jóvenes se arrodillaron, pues estaban en presencia del rey del mar.
— Excelente trabajo mis niñas —dijo Gavrósh tomando ambas bolsas.
— Mi señor, ¿qué pasará con aquellos que murieron? —preguntó Asami.
— Ellos pelearon con valentía, hubo algunos que fueron dominados por el miedo y trataron de huir, cosa que no pudieron lograr. Pero hasta el guerrero más rudo puede llegar a sentir una pizca de miedo al estar en esa situación, y es algo normal.
— ¿Qué será de sus almas?
— Corren libres en los Terrenos de Caza, ahí no volverán a pasar hambre ni miseria nunca más.
— ¿Y ahora que procede? —pregunta Winter algo impaciente.
— La tradición dice que aquellos que trajeron los corazones de demonio ante mi, deben enfrentarse para decidir cuál es el más fuerte. Y cómo solo quedan ustedes dos, me temo que tendrán que pelear. Pero no ahora, vayan a descansar, yo me encargaré del resto a partir de ahora.
— ¿Y cómo haremos para volver, que tal si los wendigos nos atacan ya sea cruzando o rodeando el Bosque de Cristal?
— No te preocupes hija mía, les daré un talismán que las protegerá de todo mal — dijo Gavrósh y a continuación le entregó a cada una un cristal tallado con símbolos protectores.
Las jóvenes agradecieron a su señor y partieron a la tribu de inmediato.
Gavrósh por otra parte, dejó la estatua y se manifestó en la costa.
— Hora de trabajar... — dijo y luego juntó sus manos cómo si fuera a si tronar sus dedos.
Bajó los brazos y empezó a tratar de levantarlos como aquel que intenta levantar un objeto muy pesado. Gavrósh utilizó toda su fuerza y el fondo del mar comenzó a temblar, la fauna marina comenzó a huir del lugar, mientras que un objeto, mejor dicho, una construcción de gran tamaño subía a la superficie. Gavrósh levantó un antiguo coliseo utilizado por los primeros habitantes de la isla, antes de que ésta comenzara a congelarse. El coliseo estaba cubierto de algas y también habían unos cuantos peces tratando de volver al mar, sin mencionar que habían dos mabestias de estirpe tiburón sentadas en la orilla del puente que va hacia el coliseo.
— ¿Pero que fue lo que pasó? —pregunta uno de los tiburones.
— Pues nuestra casa fue arrastrada a la superficie por algún tipo de fuerza desconocida. Seguro fueron alienígenas.
— Órale… ¿quieres ir a Australia a mordisquear bañistas?
— Bueno —y ambos regresaron al mar rumbo a Sydney.
El coliseo tenía detalles de lanzas y monstruos marinos impresos en su mampostería, no tenía sueño, la arena estaba totalmente inundada, ésto se debe a que los gavroshianos la preferían así, pues ellos controlaban el agua, si querían un lugar firme en dónde pelear, simplemente manipulaban el agua y hacían una plataforma de hielo.
¿Por qué este coliseo estaba sumergido? Eso se debía a que los gavroshianos vivían en la costa, bajo la protección de la estatua de Gavrósh, pero todo cambió cuando sucedió «La Ira de los Fantasmas», una noche el mar de Alvoritak de repente pareciera que había cobrado vida, olas monstruosas azotaron a los gavroshianos durante semanas. Las olas desaparecieron por completo los hogares de los gavroshianos, únicamente se salvó la estatua de Gavrósh. Al ver el peligro que corrían, se marcharon de la costa.
— Cuántas batallas se libraron en este coliseo —decía Gavrósh con melancolía—... ahora ya no queda mucho de éste icónico lugar. Bueno, trataré de arreglar lo que pueda…
Gavrósh tardo todo el día en reparar el coliseo, y aún así se seguía viendo muy deteriorado.
— Reparé lo que se pudo, éste lugar no resistirá mucho tiempo… bueno, dejaré que la tribu se despida de sus muertos para continuar con la siguiente fase de la prueba.
La noche transcurrió con una ceremonia de despedida para aquellos que fueron devorados en el Bosque de Cristal; solo se oían tambores, flautas y canciones tristes y melancólicas en el idioma natal de los gavroshianos. Juntaron un objeto que pertenecía a cada joven devorado en ausencia de sus cadáveres, los pusieron en una pira funeraria, Ixtizer hizo el favor de encenderla y estubo ardiendo toda la noche, durante ese tiempo nadie en la tribu durmió, se quedaron a orar por los difuntos.
Las llamas se apagaron con la salida del sol, en ese momento el viejo Aritok hizo acto de presencia solo para decirle a la tribu que debían dirigirse a la costa, dónde solía estar su hogar para la última prueba; la tribu partió mientras las cenizas de los muertos eran esparcidas por el viento.
A la tribu le tomó medio día en llegar a la costa, evitaron cruzar el Bosque de Cristal para evitar más muertes innecesarias. Cuando por fin llegaron, los ancianos no pudieron evitar derramar unas cuantas lágrimas, aunque estaba en ruinas, estaban felices de encontrarse con una parte de su antiguo hogar, habían transcurrido cincuenta años desde que se fueron.
La ceremonia de apertura no fue muy emocionante, no te aburriré con los detalles, nada más fue el viejo Aritok diciendo palabras algo desalentadoras. Omitió presentar a las contrincantes porque nada más eran dos y porque ya todos sabían quienes eran. Esperó a que se pararan al centro de la plataforma de hielo para decirles las reglas.
— Reglas ser las mismas de siempre, nada de trucos sucios ni de matar a oponente. Habiendo dicho eso, ¿listas? ¡Pelear!
Las muchachas apenas y le dieron tiempo para salir de la plataforma cuándo empezaron a pelear. ¿Quién ganará ésta batalla? ¿Winter o Asami?

Metaverse Место, где живут истории. Откройте их для себя