Ansiolítico; una cura para cupido.

Capitulo II-Grindr.

Una respiración inefable...

Aquella sin explicación o motivo aparenten, sin significado. Una simple, pero profunda necesidad de aire—quedo paralizado ante aquel redundante pensamiento—veo los edificios, paso por un puente o simplemente pienso en levantarme.

De un momento a otro todo aquello se postra frente a mi como una idea o pensamiento constante.

Casi como si fijaran clavos a una escultura omnisciente del camino correcto.

ya no se trataba de un pensamiento o instinto.

Yo, se lo que es aquello; pero NO.

No es solo pararme frente un metro con el impulso de; ¿Qué pasara sí?, todos conocemos esa sensación.

Tampoco se trata de algo fugaz.

El obstáculo era batallar con tener que mirar al piso y perderme en mis pensamientos, aunque sinceramente dudo mucho que esté fuera un medio de escape.

No se trataba solo de eso, el verdadero conflicto conmigo mismo, soy yo. El humano y su limitante deseo de vivir.

Y no existe nadie capaz de cambiar eso.

Cupido no da señales de vida.

Seguro lo consumieron las drogas. —marco aquello un tanto indolente antes de dar fin, a lo que sea que irremediablemente nunca tuvo que tener un inicio, mi vida.

no despegue la mirada del techo color blanco de mi habitación, estaba echado en la cama con olor a encierro y depresión, créanme cuando les digo que muchas veces desperdiciaba mi tiempo en la nada, disociado o viendo videos que internamente sé que no me llevaran a ningún lado, es decir, en consecuencia; sé que es una pérdida de tiempo.

Había pagado un curso de inglés, tenía varios libros sin acabar de leer, nueve novelas por editar y luego estaba el Gym quien por mucho que lo odiara era lo único que me motivaba a levantarme de la cama.

Una notificación se reflejó en la barra superior del aparato, aquel maldito icono se hacía notar con malas intenciones, a pesar de haber descargado aquellas aplicaciones de citas, las usaba como un distractor, para matar el tiempo. No quedaba en nada con nadie y algunos con los que quede no terminaban llenando mis expectativas.

En su mayoría hombres básicos con ganas de follar, pero sin nada que enriquezca el cerebro, no digo que no tengan alguna vida interesante tras aquel perfil un poco atrevido.

Yo tampoco me definiría como interesante.

Me gusta pensar que para sexo casual tengo mi mano, esa sabe como complacerme.

Luego de un par de minutos decidí entrar, noté un simple Tap con emoji de fuego y un mensaje de un perfil sin rostro posiblemente falso con un; hola.

—Danny, ¿quieres algo de comer?

—¡no, gracias! —exclame retirándome momentáneamente el audífono.

Estaba Clau, no describiría nuestra relación como mala, tampoco podría definirlo como un amigo, aunque en su momento lo llegue a considerar de esa manera. Quizás simplemente estaba dolido, verlo me plasma un recuerdo constante de lo reemplazable que puedo llegar a ser. (abro paréntesis; odio sentirme de esa manera)

Y si les sirve de algo;(NOTA; no se queden en lugares donde no son bien valorados. jamás dejen de lado a un amigo cuando más lo necesita, por muy enojado que puedan estar, es mejor ser hipócrita que egoísta.) existe una gran diferencia entre mentirle a las personas y mentirte a ti mismo pretendiendo fingir ser alguien bueno.