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“PERSONALMENTE”










Me detengo a releer unas dos veces más aquellos mensajes porque en un estado en el que estaba y lugar fácilmente podía primar la de leer lo que vos querías. Sin embargo, está vez no me equivoco y realmente leo lo que ahí estaba escrito por Enzo.

Es más que obvio que termino respondiendo que sí, que me parecía una idea interesante por lo cual no iba a rechazarlo y me tocaba esperar que él no se haya equivocado o peor, que haya escrito eso bajo algún estado como el mío o más grave. Es una posibilidad cuando recuerdo que el seguramente aún seguía en la fiesta del club que me comentó que estaría.

En ese momento vuelvo a bloquear mí teléfono cuando mí hermano se acerca con un trago nuevo que pidió por mí, le agradezco y me pregunta si me sentía bien.

Sacudo la cabeza frunciendo mí ceño y casi riendo confundida por su cara que se transformó en una más seria.

—Sí. ¿Por qué?

—No, te lo digo por tu cara. Parece que pasó algo. —menciona para sonreír y hundir sus hombros para comenzar a alejarse cuando niego.

Y lo siento de pronto me sentía muy seria, rígida, que le doy rápidamente un sorbo a mí trago y me acerco a los sofás pensando si tal vez ya debería irme. Observo la hora en mí teléfono, dos y media.

De repente me siento cansada y a la vez algo me incomodaba que descubro que solo es la ansiedad a que él pudiera contestarme en este momento y me diga que estaba 100% seguro de su invitación. Entonces me doy cuenta que hace mucho tiempo no sentía este tipo de sensación ante una posible invitación de un varón.

Ante ese pensamiento no evito ver si no recibí una respuesta porque ya no me daba cuenta si mí celular vibro, sonó, lo que sea. Y sí, tenía una respuesta clara.

Enzo Pérez.
Buenísimo!
Te espero mañana...?
A la noche?

Inconscientemente me muerdo los labios hasta que dejó de hacerlo cuando soy consciente de lo boluda que me puse en un micro segundo. Después de eso, le respondo que sí y bueno entonces tenía una salida, más o menos, después de como... Tres meses.


En la mañana siguiente despierto algo perdida, en todos los sentidos, mi celular vibraba molestamente desde algún lugar de mi cama hasta que lo encuentro. No era una alarma. Era una llamada de Horacio.

Recuerdo, anoche me llamo cuando estaba en el club con mi hermano y sus amigos. Tampoco lo atendí. Y pronto recuerdo los mensajes con la persona con quién me vería hoy. Y las cosas se me vienen a la cabeza cuando tengo llamada perdida de Jessica y se supone que yo debería estar llegando a Miami por estos momentos.

Idols | Enzo Pérez.Where stories live. Discover now