Capítulo 73

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Capítulo 73: segundo asalto

Izuku despertó alarmado por los gritos de los soldados del campamento de Shiketsu. Se había quedado dormido en la cama de Yaoyoruzu, presa del cansancio y quizá como única vía de escape para no pensar en su discusión con Kacchan.

No obstante, el jaleo proveniente del exterior de la carpa lo alertó, y cuando estaba a punto de levantarse para ver qué pasaba, una cabellera castaña atravesó la cortina que hacía de puerta.

– Uraraka-san...

La bruja había traído un valde con agua y varios paños, preocupada por si el pecoso empeoraba tras su milagrosa recuperación.

– ¿Cómo te encuentras, Deku-kun?

Izuku decidió entonces sentarse y por instinto se llevó la mano al pecho, allí donde ahora brillaban aquellas extrañas escamas de dragón.

– Bien... Supongo... – pero lo primero era lo primero. – ¿Qué está pasando ahí fuera?

Ochako escurrió uno de los paños y lo colocó con delicadeza sobre la frente del pecoso.

– Es... complicado. – confesó ella.

Midoriya insistió a su amiga con la mirada y la bruja no tuvo más remedio que contarle lo que había sucedido tras la inesperada aparición de la luna de sangre.

Izuku ni siquiera necesitó que le dijera quién habían sido los responsables, pues era más que obvio que los demonios, de alguna forma, habían logrado traer aquella luna al cielo antes de tiempo, y su corazón se contrajo al recordar los efectos que ejercía sobre los dragones. Por suerte, Ochako se adelantó y le aseguró que Katsuki se encontraba bien gracias a ciertos detalles por los que la muchacha pasó por encima para no avergonzar al peliverde.

El muchacho agradeció que su amiga no entrara mucho en detalles y dio un suspiro de alivio. Puede que los demonios quisieran que los dragones que no hubieran pasado la Iniciación, como Katsuki o Eijirou, perdieran los estribos y atacasen a cualquiera en el campamento de Shiketsu, que cundiera el pánico y así tuvieran la ventaja... Puede que sus intenciones fueran aún más lejos y que quisieran impedir que los dragones participasen en la batalla en su forma draconiana, aterrados por aquellas viejas historias en las que sus destinados pagarían un precio si lo hacían... 

Fuera como fuese, All For One había jugado bien sus cartas.

Izuku suspiró nuevamente y Ochako le tomó de la mano.

– Bakugou-kun se preocupa muchísimo por ti. – aseveró ella. – Nunca te pondría en peligro.

Pero Izuku no lo tenía tan claro. ¿Qué elegiría Kacchan? ¿Luchar en su forma humana o transformarse en dragón pese a las consecuencias para vengar a su gente? ¿Se quedaría acaso atrás para protegerlo a él en vez de dar un paso al frente? Era una elección muy difícil, capciosa y malpensada. Algo que solo un verdadero demonio propondría.

Su rostro se volvió cada vez más sombrío a medida que sus dudas comenzaban a bailar por su mente. Ochako lo notó y decidió darle espacio, mas cuando la joven se levantó y comenzó a caminar, el peliverde notó que algo parecía colgar de sus ropas.

– Tienes algo... Ahí.

Uraraka paró en seco e inspeccionó su vestido rosa. Aparte de algún que otro rastro de sangre de sus pacientes, no había nada relevante.

– ¿Dónde? No veo nada

Izuku agudizó la vista. Definitivamente había visto algo brillar.

– Está ahí, es como si fuera un... 

Dragon king (KATSUDEKU)Where stories live. Discover now