Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
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Esa noche era la tradicional hoguera que se hacía todos los años en Outer Banks.
La camioneta de John B se estaciona frente a toda la gente y de ella bajaron los cuatro adolescentes y Brooke. Sí, ella a veces se sentía como su madre. Levaba un top de tirantes verde esmeralda conjuntado con una falda vaquera.
Para los jóvenes de la isla, ya era habitual encontrarla con el grupo de Pogues auque aún había Kooks que la miraban mal por ello.
Nada más bajar de la camioneta, Kiara y Pope se alejan siguiendo su conservación y JJ junto a John B pasaron sus brazos por los hombros de Brooke para caminar hacia la multitud.
— Y ella me dijo que ya está, se acabó. — John B explicaba a sus amigos sobre la situación con Sarah.
— Oye, ya basta, tío. — se queja JJ cuando una lata de cerveza cae a sus pies.
— ¡Hola, gamberros! — saluda una Pogue de cabello oscuro.
— ¡Oh, vale! — exclama JJ dando un trago a su cerveza. — ¡Te reclaman, amigo!
El rubio pasa su brazo por los hombros de Brooke para guiarla en otra dirección.
— No sé si debería permitir que John B coquetee con alguien. — comenta divertida Brooke, bebiendo de su vaso.
— Oh, venga, déjalo. — rechista JJ. — Deja de preocuparte por los demás y disfruta la fiesta, princesa Kook.
— Vale, no echaba de menos ese apodo. — se queja Brooke.
Entonces, Brooke mira hacia arriba encontrándose con Topper y Sarah bebiendo, pero lo que le hace escupir su bebida es ver el rostro de Rafe hablando con unos Kooks.
— Oye, oye. — JJ posa su mano en la espalda de la chica cuando la escucha toser. — ¿Estás bien?
— Si. — dice ella, recuperando el aliento sin dejar de mirar a su exnovio. — Eso no me lo esperaba.
JJ sigue su mirada y hace una mueca de desagrado cuando ve a Rafe.
— Ni se te ocurra hablar con él. — dice el rubio.
— No estaba en mis planes hacerlo.
— Bien. — JJ sonríe satisfecho y ambos caminan hasta quedar alrededor de la hoguera con otros adolescentes que charlaban animadamente.
Una hora después, Brooke ya llevaba unas copas de más, sólo quería distraerse de todo el caos que la rodeaba y no pensar en cierto chico Cameron que hacía rato que no despegaba su mirada de ella.
Vuelve a rellenar su vaso de cerveza, chocando con alguien en el camino provocando que la chica se tambalee.
— Mierda, lo siento. — unas manos se posan sobre ambos brazos de la chica, evitando que caiga.
