En la nueva casa donde Hoseok llega a vivir luego de que su padre falleciera, comienzan a ocurrir sucesos escalofriantes que lo llenan de pánico, haciéndolo pensar que lo mejor es marcharse de ahí para siempre. Hasta que un habitante de otro plano t...
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Yoongi observó los ojos fijos en él, sin haber esperado una propuesta como esa. ¿Por qué Hoseok pedía algo cómo eso? ¿Cómo debía interpretar esa petición?
—¿Por qué necesitas qué me quede aquí contigo? —Interrogó dubitativo pero lleno de curiosidad.
El chico lo soltó lentamente, poniéndose nervioso por lo qué había pedido. Pero había una razón importante para hacerlo: Yoongi podría hablarle acerca de Jung Wooseok.
—¿Por favor? ¿Ó tienes algo más qué hacer?
El fantasma rió bajo para sí mismo mientras se encogía de hombros. —Alguien como yo, no tiene muchas cosas qué hacer...
Y entonces Hoseok retrocedió un par de pasos, abriendo por completo la puerta, invitándolo a entrar.
El pálido lo hizo, caminando a paso lento al interior. Hoseok cerró la puerta con llave y luego caminó detrás de él.
—Lo siento... No quise molestarte con mi comentario...
—No, descuida, llevo tanto tiempo en este estado que definitivamente ya me acostumbré.
Hoseok movió la cabeza en afirmación en tanto tomaba el asiento de la vieja silla mecedora, pensando que era buena idea comenzar a preguntar.
El fantasma pudo notar su estado tan nervioso y distraído, así que tomó asiento en la cama esperando a que pudiera decirle qué estaba sucediendo. Lo miró fijamente como era su costumbre y aguardó paciente hasta que el chico se decidiera.
Y en ese lapso de paciencia, Yoongi pudo apreciar más detenidamente los detalles en el rostro de Hoseok, detalles que hicieron erizar los vellos de sus brazos.
—¿Ese es un lunar? —Se preguntaba mentalmente, recorriendo la línea marcada del arco de cupido que hacía que los labios formaran un corazón—. Y esa nariz tan respingada... Heredada por su tatarabuelo y su padre... ¿Y qué hay de esos ojos inquietos que se mueven tan deprisa?, pero que definitivamente me están evitando —sonreía a causa de sus pensamientos hacia el chico.
Hoseok solo buscaba la manera en poder hablar acerca de lo que Taehyung le había comentado pero sin involucrarlo, sin buscarle problemas.
Humedeció sus labios y suspiró profundamente, llevando su vista por fin hacia el pálido, percatándose de la atención en él.
Sus ojos se cruzaron y aquello solo había provocado un escalofrío en la espalda del chico, y un sutil temblor que estremeció su cuerpo por completo.
Yoongi no le atemorizaba más, ya no tenía miedo de él si no todo lo contrario: después del beso, Hoseok no había podido evitar tener fantasías de ese tipo con él.
Aclaró la garganta en tanto se acomodaba en la silla, subiendo ambos pies para abrazar las rodillas hacia su pecho.
—Yoongi... Después de que el señor Jung muriera, ¿vino aquí alguien más de la familia? Supongo que habían más integrantes sanguínes, ¿no?
