En la nueva casa donde Hoseok llega a vivir luego de que su padre falleciera, comienzan a ocurrir sucesos escalofriantes que lo llenan de pánico, haciéndolo pensar que lo mejor es marcharse de ahí para siempre. Hasta que un habitante de otro plano t...
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Dejando un fuerte y reconfortante abrazo en Hoseok, Yoongi se despidió de él por esa mañana luego de haber pasado la noche juntos.
—Amor mío, te estaré esperando aquí...
—Me gustaría llevarte conmigo, Yoon... De verdad lamento que no puedas salir.
—No te angusties por ello, porque a tu lado me siento mejor.
Sus miradas conectaron antes de besarse en la boca, un beso suave y dulce de despedida porque Hoseok tenía que seguir con los planes: ver a Changbin para saber si había podido conseguir información para entrar a la bodega abandonada.
Y además porque simplemente no quería estar más ahí, ya que tenía un presentimiento muy malo.
Con una amplia sonrisa, el fantasma salió de la habitación para dejar que el chico se alistara. Pero al salir, Taehyung a quien le habían otorgado justo la habitación de a lado, vio salir al pálido, y sin ser visto, continuó escondido detrás de la puerta mirando por la rendija como Yoongi se alejaba del pasillo para bajar las escaleras.
Nuevamente no hubo un desayuno como los que solían compartir: los empleados pusieron excusas para ausentarse aunque Jin cumplió su deber de cocinar para todos. Jimin decía sentirse enfermo mientras que Jungkook y Taehyung eran los únicos en comer algo acompañando a Hoseok.
—Tae... ¿Y tú papá? —Preguntó el chico, mirando el lugar vacío del moreno.
—Está en el estudio —respondió en voz baja, mirando nervioso su plato—. Dijo que tenía muchas cosas qué hacer...
Poco convencido, Hoseok asintió lentamente, pues definitivamente sabía que algo muy grave estaba por suceder.
Así que siguió con la rutina: acompañó al chófer quien también había estado demasiado callado, y se quedó en las clases con el profesor todas las siguientes horas.
Changbin lucía muy nervioso, tanto como él, pero intentaba mantenerse cuerdo y sereno para ayudarlo, además de que tenía mucho que explicarle.
—Se acabó el horario, jóvenes. Por favor guarden sus cosas y se forman frente a la puerta para entregarlos a sus familiares —ordenó amablemente, borrando todo en el pizarrón del aula que utilizaba para sus clases.
Taehyung se levantó y con señas le indicó que necesitaba decirle algo en el oído, así que el profesor bajo a su nivel para escuchar lo que tenía para decirle.
—Profesor, ¿puedo hablar con Hoseok en privado? En tanto entrega a los compañeros y llegan por mí... —Pidió en secreto, con su voz angustiada.
—Claro, pueden salir al jardín trasero y los llamaré cuando llegue el chófer.
El niño asintió en agradecimiento y luego corrió por Hoseok quien todavía se encontraba resolviendo una operaciones matemáticas que Changbin le había puesto como repaso.
