Capítulo 1.- El terror de los demonios

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Dante continuó su caminata por ese lugar boscoso con nueve, aunque parecía que la nieve ya no estaría más.

- Así que ya casi termina el invierno -dijo curioso- bueno, no me molestaría encontrar pronto un pueblo o una ciudad donde alimentarme con rica pizza y helado -dijo animado-.

En ese momento Dante se detuvo en seco, pues estaba presintiendo la escénica de un demonio.

- Así que aquí también me van a atacar, bueno ya llevaba mucho tiempo sin un poco de acción -dijo animado preparando sus armas-.

El ente presente ante Dante era un extraño demonio alargado con horrible cara que se estaba balanceando en los árboles solo para poder atacar a Dante sin que este pudiera alcanzarlo pero para mala suerte de aquel demonio Dante no era un simple espadachín, un simple humano o un simple cazador de demonios, no Dante tenía sangre de demonio en su sangre.

Como Dante se dio cuenta de que ese demonio podría ser muy débil decidió darle algo de ventaja para que lo atacara pero siempre esquivando los ataques pues así podía descubrir la velocidad a la que se movía ese demonio.

- No eres muy rápido, pero tampoco muy débil en los golpes -decía mientras esquivaba cada golpe y veía como la nieve se espacia en una pequeña explosión causada por el retumbar de los golpes de aquel demonio-.

Una vez Dante dejó de esquivar fue directo hacia el demonio para atacarlo, pero justo en ese momento aquel demonio lo atravesó en el estomago con una de sus manos.

- Desgraciado... -dijo adolorido-.

Si bien Dante podía regenerarse y no podían ser fácilmente vencido, los golpes, garrazos, mordidas, etc., si le dolían, pues que tuviera regeneración y casi inmortalidad eso no quitaba el hecho de que pudiera sentir dolor, Dante se saco la mano del demonio de su estomago usando su fuerza la cual se podía ver por unos pequeños relámpagos de energía demoníaca que emergían de todo su cuerpo, aquel demonio estaba impactado pues no se esperaba que un humano pudiera sobrevivir a ser atravesado por su mano.

Una vez Dante se saco la mano de ese demonio la herida comenzó a regenerarse de forma rápida al instante.

- Mira que vengo preparado para todo -dijo con una sonrisa para después sacar una cara de demonio que era de vitalidad-.

Dante rompió esa cara que parecía de jade como si fuera un cristal cualquiera haciendo que su energía fuera absorbida por el y así recuperarse como si nada, una vez listo Dante comenzó a dispararle al demonio sin piedad esquivando los ataques del mismo, Dante dejó de disparar para aparecer sus espadas demonio Agni y Rudra las cuales poseían el elemento aire y el elemento fuego.

Dante corto cada extremidad de ese demonio sin piedad ¿que era esto? ¿La respiración de un pilar? No, era el poder de Sparda que corría por las venas de Dante, se suponía que no importaba si un pilar o caza demonios le cortara partes del cuerpo a un demonio pues este se regeneraba, pero, ¿por qué era diferente con Dante? ¿Por qué Dante pudo terminar con ese tipo de demonio de esa manera? Simple, todos esos llamados demonios de donde ahora Dante se encontraba no eran demonios en su mundo, eran poseídos o súper humanos y el poder que Dante poseía era más que el de un simple pilar o de un simple caza demonios o que de los demonios de ese mundo.

- Huh, ni siquiera me manche de sangre como es mi costumbre -dijo con una sonrisa burlona- me dan entretenimiento pero ustedes no son demonios, y si lo son, entonces son los demonios más débiles que haya visto en toda mi vida, sinceramente extraño la diversión que me causaba matar demonios en donde yo vivo -dijo serio-.

Dante continuó caminando tranquilamente.

Pasando los días Dante ya no necesitaba refugiarse en cuevas, solo hacía una pequeña fogata con sus armas de fuego cocinaba carne de conejo que cazaba bebía el agua de los ríos, peleaba con más demonios de baja categoría y continuaba su trayecto, hasta que llegó a lo que parecía una casa grande.

Devil May Cry Ultimate NefelineWhere stories live. Discover now