13. Es Channel.

157 33 40
                                    

Termino de ducharme y alargo la mano por un lado de la cortina tanteando una toalla de las que estaban en la repisa del baño, para secarme dentro y no armar un estropicio en el suelo. Demasiada pereza me da fregar a estas horas de la mañana.

Voy al cuarto y abro la maleta, la sección de la ropa limpia para sacar una camiseta blanca de media manga con escote en v, unos tejanos campana color naranja apagado y unas Vans blancas. Si, la competencia de Converse, lo sé, pero las vi y me enamoré.

Me visto y voy al baño de nuevo para pasar por chapa y pintura. Es decir, maquillarme y arreglarme las greñas naranja fuego.

Una hora y media después ya lista, me miró al espejo y me doy cuenta de que últimamente estoy vistiendo bastante mejor, Channel estaría orgullosa de mi.

Y hablando de Channel. Aún no había contestado mis mensajes. No sé si preocuparme o enfadarme. Me dijo 'Hablamos cuando vuelvas a Barcelona.' Y eso era lo último que supe de ella.
No quiero llamar al mal agüero, pero por dios, espero que se esté cuidando.

Un día después...

-Mat, ¿Sabes dónde narices está mi tablet?.- le pregunto desesperada y medio dormida con el tiempo pegado al culo.

- En tu mochila.- me responde cansado.

Pues llevo los cinco minutos que llevo despierta, nerviosa por qué no se me olvide nada y encima no se donde deje el pasaporte.

- ¿Y el ...?- se me aparece enfrente de repente asustándome y me agarra de los brazos un instante, suficiente para que las puntas de mis dedos se quedasen helados.

-Charlotte, eres una mujer organizada, la cual no saca ni desmonta nada, por dios, está todo en su sitio, no seas paranoica.- me insiste por segunda vez en los últimos minutos.

No sé por qué, su consejo penetra por mis poros, haciendo que me relaje y comprenda la situación. Nadie hasta ahora ha podido hacerlo, solo él.

-Mat, tengo algo que preguntarte.- le digo cabizbaja un momento, lo que él hace que flexione sus rodillas y se quede a la par mirándome desde abajo. - ¿Alguna vez en tus años de espíritu has visto que un ser como tú, se enamore de un humano?.- las palabras salen de mi boca a propulsión como si llevara un siglo aguantandolas.

¿Por qué le pregunté eso ahora?.

¿Por que narices tuve que abrir la boca?.

El, me mira sonriente y se levanta poniéndose enfrente de mi.
Me agarra de ambos lados de la cara y hace que lo mire alzándola hacia arriba.

En este momento, debería sentir frío, pero mi cuerpo está sintiendo un no sé qué en el estómago que no sentía desde primaria con mi compañero de pupitre, aquel que me sonreía y era el mejor niño, bueno y amable del mundo conmigo.

-Pense que solo yo sentía este sentimiento hacia ti. Por eso me enfade cuando viste mi pasado con Cristín. Hace muchos años de eso. Supuestamente yo tengo 26 años, y mi hermano, ya tiene 75, imagínate si llevo tiempo vagando. Los primeros veinte años si echaba de menos a ese primer y único amor de toda mi vida literalmente hablando, pero ya olvidé. - se muerde los labios y se separa de mi. Ahora sí que siento como el frío se había apoderado de mi cuerpo, ya que al separarse noto como la sangre fluye de nuevo por mis venas.

- Pero...- intento decirle, pero él me chista para que lo deje seguir hablando. Alzó las manos divertida en son de paz y me río, al igual que el.

- Es imposible no sentir algo el uno por el otro si prácticamente somos una pareja viviendo juntos. Cuando tú duermes, yo me voy al otro lado etc, pero cuando estás de aquí para allá estoy a tu lado, aunque eso te repercuta en salud y lo siento por ello, pero me aferré a ti y ahora no sé cómo quitar este vínculo.- apenado, se rasca la nuca y hace una mueca apoyándose en el marco de la puerta del comedor.

 VIDA NOCTURNA.Where stories live. Discover now