Capitulo 11- Camila

19 2 0
                                    


—Yo lo quiero a él!!—me queje entre sollozos de dolor, ahogando mis gritos en la almohada.

Evite escribirle esa misma noche, aunque mis dedos picaran por hacerlo, lo intente la mañana siguiente a su partida, mis ojos dolían al despertar y la sensación en mi pecho no se había desvanecido, sin embargo, las ganas de acabar con mi existencia sí.

cogí el móvil buscando su número hasta encontrarlo, le marqué esperando respuestas con mi típico tic de agitar el pie derecho —¿Hola? —Mordí mi labio inferior conteniendo mi sollozo al escuchar su voz—¿Danny?, ¿estas bien?

—Camila—murmure casi de forma inaudible. —¿tienes un espacio? Me puedes atender hoy.

—¿Qué ocurre?

—no puedo respirar. —las lagrimas rodaban, aunque intentaba que mi voz sonara lo más nítida posible.

—tengo disponible en una hora más, ¿te sirve?

—voy para allá—colgué, me levanté de la cama como si mi vida dependiera de ello.

No sabría decir desde que momento Camila se hizo tan fundamental en mi vida, mas cuando antes la idea de ir a un psicólogo por mi propia cuenta se encontraba a millas de distancia, tan lejos del universo como a la tierra.

Ahora siento que, sin ella, no puedo pensar con claridad.

No es solo una sesión, Camila se transformó en mi segundo mayor confidente, en mi aliada, sin percatarme había adaptado aquella sala en mi refugio, aquel lugar donde podía expresar mi dolor sin miedo a no ser validado, ella cree en mi cuando yo no soy capaz de hacerlo o simplemente lo pongo en duda.

—Pasen—Invitó la morena frente a mi desde la puerta de la sala, y se que se preguntaran ¿Por qué habla en plural?, Camila y yo no solo estamos trabajando en mi depresión, trabajamos en mi miedo al abandono, a la falta de validación y dependencia emocional, en mi trastorno alimenticio y sobre todo y lo que en realidad nos compete, en mi trastorno de personalidad disociativo o trastorno de personalidad múltiple (no avanzado), a causa de distintos traumas o problemáticas presentadas en mi niñez, adopte como mecanismo de defensa la fragmentación de mi identidad, creando dos personalidades alternas, sé que quizás es extraño cuando en cupido deja las drogas vez expuesto un problema de identidad y en este libro no.

La explicación es simple, Tyler y Noemy a quienes seguramente conoces o espero lo hagan, son personalidades creadas por mi para protegerme del mundo exterior, cree un mecanismo de defensa que me ayuda en situaciones las cuales no puedo controlar, una pelea, discusión, presión, miedos, planes, amor y sobre todo tristeza.

Desde que Mariano llego a mi vida, tome las riendas implementando el YO PUEDO como base principal ante un medio de escape, el buscar ayuda no fue solo por crear una relación sana con mi pareja, principalmente es para ayudarme a salir del hueco en donde me encontraba metido, sin escalera, ni manos, ni soga para subir.

Busque mi propio método de escape, activando mi instinto de supervivencia antes de que el mismo acabe conmigo.

Mis personalidades siguen existiendo, simplemente hemos decido que, en vez de huir ante cualquier situación, seré yo quien afronte la situación. —cuéntame, Danny ¿Cómo estuvo tu semana?

—Camí, no vine por eso—mis ojos se cristalizaron, ella por reacción corrió los pañitos sobre su mesa, se percato de lo intenso que se pondrían las cosas—Mariano y yo rompimos.

Sus ojos se abrieron como platos—pero ¿cómo?

Explique lo sucedido sin perder detalle, conteniendo mis lágrimas y cogiendo fuerza del aire, tomó notas hasta que en un momento se percató de algo, dejo de lado su Tablet y poso su atención, supo entonces que no necesitaba a mi terapeuta, aunque es su trabajo, necesitaba una amiga, alguien que me escuchara y entendiera lo que estaba sintiendo, Me escondí de hombros limpiando una lagrima rebelde—Me dejó de querer. —confese con aquella presión en mi garganta, esa que rodeaba mi cuello—Camí—intente llenar mis pulmones de aire levemente—Me quiero morir.

Ansiolítico; una cura para cupido.Where stories live. Discover now