Magia Eterna - El Legado de Mewni Vol. 3

Capítulo 2 Diversión en la Tierra

Marco estaba sobre su cama descansando bajo un sueño profundo de esos en los cuales te sientes tan cómodo que es casi imposible salir de ese sueño.

Lamentablemente para él, no fue del todo así, sintió como algo cayó sobre su cama haciéndolo salir volando de ella —¡MARCO! ¡Despierta! ¡Tenemos que buscar a Tom! — exclamó Star mirándolo tirado en el suelo.

—¿Podemos desayunar primero? — Marco se levantó del suelo y arrojó su manta a su cama.

—... No lo sé... bien ¡pero rápido! — Star salió del cuarto y bajó rápidamente a la cocina, Marco la siguió a un ritmo más lento puesto que estaba recién levantado.

Marco y Star terminaron su desayuno y salieron al jardín para decidir dónde empezar la búsqueda, Star sacó su atlas y juntos comenzaron a ver los sitios más probables donde Tom podría estar.

Mientras tanto Jackie apenas estaba despertando, se sentía llena de energía a pesar de haber dormido poco, se cambió de ropa y bajó para desayunar, encontró a su padre en la cocina vaciando en un termo un líquido verde del vaso de la licuadora.

—Buenos días papá— saludó mientras abría el refrigerador.

—Buenos días pececilla ¿cómo dormiste? — el hombre cerró su termo y lo guardó en su mochila que estaba sobre la isla en medio de la cocina.

—De maravilla.

—Que bien... por cierto, tú madre te dejó panqueques en la mesa para que desayunes— le comentó señalando a la comida —ya me voy, se me hace tarde, ¡nos vemos, pececilla! — el hombre salió de la cocina después de despedirse.

—Adiós papá— esperó unos segundos, luego se asomó y cuando comprobó que su padre se había ido, sacó otro vaso y otro plato y lo puso en la mesa del comedor, fue hasta el sótano donde se encontró con el cuarto completamente ordenado.

—Eh... Tom ¿qué estás haciendo? — preguntó entre risas bajas.

—Oh, hola Jackie, sólo estaba ordenando un poco, me desperté y todavía estaba oscuro así que limpié para entretenerme ¿dormiste bien?

Jackie miró todo el cuarto, Tom efectivamente había limpiado cada rincón del sótano —dormí de maravilla ¿qué tal tú? — indagó mientras se sentaba en una de las cajas.

—Bastante bien, ese colchón es más cómodo de lo que se ve— admitió Tom señalándolo.

—Que bueno ¿quieres desayunar? Mi madre hizo panqueques.

—¿Tus padres saben que estoy aquí?

—Para nada, estoy segura qué mi padre llamaría a algún exorcista si lo supiera.

—¿Entonces?

—Mi madre trabaja en la mañana y mi padre salió al gimnasio, no llegarán en un buen rato.

—Okey, entonces tenemos mucho tiempo.

—Sip, entonces... ¿quieres desayunar?

—Por supuesto, no he comido nada desde ayer.

Ambos fueron a la cocina, Jackie destapó la comida en la mesa y le pasó mermelada y miel al demonio —¿quieres leche o jugo? No tengo almas de ladrones— bromeó asomándose dentro del refrigerador.

—¡Rayos! Son mis favoritas, ¿de qué es el jugo? — preguntó Tom siguiéndole el juego.

—Naranja.

—Eh no... pásame la leche.

Ambos se sentaron en la mesa y comenzaron a comer después de servirse, Jackie estaba acostumbrada a ellos, no era la primera vez que probaba esos panqueques pero sí le gustaban mucho, en cambio Tom estaba asombrado con el sabor.