Abrupto Encuentro.

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"I'm afraid to meet you, but at the same time I like to see that look in your eyes.”


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Aurora fue, y siempre será la creación de un laboratorio. Vendida por sus padres a unos científicos en los momentos más débiles de su familia, cual habían pasado una guerra interminable con gastos, y líos, vieron el camino fácil de dejarla a su suerte. Una mutante qué fue sobre explotada para ver de que podía ser capaz con los residuos de ADN qué tenía de lejanos parientes ya super héroes. Haciéndola una mujer fuerte, qué sabía defensa personal, karate, boxeo, canto, hablar varios idiomas como controlar sus poderes a su antojo. A su corta edad de 17 años había sido soltada al mundo para que la conocieran, sin saber que tomaría esa oportunidad para huir y irse a otro estado, donde estaría segura. Luego de casi seis años, era una mujer feliz y libre, sin ataduras.

Vivía en una casa humilde, pero amplia, con comodidades gracias a su arduo trabajo y conexiones de diferentes lugares.

De día era una, de noche otra. Era lo que se decía por las ciudades de todos los países, era una heroína. Usaba sus poderes para el bien, sin embargo muchos no lo veían de esa forma por “interponerse con spider-man” Ella ni los conocía, se entero por redes sociales de ello. En estos momentos, mientras caminaba por las tibias calles de Rusia, observaba su alrededor con una pequeña sonrisa, agradeciendo vivir un día más. Para muchos sería algo tonto, pero para ella, simplemente fue salir de la tortura constante de agujas y parálisis.

— Bien Aurora, es un buen momento para comenzar el día tu trabajo en la cafetería. Vamos, tu puedes. — La mujer se animaba mientras daba puñetazos a la nada, con sus botas puestas y una gabardina de abrigo.

Entró, y lo primero que vio fue comodidad, y calor. Ya había cumplido un mes ahí desde que llego, hasta ahora le iba bastante bien. Se fue a quitar el abrigo, arreglándose para colocarse un broche en el pelo junto a un delantal. Saludo a sus compañeros de trabajo, transcurriendo un día normal por suerte.

El día pasaba de manera rápida, clientes iba y venían, dejando sonar la casi irritante campana de la puerta resultaba ser agotadora.

— Dioses, espero que mi turno termine pronto. — Comentó apoyándose sobre la mesa del mostrador, suspirando suavemente.

— ¿Un día agotador Aurora? — Le pregunto su amiga Gwen, con quien trabajaba. Era una chica bástante agradable y divertida para ella. Se habían hecho buenas amigas.

— Claro que sí, sólo espero a terminar el día, recibir mi paga y irme a comer algo delicioso. — Tronó sus dedos como cuello.

— Oh... Ir a ver esos señores a restaurantes. — Aurora sólo pudo darle un codazo de manera divertida.

— Ya te gustaría Gwen, en fin, hoy es nuestro día de paga. — Mencionó cerrando la caja cuando ya era hora, hasta que unos gritos de fondo le hicieron saltar de su lugar.

Podían verse unas garras de metal, pasando y agarrándose de los edificios, controladas por una persona. ¿Ese no fue el ceviche qué había destruido la semana pasada? Se miró con Gwen, ambas tenían poderes y se conocían, por causalidades de la vida ocurrió la revelación. Ambas evacuaron a las personas de la cafetería, antes de poder salir ya con sus trajes puestos. Muy pocas veces trabajaban en equipo.

— ¡Gwen! Debes llamar su atención. — Para su suerte que el sol bajaba, y no podría verse bien su silueta. La rubia le hizo caso, lanzando una telaraña a una de las garras del hombre.

Aurora por su lado hacía barreras de hielo sólido en pequeños círculos para que ningún concreto cayera sobre ciudadanos. Buscándoles un lugar seguro.

— Ceviche maldito, nuevamente te veo, espero que no arruines mi día. Tengo una cena importante.

Tronó sus dedos como gruñía un poco, era cansador defender seguido a la ciudad y luego la acusen de que no hace nada. No le dio importancia, con ayuda de Gwen lo sacaron a las afueras de los edificios donde no pudiera hacer estragos. Una se ocupaba desde abajo, y otra desde arriba.

— ¡Mujeres estúpidas! No saben con quien se meten. ¡Y no soy un ceviche! — Se quejo el más viejo, tomando a Gwen con su garra y lanzarla al suelo.

— ¿Estás bien Gwen? Ya voy. — Gritó Aurora dando algunos saltos largos.

No espero que una especie de portal se abriera, dejando ver unas telarañas rojas tomar la espalda del hombre y que de ahí saliera una especie de... ¿Señor? Vestido de traje rojo y azul, destruyendo con sus garras y acabando con este. Pudo notar que al sacar algo de su máscara, le gruño sacando los colmillos.

Sin darle mucha importancia, fue hasta donde Gwen ayudándola a levantarse, está le decía que se fuera y la dejara. Pero no haría eso, tenía códigos. Con cuidado se fueron de aquella escena, cuando meno lo espero, lo tenían frente suya.

— Puta madre...

𝐃𝐎𝐋𝐋? Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz