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(9)
“FLUIR”
Permanezco en silencio por unos segundos tratando de asimilar lo que creo que fue lo primero que me pedía Enzo desde que hablábamos, creo.
—Podría tratar. —musito aligerando la situación con una especie de risita muy baja, no sé por qué lo había hecho.
—Sí, me imagino que tendrás cosas que hacer también. Así que sí, solo si podías esta bien. Para vos. —irrumpe Enzo hablando más rápido de lo que fue la conversación, se produce un silencio que me deja pensando hasta que vuelve—. Por la experiencia, digo.
Asiento como si se tratara de una charla en persona hasta que lo recuerdo.
—Sí, seguro. Nunca estuve en la cancha cuando salieron campeones así que no sé si estaría bueno ir ahora... —bromeo.
Bromeó por la mitad y por otra mitad estoy pensando que nunca confundí las cosas con un hombre porque siempre fueron demasiado claros pero tal vez creo que lo hice por primera vez cuando me dijo que vaya.
Enzo ríe para luego contestarme.
—No creo, no creo que justo pasé eso. ¿no? sería mucha mala suerte.
¿Estaba siendo solo amable? ¿Qué exactamente hacía?
Yo no hablaba con muchos tipos por teléfono. En llamada, es más al único que le tenía permitido, y no sé si tanto que me llame, era a Horacio. Y digo que no sé si tanto porque cuando me llamaba se ponía excesivamente rompe pelotas así que a veces ni siquiera contestaba a sus llamadas.
Es decir, ¿a qué tantas personas llamaba Enzo Pérez pidiendo que vayan a la cancha? Bueno simplifiquemos la pregunta: ¿a qué tantas chicas llamaba Enzo Pérez para que vaya a la cancha?
—¿Fiorella?
Su voz me saca de la pelea que comenzaba a tener conmigo misma y sacudo mí cabeza.
—Si, sí. No creo llevar tanta mala suerte encima. Ja. —bromeo pero estoy muy lejos del sentimiento que tuve cuando ví que me llamaba.
De repente simplemente no quería hablar más de ello por lo que hago lo que seguramente nadie haría si estuviera interesado en él.
—Enzo, tengo que colgar. Recordé que estoy atrasada en algo y...
—¡Ah, si! No hay problema, está bien. Seguimos después.
—Sí, claro. —respondo para quedarme en silencio sin recibir respuesta y simplemente me despido—. Chau.
Termino la conversación confundida porque creo que ni yo misma estaba segura que quería de esto. Solo sentí la presión o lo raro, lindo, después de oír que quería que vaya a Argentina para ver a River como si eso fuera tomar el auto e ir al supermercado de acá.
