.7. ¿Vergüenza?

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[ Amy Rose ]

La tapa de la caja quedó a un lado. Y él ahí, se quedó como un bobo mirando. Creí que al verlas se daría cuenta y tiraría por la ventana la caja y diría un montón de cosas.

O a lo mejor solo soy una dramática como siempre. Porque no ha hecho ni ruido absoluto. O meramente, no me gusta la imagen de mí viendo esas barbaridades. (Aunque de la pareja dueña y confianzuda no lo creo que le disguste)

— ¿Qué es? —y toda se atreve a preguntar.

Le doy la espalda y me cruzo de brazos. Creo que esta escena me valdría tres cominos si estuviera con todo el equipo.

— ¡Ah! —escuché su exclamo y que cerró la caja— ¡Ja!, así que esta pareja si que se daba vuelo.

Me horroricé. ¿Cómo él podría estar tan tranquilo después de ver algo así, y encima soltar tal chuminada?

—¿Amy? —sentí su mano fría en mi hombro— Bueno. ¿Y ahora a tí que te pasa?

Ni me había percatado de que estuviera pendiente a mí. Envuelta en pensamientos dislates.

Me giré para verlo.

Parpadeó al ver mi reacción seguramente inusitada. Tanto que tenía un semblante serio cuando me habló. Y sus labios se fueron extendiendo hasta que supe que iba a reír.

—¡Aaah, pero mira! ¡Ya sé tu escándalo! —me soltó y empezó a girarse a otro lado para reírse muy  estrepitoso— Ay, Amy! —dijo al cabo que dejó de reír y volver a verme— esas cosas son normales, resta importancia a esos objetos obscenos cuando los veas. Yo no dije nada porque me da lo mismo. Y no me sorprende, es de esperarse que una pareja tenga cosas así.

—¡Disparates! —evadí su mirada y me crucé de brazos, avergonzada— Bueno, yo solo te advertí, porque esas cosas son guarradas, y-y ya sabes. S-solo me dió repugnancia y quería ahorrarte la vergüenza.

Dije disparates, tal cual.

—Chss, no me interesa. Me da risa. Eso es todo —volvió a reír, pasó por mi lado y me dió un leve codazo para salir por la puerta, antes de irse, dijo—; Bueno, si quieres dejar esa caja en su lugar o si quieres la puedo enterrar en el jardín —señaló con su pulgar detrás de su espalda— para que no te "perturbe" o lo que sea que te cause, Amy.

Salió sin añadir algo más.
No lo entendía. Le daba risa una cosa así pero le daba vergüenza una caricia. Cómo las primeras veces que estuve pegada a él por miedo. Ahora es todo lo contrario. Es extraño.

De todas formas, le echaré la culpa a la luna por su comportamiento tan raro.

× Noche ×

[ Sonic ]

Aunque siempre era oscuridad, sentía que podría ser igual de tarde en la actual hora. Acierto a qué serían como las diez de la noche.

Amy se ha quedado en el cuarto un buen rato y después de como media hora salió sin añadir algo más y se sentó en el sofá.

Yo no exploré la casa. Me la pasé buscando en la cocina que comer, y de ahí no fui a otra ala de la casa.

Empezaba a darme sueño. Y supuse que Amy también porque de reojo se me a figuraba que cabecea de sueño.

—Amy. Te ves cansada. ¿Quieres ir a dormir?

—Creo que si.

—¿Quieres que te cargue hasta la cama?

Sus ojos que se encontraban entrecerrados, se abrieron más y se puso de pie.

—Mi cuerpo no podría con el tuyo.

Me encogí de hombros.

—Tendré tu cuerpo, pero sigo teniendo mi misma voluntad. ¿Te gustaría ver si puedo?

—No, no que va. Luego me rompes un hueso y ahorita no hay quien me socorra —respondió subiendo los escalones por si sola.

Le seguí el paso.

×—×
.7. end 🖇️❗

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Las vergüenzas para Amy no cesan. En los siguientes días, cuando hay un rayo de esperanza que apenas se asomaba para ambos. Ocurre otra vez una de lo que Amy llamaría “desastres”

Juntos A Medianoche. Where stories live. Discover now